EL EVANGELIO DE LA GRACIA  (Introducción)


Que el Señor extienda por medio de nosotros el territorio de su reino espiritual, abriendo puerta para la palabra de gracia en todas las naciones, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo revelado a través del apóstol Pablo.

(Carta a los Colosenses 4:3 sobreedificado)


INTRODUCCIÓN

¡Gracia y Paz a todos los bendecidos del Señor al recibir este mensaje del Evangelio de la Gracia! Amado, este mensaje va dirigido a tu Espíritu, para darte las Buenas Nuevas de lo que ya eres en Cristo el Señor, el Dios Fuerte o Todopoderoso, el Padre Eterno, el Admirable, el Consejero o Consolador, como lo profetizó el profeta Isaías 9:6. Si amado, gracia y paz contigo del Rey de Paz o Rey de reyes y Señor de señores, o como dice exactamente el texto de la 1ra Carta a Timoteo 6:15 el Rey de los que reinan y Señor de los que gobiernan (los que reinan y gobiernan en su propia vida.) Si amados, porque Jesús Cristo es el Dios de dioses, como muy claramente declara el Salmos 82 y fue confirmado por Jesús Cristo en los días de su carne. Así lo registra su biografía escrita por Lázaro de Betania, pero que dice el sistema religioso o cristiandad tradicional, que escribió Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 10:34. Ese fue el Dios que se manifestó al y en el apóstol Pablo, a quien llamó luego de suscitar de los muertos, por su gracia y su ágape o amor del Espíritu, conforme a su propósito. Fue Jesús Cristo mismo que lo llamó como único apóstol para el Nuevo Pacto, para darnos a conocer la revelación de todos los misterios que estaban ocultos, como revela la carta a los Romanos 16:25. A Jesús Cristo, la cabeza del cuerpo que es la Iglesia que él mismo edificó, sea toda la gloria, la honra y la alabanza por toda la eternidad, Amén. ABBA PADRE. Porque como enseña nuestro apóstol, todo el que se gloría, gloríese en el Señor, 1ra carta a los Corintios 1:31 y 2da carta a los Corintios 2:17. ABBA CRISTO.

 Todas las citas del llamado “Nuevo Testamento” son según tomadas de la traducción Interlineal Griego al Español


EL EVANGELIO DE LA GRACIA

Amados, es menester que entiendan una vez y por todas, que las diferentes sectas religiosas sólo han estado predicando a los hombres el evangelio de la circuncisión predicado por los once apóstoles de Jesús, como informa el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 2:7. El evangelio de la circuncisión se compone de las enseñanzas del principio de Cristo o de los hechos de Jesús en los días de su carne, que tanto el apóstol de la circuncisión Pedro en la 1ra carta de Pedro 2:2, como el apóstol de la incircuncisión Pablo, en la carta a los Hebreos 5:12, llaman la leche espiritual. El evangelio predicado por el apóstol Pablo era llamado en el principio el evangelio de la incircuncisión por causa del pueblo gentil. Pero el evangelio predicado hoy día en el año 2001, es esa leche espiritual mezclada con el vino viejo o enseñanzas de la ley o antiguo pacto como si todavía estuvieran vigente, salpicado de aquellas cosas que por conveniencia le conviene de la revelación del Evangelio de la Incircuncisión o evangelio de Cristo o evangelio de la Gracia que es lo mismo con diferentes nombres, el cual fue revelado y predicado por el apóstol Pablo, y las cosas que les han ido añadiendo desde entonces, pero que no registra la Escritura como tal. Por eso el apóstol Pablo a los hermanos de la iglesia de Galacia los amonesta a no seguir un evangelio diferente o añadido, refiriéndose al evangelio de la circuncisión, porque eran los dos únicos mensajes predicados en esos días con relación a Jesús Cristo. Leamos la porción de Gálatas 1:6-9. Me asombro de que así de rápidamente estéis desertando del que os llamó por gracia, Cristo, a un evangelio diferente. [7] que no es otro; sino que algunos hay que os perturban y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. [8] Pero incluso si nosotros o un ángel del cielo os predicase un evangelio junto al que os predicamos, sea maldito. [9] Como hemos dicho antes, y ahora de nuevo digo, si alguien os predica un evangelio junto al que recibisteis, sea maldito.

  A los hermanos de Roma el apóstol Pablo les escribió: No me avergüenzo del evangelio (y pregunto, ?de cual evangelio? pues del evangelio de la gracia predicado por él) porque es poder de Dios a todo aquel que cree, como declara la carta a los Romanos 1:16. Como observarás al leer este estudio, el mensaje del evangelio de la incircuncisión o de la gracia, es diferente al mensaje del evangelio de la circuncisión, aunque ambos apuntan hacia el mismo lugar: Cristo.

 Te invito ahora a leer y meditar en la información que sigue a continuación, que te muestra el ¿por qué y qué es el evangelio de la circuncisión predicado por los doce y que en el día de hoy practica el sistema religioso? También conocerás quizás por primera vez, ¿qué es el evangelio de la incircuncisión o evangelio de Cristo o evangelio de la gracia, revelado y predicado por el apóstol  Pablo y su diferencia con el evangelio de la circuncisión?

 También te invito a verificar si la leche espiritual dada por los doce apóstoles de Jesús, a quien apodaron despectivamente como Jesús de Nazaret, es lo mismo que el alimento sólido dado a través del apóstol Pablo, el único apóstol llamado por Jesús Cristo. Así que es hora de que verifiques con qué material estás sobreedificando tu vida sobre el cimiento o fundamento que es Cristo, mientras completa tu peregrinaje en este planeta. Leamos en la 1ra carta a los Corintios 3:10-15 que nos revela los dos tipos de sobre edificación que pueden ocurrir sobre el fundamento que es Cristo. [10] Según la gracia de Dios dada a mí, como sabio arquitecto fundamento puse; otro empero, sobreedifica; mas cada uno mire cómo sobreedifica; [11] fundamento, en efecto, otro nadie puede poner fuera del puesto, el cual es Jesús Cristo. [12] Si, empero, alguno sobreedifica sobre el fundamento oro, plata, piedras preciosas, leña, heno, paja, [13] de cada uno la obra manifiesta se hará; porque el día la descubrirá, porque con fuego se revelará, y de cada uno la obra qué tal sea el fuego a ella probará. [14] Si de cada uno la obra permaneciese la que sobreedificó, recompensa recibirá. [15] Si de uno la obra ardiese, sufrirá pérdida; él, empero, se salvará, mas así como por fuego.

 Te pregunto en esta hora amado que lees estas palabras: ¿Es la sobre edificación de tu casa con materiales apropiados como el oro, plata y piedras preciosas que figuran el evangelio de la gracia predicado por el apóstol Pablo? o ¿Es tu sobre edificación con madera, heno y hoja, materiales que figuran al evangelio de la circuncisión, que fue predicado por los once apóstoles de Jesús?

 Como revela el apóstol Pablo, si tus materiales son de madera, heno y hoja, no resistirán el fuego de la revelación, sufrirás pérdida por causa de los materiales utilizados, tu mensaje no sobreedificó correctamente a nadie, los mantuviste bajo el velo Moisés que produce ignorancia de la luz de Cristo. Pero gracias sea a Jesús Cristo por su don irrevocable, aún así, eres salvo así como por fuego, porque la salvación no depende de ti, sino de la obra que Cristo hizo en Jesús a tu favor porque eres un miembro de su cuerpo. ¿Sabes por qué te digo esto? Porque cuando vives de acuerdo al mensaje de la circuncisión mezclado con la ley o antiguo pacto, vives como esclavo, no se nota tu libertad en Cristo, hablas como esclavo y peor aun, te comportas como esclavo en tu proceder, porque siempre estás pendiente al pecado, a las obras de la carne, etc. No puedes reinar en vida en la gracia de Cristo, porque ese reino es un conocimiento interno o dentro de ti por la activación de la mente o conciencia Cristo que hace morada en tu tabernáculo. Por eso es que tienes pérdida de los materiales usados, porque tu doctrina ya está caducada en el nuevo pacto en Cristo, y eso causa que no reines en el conocimiento ahora desde tu vestidura temporera. Como te dije anteriormente, eso ocasiona que todavía sigas pendiente al diablo, al pecado, a querer justificarte delante de Dios de manera sutil creyendo que puedes agradar a Dios. Pero ¿sabes una cosa? Ya Dios sacrificó a Jesús como su único cordero para justificación, por eso Jesús es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo, pero es para el mundo de los nuevos cielo y tierra, porque en ese mundo sólo reina la justicia de Cristo.

             Por eso, cuando vino el cumplimiento de la plenitud del tiempo, Jesús (el Cordero de Dios) vino nacido de mujer y bajo la ley, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 4:4. Su trabajo tuvo como objetivo cumplir la ley perfectamente como él mismo dijo: No penséis que vine a destruir la ley o los profetas; no vine a destruir, sino a completar, como registra su biografía según Mateo 5:17. Era necesario que Cristo en su carne cumpliera todo lo dicho por los profetas. Por eso, luego de resucitar, dijo a dos de sus discípulos: Estas son las palabras mías que hablé a vosotros aún estando con vosotros, que convenía ser cumplidas todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los profetas y en Salmos acerca de mí, como registra la biografía de Jesús según Lucas 24:44.

 Conforme al libro de los Hechos 10:43 ese fue el testimonio que dio el apóstol Pedro en casa de Cornelio, cuando dijo: De éste todos los profetas testifican que perdón de pecados recibe mediante el nombre de él todo el que cree en él. Fíjense en la frase “perdón de pecados” que he subrayado, donde la palabra pecado está en plural, porque el apóstol Pedro se refiere a las obras muertas, no a la naturaleza que produce esas obras.

 Era necesario pagar la deuda de la naturaleza de pecado recibida en el primer Adán que había con la ley. El problema era ponerle fin delante de Dios a lo que origina las obras muertas de la carne. Por eso es que el pagaré de esa deuda declaraba: la paga del pecado era la muerte espiritual, carta a los Romanos 6:23. Pero lo más importante es lo que declara la segunda parte del verso cuando dice que la dádiva o gracia, el regalo de Dios, es vida eterna en Cristo Jesús. Cristo, mediante la muerte de su cuerpo de carne y sangre que fue Jesús, pagó la deuda señalada por ese pagaré. Sí amados, ese pagaré fue redimido o cancelado y fue clavado en la cruz, fue pagado mediante la muerte del Cordero de Dios que quitó el pecado una vez y para siempre del mundo de los hijos de Dios, como lo había profetizado Juan el Bautista cuando vio a Jesús y dijo: Ved al Cordero de Dios el que quita el pecado del mundo, como pueden corroborar leyendo en la biografía de Jesús escrita por Lázaro de Betania, el discípulo amado, cuyo libro ha sido llamado erróneamente Juan 1:29.

 Como habrán observado en el escrito, he subrayado dos palabras, el verbo: “quita” y la expresión: “el pecado”. El verbo griego “airón”, significa: “quitar, levantar y llevarse consigo”, lo cual implica que Cristo quitó, levantó para siempre de nosotros la naturaleza de pecado y se la llevó consigo para que conforme al nuevo pacto nunca más Dios se acordara de vernos a nosotros en esa naturaleza, ¡ABBA PADRE! La expresión “el pecado” por su parte, si te fijas, está en singular, porque no está refiriéndose a las obras muertas de la carne, sino a Adán o diablo, como figura alegórica de la naturaleza de pecado en que fuimos imputados todos los hijos de Dios, para ser muertos o separados momentáneamente de él.

 Dije anteriormente que el apóstol Pedro hablaba de perdón de pecados en plural refiriéndose a las obras muertas, mas sin embargo, Cristo quitó el pecado, lo cual está en singular, porque él mató la naturaleza de pecado que produce las obras muertas, mató en Jesús la mente o conciencia que estuvo angustiada hasta la muerte, a la que hizo obediente hasta la muerta. Por eso dejó en la impotencia al viejo Adán, al alma viviente que produce las obras de la carne, al diablo o conciencia acusadora o calumniadora que nos mantenía muertos o separados de Dios. Por eso es que la ley no podía perfeccionar en cuanto a la conciencia, lo que ahora si somos delante de Dios, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 9:9, 9:14 y 13:18.

 Leamos ahora en la carta a los Colosenses 2:13-15, donde el apóstol Pablo nos revela lo que Cristo hizo con el pagaré de nuestra deuda contraída en Adán. [13] Y a vosotros, muertos estando en los delitos y en la incircuncisión de la carne de vosotros, os con vivificó con él, perdonándoos todos los delitos; [14] cancelando el pagaré contra nosotros en decretos, que nos era hostil, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz; [15] despojando a los principados y a las potestades, los exhibió en público, al triunfar sobre ellos en ella.

 Cuando estábamos muertos o separados por medio de la conciencia en la naturaleza del primer Adán, el de la imagen terrestre, éramos incircunciso de la carne, estábamos desvestido como alma viviente.  En Adán estábamos vestidos de hojas u obras de justicia propia, de inmundicia en la naturaleza del destruidor, vestidos en la justicia que era de acuerdo a la ley o antiguo pacto. Pero ¿saben una cosa? La ley de Moisés lo que hacía era que nos mostraba como trapos inmundo delante de Dios, como enseña el libro del profeta Isaías 64:6 que dice: Toda nuestra justicia era como trapo de inmundicia. Eso era medido por la ley de Moisés, que como revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 7:19 nada perfeccionó la ley.

 Pero en la circuncisión de Cristo fuimos vivificados en él. Por eso el pagaré que fue Jesús como Cordero de Dios, canceló nuestra deuda para siempre al ser sacrificado como el Cordero de Dios. Su ofrenda única y suficiente despojó a los principados, a los administradores de la ley, el sistema sacerdotal religioso que eran hombres débiles como revela el apóstol en la carta a los Hebreos 7:28 que dice: Porque la ley a hombres constituye sumos sacerdotes que tienen debilidad, mas la palabra del juramento posterior a la ley, al Hijo hasta el siglo habiendo sido perfeccionado. La palabra del juramento posterior a la ley fue dada por el profeta David en el Salmos 110:4 cuando dice: Juro el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Esas palabras son las confirmada por la revelación del apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 7:21 y que están directamente relacionadas con el verso 21 anteriormente citado que dice: mas éste con juramento mediante el que dice a él: Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote hasta el siglo. Todos en la cristiandad tradicional siguen viendo a Jesús Cristo oficiando como sumo sacerdote. Pero conforme a esto último citado de lo revelado por el apóstol Pablo, Cristo fue Sumo sacerdote solamente hasta que terminó el mundo viejo, la vieja tierra y los viejos cielos, que es lo mismo que la ley o antiguo pacto que llegó a su fin en el año 70. En los nuevos cielo y tierra no hay necesidad de templo como en la vieja ciudad de Jerusalén, porque nosotros somos el tabernáculo o templo de Dios en el Espíritu.

 Cristo, por tanto, despojó a las potestades o los poderosos del sistema religioso judío como eran los fariseos, saduceos, etc., que desaparecieron para siempre en su oficio delante de Dios. Los exhibió en público porque su juicio fue visto por todas las naciones, que fueron testigos de su gran destrucción en el año 70. Finalmente, la expresión: “triunfar sobre ellos en ella”, fue el triunfo del Cordero de Dios en ella, la cruz, porque se tomó la copa completa y resucitó procedente de los muertos, es decir, cargando el pecado de nosotros, procedió de en medio de nosotros vivo.

 Por tanto, cuando llegó el cumplimiento del tiempo de su ministerio, como declara el libro según Lucas 3:23, Jesús al comenzar su ministerio era como de 30 años y entonces comenzó a predicar el evangelio del reino. Pero veamos varias citas que así lo confirman. Leamos primero en el libro según Mateo 4:12 Y habiendo oído que Juan había sido encarcelado se marchó a Galilea. A partir de ese momento, según nos declara el libro según Mateo 4:17 se nos informa que: Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Arrepentíos; pues se ha acercado el reino de los cielos.

             También el libro según Marcos 1:14-15 nos da testimonio cuando declara: Y después de ser entregado Juan, vino Jesús a Galilea proclamando el evangelio de Dios; [15] y diciendo: Se ha cumplido el tiempo y se ha acercado el reino de Dios; arrepentíos y creed en el evangelio. Les he subrayado la palabra “arrepentíos” en griego “metanoeîte”, la misma palabra usada en Hebreos 6:1 arrepentimiento de obras muertas, en griego “metanoías”) y por el apóstol de la circuncisión Pedro conforme al libro de los Hechos 2:38 “arrepentios” en griego “metanoésate”, que es la misma palabra en todos los casos salvo por las declinaciones de los tiempos verbales. Esa palabra era una invitación a "cambiar la forma de pensar", como preámbulo a la nueva mente o conciencia que nos iba ser dada en Cristo como nueva creación en él.

             Se nos dice que Jesús comenzó predicando el evangelio a los pobres, como enseña el libro según Mateo 11:4-6 Y respondiendo Jesús, le dijo: Yendo, informad a Juan de las cosas que oís y veis: [5] Ciegos recobran la vista y cojos andan, leprosos son limpiados y sordos oyen, y muertos son levantados y pobres son evangelizados; [6] y dichoso es cualquiera que no sufre tropiezo en mí. Lucas 7:22 informa exactamente lo mismo que el verso anterior: los pobres que eran evangelizados eran “los pobres de Espíritu”.

             Son los mismos pobres en Espíritu que son mencionados en el libro según Mateo 5:3 cuando dice: Dichosos los pobres en el Espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. También son los mismos pobres mencionados en el libro según Lucas 4:18 con motivo de comenzar su ministerio como el Mesías Príncipe, al leer en el libro del profeta Isaías 61:1-2. En esa ocasión Jesús leyó la porción que dice: El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ungió para evangelizar a los pobres, me ha enviado a proclamar a los cautivos libertad y a los ciegos recuperación de la vista, para enviar a los oprimidos en libertad. Fíjense mis amados, que dice proclamar a los cautivos o presos libertad. Precisamente Juan el Bautista estaba preso por el rey Herodes, quien eventualmente lo mandó a decapitar. Pero no era a ese tipo de preso que se refería la profecía, sino de los presos o cautivos en la cárcel o naturaleza de pecado. Se refería a los presos en el alma viviente, en el viejo Adán, en el hombre fuerte que fue atado y le quitaron el despojo. Se refería a la cárcel de la mente o conciencia adversaria o egocéntrica que mantiene al animal humano preso en sus propio problema existencial, sin alcanzar ha entender el por qué de todas estas cosas, como declara Jesús en el libro según Lucas 11:21-22 cuando dice: Cuando el hombre robusto bien armado (el primer Adán como animal humano con conciencia egocéntrica despierta) defiende la casa propia, (la conciencia terrenal) en paz están los bienes suyos. [22] Cuando, empero, uno más robusto (el Cristo como segundo Adán) que él viniendo vence a él, la armadura suya quita, en la cual había confiado, y los despojos suyos reparte.

             El día que marcó el comienzo del ministerio de Jesús, leyó: el Señor me ungió y la Unción es el Espíritu como muy bien declara Lázaro el discípulo amado en su única carta llamada por error 1ra carta de Juan 2:20 cuando dice: Y vosotros Unción tenéis de parte del Santo. Jesús en los días de su carne era el Mesías príncipe profetizado por Daniel 9:25. La palabra Mesías o Ungido que es el Espíritu, es la palabra que traducimos en español como Cristo, eso lo enseña Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 1:41 donde se nos declara que Andrés: Encontró primero al hermano suyo Simón y le dijo: Hemos hallado al Mesías (lo que es interpretado: Cristo). Jesús en los días de su carne fue enviado a evangelizar por tanto a los pobres de Espíritu de la casa de Jacob, proclamar libertad a los esclavos de la ley o antiguo pacto, a dar vista a los ciegos espirituales y libertar de la cárcel del pecado o viejo Adán a los que estábamos presos en esa naturaleza, siendo las obras que se veían físicamente una señal de quien era que estaba en la tierra, como profetizó Isaías en varios ocasiones, de las que citaré varias de ellas.

*     Isaías 25:9 Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es el Señor a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.

   Isaías 29:18-19 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. [19] Entonces los humildes (o pobres en Espíritu) crecerán en el Señor, y aun los más pobres de los hombres (de nuevo los pobres en Espíritu) se gozarán en el Santo de Israel.

   Isaías 33: 22 Porque el Señor es nuestro Juez, el Señor es nuestro Legislador, el Señor es nuestro Rey; el mismo nos salvará.

   Isaías 35:4-6 Decid a los de corazón apocado (de nuevo los pobres en Espíritu): Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. [5] Entonces los ojos de los ciegos sean abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. [6] Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo... Esa fue la contestación que Jesús envió a Juan el Bautista cuando le mandó a preguntar que si él era el Dios de Israel o había que esperar a otro.

             Por último te citaré Isaías 43:10 que dice: Vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy él; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Por medio del profeta Isaías, el Espíritu de Cristo que estaba en Isaías profetiza que se daría a conocer por medio de un siervo, Jesús en los días de su carne, para que conocieran, creyeran y entendieran que Dios mismo estaba aquí en el planeta tierra. Ese es el significado de la expresión que he subrayado: “yo mismo soy él”.

             Amados, es necesario que entiendan también, que debido a que Jesús en los días de su carne tenía que cumplir la ley perfectamente, su ministerio fue estrictamente sólo para las ovejas de la casa de Jacob: el Israel natural, como él mismo declaró en Mateo 15:24 Y él (Jesús en los días de su carne) respondiendo, dijo: No fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. El apóstol revela en 1 a los Corintios 15:46 mas lo espiritual no es primero, sino lo natural. Por eso cuando unos griegos o gentiles lo estaban buscando, Jesús dijo conforme a Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 12:32 Y yo si soy levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. En otras palabras: Y yo Jesús, si soy muerto (dos veces, en mi cuerpo y en mi alma) en la cruz seré levantado o suscitado en el Espíritu, entonces a todos, incluyendo a los gentiles, atraeré a mismo como Jesús Cristo.

             Por tanto, era menester que Jesús en los días de su carne fuera levantado y quitado. Es menester que entiendan, que nosotros somos el cuerpo de Cristo en este planeta. Veamos como nos lo revela el apóstol Pablo. En Romanos 12:4-5 nos declara: Porque así como en un solo cuerpo muchos miembros tenemos, mas los miembros todos no la misma función tienen, [5] así los muchos un solo cuerpo somos en Cristo, y cada uno miembros unos de los otros.

*       En 1 a los Corintios 12:27 Y vosotros sois cuerpo de Cristo y miembros en parte.
   En Efesios 1:22-23 Y todas las cosas sometió bajo los pies de él, y lo dio cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, [23] la cual es el cuerpo de él, la plenitud del que las cosas todas en todas las cosas llena.
*     En Efesios 5:23 El marido es cabeza de la mujer, como también Cristo cabeza de la Iglesia, el Salvador del Cuerpo.
*      Y en Colosenses 1:18 Y él (Jesús Cristo) es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia.
             A ese cuerpo es que se refiere el apóstol Pablo cuando nos revela la porción de Colosenses 2:9-11, cuando declara en el verso 9 Pues en él (Cristo) habita toda la plenitud de la Deidad corporalmente. Bendecido, ¿has meditado qué quieren decir esas palabras del apóstol en el verso 9 que te acabo de citar? En el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, Dios habita corporalmente. Cuando el apóstol dijo esas palabras ya Cristo se había despojado de su cuerpo de carne temporero, Jesús en los días de su carne. Ahora en el nuevo pacto, el cuerpo de Dios en la tierra es su Iglesia.

 Continúa el verso 10 de Colosenses capítulo 2 declarando: y estáis en él (Cristo) completos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad, y el verso [11] en quien (en Cristo) también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, por el despojarse del cuerpo de carne (el hombre Jesús muerto en la cruz físicamente y como conciencia terrenal), en la circuncisión de Cristo. Finalmente nos revela el apóstol Pablo que nosotros el cuerpo de Cristo fuimos circuncidados, se nos quitó el cuerpo de carne o naturaleza de Adán: el alma. La circuncisión de Cristo ocurrió diferente a como ocurría en la sombra o figura de la circuncisión que se hacía en la ley, que se cortaba la carne del prepucio del hombre en forma natural.

  Nosotros fuimos despojados delante de Dios de ese cuerpo mediante la única ofrenda que fue necesaria realizar, quitar el cuerpo y sangre: el alma y el cuerpo físico de Jesús, matándolo en la cruz para imputarnos su muerte y luego su resurrección. Pero fue profetizado, que el cuerpo físico de Jesús no padeció corrupción como ocurre con el nuestro. Eso es lo que el apóstol Pablo nos revela como la circuncisión de Cristo, que él se despojó de la carne y de la sangre. Cristo que es Dios mismo, es Espíritu. Si amados, Cristo es el Espíritu Eterno  o Espíritu Santo, como revela 2 a los Corintios 3:17 que revela: Pero el Señor el Espíritu es. Eso somos nosotros en nuestra nueva creación guardada en estas vasijas de arcilla. En el nuevo pacto Dios mora en nosotros plenamente. Cuando somos desvestidos del cuerpo físico o la sangre como llama el apóstol a nuestro cuerpo físico, entonces estamos en la plenitud de Dios, en nuestro cuerpo espiritual glorificado como está el apóstol y todos los hermanos que nos han precedido.

 Jesús en los días de su carne vino en medio de la primera parte del rebaño solamente, a los judíos, el primer pueblo. Estando en medio de ellos anunció que él traería al otro pueblo, a la otra parte del rebaño llamada gentiles en cuanto a la carne, para hacer un solo pueblo o rebaño. Leamos sus palabras registradas en la biografía según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 10:16 que dicen: Y otras ovejas tengo que no son del redil este; también aquellas es menester que yo traiga, y la voz de mí oirán, y llegará a ser un rebaño y un pastor. El Señor hizo de los dos pueblos: judíos y gentiles, un solo pueblo, quitando la ley o antiguo pacto, que era la pared intermedia que los separaba, como revela Efesios 2:14. Para los judíos hubo el Pastor Jesús en los días de su carne, para la Iglesia formada de ambos pueblos hay el Pastor Jesús Cristo.

 Eso que acabamos de citar de Efesios2:14 revelado por el apóstol Pablo, dice: Porque él es la paz de nosotros, el que hizo a ambos uno y la pared intermedia de partición derribando, la enemistad, en la carne de él. El cumplimiento de esa labor fue hecha por Jesús Cristo por medio de Pablo, el único apóstol que llamó como Jesús Cristo. Pablo le juntó a judíos y gentiles en un solo rebaño por medio de la revelación o Evangelio de la Gracia. Recuerda amado bendecido del Señor lo que revela el apóstol Pablo en Romanos 10:4 El fin de la ley es Cristo.

 Jesús en los días de su carne sólo predicó el evangelio de la circuncisión a Israel en la carne, pero no así al Israel espiritual, por eso revela el apóstol en 2 a los Corintios 5:16 ...y aun si hemos conocido según la carne a Cristo, pero ahora ya no le conocemos así. Jesús en los días de su carne conforme a Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 16:7 dijo: Pero yo la verdad os digo, os conviene que yo me vaya.  Porque si no me voy, el Consolador de ningún modo vendrá a vosotros; pero si me voy, lo enviaré a vosotros. En el otro que vendría tras de Jesús en los días de su carne se manifestaría el Consolador: el Espíritu quien es Cristo el Señor.

             Jesús en los días de su carne fue el primer marido. El primer marido atado por la ley que tuvo que morir para que la mujer, la Iglesia, se casara con el otro, con el que suscitó de los muertos, Jesús Cristo, que hizo su obra a través del apóstol Pablo. Leamos esa revelación en Romanos 7:1-6. ¿O ignoráis, hermanos, porque a los que conocen la ley hablo, que la ley se enseñorea del hombre por todo el tiempo que vive? [2] Porque la mujer casada al marido que vive está sujeta por la ley; mas si muere el marido, queda desligada de la ley del marido. [3] Por consiguiente, viviendo el marido, adúltera será llamada si se allega a otro varón diferente; mas si muere el marido, libre es de la ley, para no ser ella adúltera al haberse allegado a otro varón diferente. [4] Así que, hermanos de mí, también vosotros fuisteis muertos a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que llegaseis a ser vosotros de otro diferente, del que de los muertos fue levantado, para que llevemos fruto para Dios. [5] Porque cuando estábamos en la carne, las pasiones de los pecados que son mediante la ley, actuaban en los miembros de nosotros para llevar fruto para muerte; [6] mas ahora fuimos desligados de la ley, habiendo muerto a aquello en lo cual éramos retenidos, de modo que sirvamos nosotros en novedad de Espíritu y no en antigüedad de letra.

El otro que vendría tras Jesús en los días de su carne, nos revelaría todas las cosas, eso fue lo que declaró Cristo en los días de su carne. Leamos tres citas todas registradas en la biografía de Jesús según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan.

Ø      La cita 14:25-26 Estas cosas he hablado estando con vosotros; [26] pero el Consolador, el Espíritu Santo, al que enviará el Padre en el nombre de mí, él os enseñará todas las cosas y os recordará todas las cosas que yo os dije.

Ø   La cita 15:26 Cuando venga el Consolador a quien yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual del Padre procede, él testificará acerca de mí.

Ø      Y por último leamos la cita 16:7-10. Pero yo a la verdad os digo, os conviene que yo me vaya. Porque si no me voy, el Consolador de ningún modo vendrá a vosotros; pero si me voy, lo enviaré a vosotros. [8] Y al venir él redargüirá al mundo acerca de pecado y acerca de justicia y acerca de juicio; [9] acerca de pecado, porque no creen en mí; [10] acerca de justicia, porque al Padre voy y ya no me veis; [11] y acerca de juicio, porque el gobernante del mundo este ha sido juzgado.

 De acuerdo a las palabras de Cristo en los días de su carne, el otro que vendría detrás de él redargüiría al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

1.      Es el apóstol Pablo quien redarguye al mundo que vive en religiosidad de pecado porque no creen por fe en Jesús Cristo. Pablo nos enseña que ya no hay pecado delante de Dios, aunque el sistema religioso se empeña afanosamente y continúa enseñándole a los niños en Cristo que todavía hay pecado, porque enseña a los creyentes en el fundamento de la circuncisión puesto por Cefas: Arrepentíos y bautícese cada uno en agua conforme al bautismo de Juan. Recuerden que el apóstol Pablo te revela en Hebreos 10:10 Hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesús Cristo una vez y para siempre. Y otra vez en Hebreos 10:18 Donde hay perdón de estas cosas, ya no hay más ofrenda por el pecado.

2.      También el apóstol Pablo redarguye al mundo religioso de justicia, por cuanto Cristo al terminar su ministerio de Hijo de Dios o Hijo del Hombre en Jesús en los días de su carne para nuestra salvación, no volverá mas a este mundo, ver lo escrito por Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 14:18-19. Eso es lo que el apóstol Pablo nos enseña en todas sus 15 epístolas, Cristo vive en nosotros por el Espíritu.

3.      Por ultimo, el apóstol Pablo redarguye al mundo incrédulo a la palabra de justicia de juicio porque antes del apóstol revelarnos todos los misterios que estaban ocultos, y que por él fueron revelados, el diablo que era el príncipe del mundo viejo de la ley o Antiguo Pacto, mundo en que vivió Jesús en los días de su carne y el apóstol Pablo, ya había sido juzgado por la muerte de Jesús en la cruz.

Solamente el apóstol Pablo afirma que a él y su apostolado le fueron revelados y dados a administrar los misterios Dios que estuvieron escondidos desde antes de los tiempos de los siglos como es afirmado en:

1 a los Corintios 4:1 Así a nosotros considere todo hombre como servidores de Cristo y administradores de misterios de Dios.

Efesios 3:2-4 Si ciertamente oísteis la administración de la gracia de Dios dada a mí para con vosotros, [3] que conforme a revelación fue dado a conocer a mí el misterio, como escribí antes en breve, [4] con relación a lo cual podéis leyendo daros cuenta del entendimiento de mí en el misterio de Cristo.

Efesio 6:19 Y a favor de mí, para que me sea dada palabra en el abrir de la boca de mí, con denuedo para dar a conocer el misterio del evangelio.

Colosenses 4:3 Orando juntamente también acerca de nosotros, para que Dios nos abra una puerta de la palabra para hablar el misterio de Cristo, a causa del cual ciertamente he sido atado.

Aun el apóstol de la circuncisión Cefas que tuvo acceso a los escritos del apóstol Pablo, dio testimonio de los misterios revelados por él, cuando dice en 2 Pedro 3:15-16 Y la salvación paciente del Señor de nosotros considerad, como también Pablo el amado hermano de nosotros según la sabiduría que le ha sido dada os escribió, [16] como también en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas, (Pedro estaba profetizando de los nuevos cielos y la nueva tierra: versos 10-14) en las cuales hay algunas cosas que los indoctos e inconstantes tuercen como también las demás Escrituras para la propia perdición de ellos.

Por tanto amados, fue al apóstol Pablo al único a quien Cristo escogió y llamó como apóstol después de confirmar este Nuevo Pacto, para revelarnos el misterio del evangelio de la gracia o evangelio de Cristo, evangelio que era conocido al principio como el evangelio de la incircuncisión. Recuerden bendecidos, Jesús en los días de su carne llamó a los doce antes de confirmar el Nuevo Pacto, los llamó bajo la ley o Antiguo Pacto: la circuncisión. Jesús en los días de su carne vivió bajo y conforme al pacto de la ley hasta su muerte en la cruz, condiciones indicadas en ese pacto que tenía que cumplir a plenitud.

 Pedro fue confirmado como apóstol de la circuncisión después de la resurrección de Jesús como Jesús Cristo. El confirmaría a sus compañeros, pero sólo para las ovejas de la circuncisión. En la biografía según Lucas 22:31-32 se nos informa la profecía de esa confirmación por Jesús cuando que dice: Simón, Simón, mira que Satanás reclamó a vosotros para zarandear como al trigo; [32] yo, empero rogué por ti para que no desfallezca la fe tuya; y tú, cuando te conviertas, fortalece a los hermanos tuyos (los otros apóstoles de la circuncisión)

 La cita 21:15-17 por su parte nos informa la confirmación después de la resurrección: Cuando pues, desayunaron, dice a Simón Pedro Jesús: Simón hijo de Juan, ¿me amas en ágape el amor del Espíritu más que éstos? Le dice: Sí, Señor, tú sabes que te amo filialmente o te tengo afecto? Le dice: Apacienta los corderos de mí o judíos de la circuncisión. [16] Le dice de nuevo por segunda vez:  Simón hijo de Juan, ¿me amas en ágape el amor del Espíritu? Le dice: Sí Señor, tú sabes que te amo filialmente o te tengo afecto. Le dice: Pastorea las ovejitas de mí o judíos de la circuncisión. [17] Le dice la tercera vez: Simón hijo de Juan, ¿me amas filialmente o me tienes afecto? Se entristeció Pedro de que le dijo por tercera vez: ¿me amas filialmente o me tienes afecto? Y le dijo: Señor, tu sabes todas las cosas, tu conoces que te amo filialmente o te tengo afecto; le dice Jesús: Apacienta las ovejitas de mí o judíos de la circuncisión.

 Por eso, Pedro en su primer discurso a las ovejas de Israel, presentó a Jesús resucitado y como hecho Señor y Cristo. Leamos su registro en Hechos 2:36 cuando Pedro dijo: Con seguridad, pues conozca toda la casa de Israel que Señor a él y también Cristo le hizo Dios a este Jesús a quien vosotros crucificasteis. Esa es la razón de las palabras de Pablo en Gálatas 2:6-9 que dicen: [6] Pero de parte de los que parecían ser algo, (los doce apóstoles de Jesús en los días de su carne) cuáles entonces eran, nada me importa; el rostro de Dios el hombre no recibe, a mí, pues, los que parecían, nada añadieron, [7] sino que, por el contrario, viendo que me ha sido confiado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro para el apostolado de la circuncisión, [8] pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí par con los gentiles, [9] y conociendo la gracia dada a mí, Jacobo y Cefas y Juan, los que parecían columnas ser, derechas dieron a mí y a Bernabé de comunión, para que nosotros a los gentiles y ellos a la circuncisión.

 Recuerden amados, Jesús Cristo llamó a Pablo, no Jesús en los días de su carne y Jesús Cristo confirmó a Pedro delante de los demás para la circuncisión solamente, apostolado que terminaría en el año 70 cuando echaron a la esclava y su hijo, que eran figura de la ley y el judaísmo representado por el pueblo natural, la ciudad de Jerusalén y su templo de piedra hecho a mano, fuera de la casa del Padre.

 Por tanto mis amados, el hombre Pablo, era el otro que vendría detrás del hombre Jesús. Pablo no hablaría por su propia cuenta, así lo leímos anteriormente en la biografía según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 16:13. Así lo confirmó Pablo mismo en 1 a los Corintios 2:2 cuando dice: Pues decidí nada conocer entre vosotros sino a Jesús Cristo, y a este crucificado. [3] Y yo en debilidad y en temor y en temblor mucho me llegué a vosotros; [4] y el discurso mío y el anuncio mío no fue en sabiduría de palabras persuasivas, sino en demostración de Espíritu y de poder, [5] para que la fe vuestra no esté en sabiduría de hombres, sino en poder de Dios. En 1 a los Tesalonicenses 2:4 por su parte nos afirma: Sino que tal como hemos sido aprobados por Dios, para que se nos confiase el evangelio, así hablamos, no como a los hombres agradando, sino a Dios que prueba los corazones de nosotros..

             Siendo que solamente vendría otro después que Jesús fuera quitado en la carne, por eso té testifico, solamente el apóstol Pablo fue el único apóstol llamado por Jesús Cristo para el nuevo pacto. Todos esos que desde Pablo hasta este tiempo del año 2001 dicen ser apóstoles, son falsos en cuanto al apostolado se refiere porque ya nadie más puede poner otro fundamento que el que está puesto. El reino de Dios no es un reino humano, es un reino espiritual al que se le dejaron todos los escritos o instrucciones. Jesús en los días de su carne llamó a los doce del apostolado de la circuncisión para el cierre de la ley o antiguo pacto, su misión era anunciar en medio de las ovejas del Israel natural que el reino de Dios se había acercado, como puedes verificar en la porción de la biografía según Lucas 10:3-11.

 De Pablo, según registra Hechos 9:15-16, Cristo le dijo a Ananías: [15] Ve, pues vaso de elección me es éste para llevar mi nombre delante de las naciones y también de reyes y de hijos de Israel; [16] porque yo le mostraré cuántas cosas es menester que él a favor de mi nombre padezca. Por eso, según registra Colosenses 1:24, el apóstol Pablo dijo de sí mismo: Ahora me gozo en los padecimientos en pro de vosotros y estoy completando lo que falta de las aflicciones de Cristo en la carne.

 Es menester que conozcas ambos apostolados fueron profetizados en la ley y los profetas. El ministerio del apóstol Pablo fue profetizado por el profeta Isaías 49:1-6. Leamos la cita: [1] Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. YHWH me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. [2] Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; [3] y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. [4] Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de YHWH, y mi recompensa con mi Dios. [5] Ahora pues, dice YHWH, el que me formó en el vientre para hacer volver a Israel (porque estimado seré en los ojos de YHWH, y el Dios mí será mi fuerza); [6] dice: poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

 Leamos el testimonio de su cumplimiento en Gálatas 1:15, Pero cuando tuvo a bien a el que me separó desde el vientre de la madre de mí y me llamó mediante la gracia de él. En Hechos 13:47, Porque así nos ha mandado el Señor: Te he puesto para luz de los gentiles, para que seas tú para salvación hasta lo último de la tierra. Leamos también Hechos 22:21 Y a mí dijo: ¡Ve!, porque yo a los gentiles lejos te enviaré. Y Hechos 26:15-18. Y yo dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo Soy Jesús a quien tu persigues. [16] Pero levántate y ponte sobre los pies de ti; porque para esto me aparecí a ti, para designarte ministro y testigo no sólo de las cosas que me viste, sino también de aquellas en que me apareceré a ti, [17] librándote del pueblo y de los gentiles a los que yo te envío.

             También las palabras de Cristo a Ananías citadas en Hechos 9:15-16 confirma el llamado de Pablo como último testigo o apóstol y único para el nuevo pacto: Pero dijo a él el Señor: Ve, pues vaso de elección me es éste para llevar el nombre de mí delante de las naciones y también de reyes y de hijos de Israel; [16] porque yo le mostraré cuántas cosas es menester que el a favor del nombre de mí padezca.

 Jesús en los días de su carne dijo de sí mismo según registra Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 5:30, 7:15-18 y 12:49 que él nada hacía por sí mismo, sino que el Padre o Espíritu que es el Cristo que moraba en él, era el que hacía y decía todas las cosas por medio de él. Esa también es la razón por la que el apóstol dijo de sí mismo según registra Gálatas 2:20: Con Cristo he sido con crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, por fe del Hijo de Dios lo vivo, que me amó y se entregó a sí mismo a favor de mí. Amados, no era Pablo revelando y diciendo lo que él creía, era Cristo en el apóstol Pablo completando todo lo que faltaba.

 También en 1 a Timoteo 1:15-16 nos revela Pablo nuestro apóstol: [15] Fiel es la palabra y de toda aceptación digna, que Cristo Jesús vino al mundo a salvar pecadores, de los que el principal soy yo; [16] pero por esto me fue otorgada misericordia, para que en mí el principal mostrase Jesús Cristo toda paciencia, para modelo de los que van a creer en él para vida eterna. Es una de las razones de las palabras del apóstol invitándonos a imitarlo a él como modelo, como él imita a Cristo; porque el apóstol es el único modelo en el Nuevo Pacto para imitar a Cristo, y sólo ocurre por la predicación del Evangelio de la Gracia, como enseña 1 a los Corintios 11:1 Imitadores de mí haceos, como también yo de Cristo.

 Jesús en los días de su carne ministró en medio de los judíos solamente, a quienes llamó las ovejas perdidas de la casa de Israel en Mateo 15:24. Los reconoció como descendencia o simiente natural de Abraham en lo escrito por Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 8:37. El pueblo de Israel de los días de Jesús en la carne y del apóstol e identificado como la casa de Ismael, según revelado por el apóstol Pablo en la porción de Gálatas 4:21-31. Jesús en los días de su carne comenzó la predicación del evangelio de la circuncisión para los judíos. Por eso en una ocasión le dijo a una mujer siro-fenicia: Deja primero que sean saciados los hijos; porque no es está bien tomar el pan de los hijos y a los perrillos (los gentiles) echarlo, Marcos 7:25-27. Ese fue el evangelio que Jesús en los días de su carne le encargó a los doce administrar para el cierre de la ley o antiguo pacto, de cuyo apostolado Pedro era el principal. A los doce ya Jesús les había dado instrucciones muy precisas según lo registra la biografía según Mateo 10:5-6 que dice: A un camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de Samaritanos no entréis; 6 sino marchad más bien hasta las ovejas las perdidas de la casa de Israel.

 Vuelvo y te repito: para llevar el evangelio a los hijos en medio de los gentiles, el otro rebaño, el otro pueblo, el Señor llamó a Pablo como único apóstol y le dio el evangelio de la incircuncisión por medio del apostolado de la incircuncisión. En 2 a los Corintios 5:18-19 el apóstol nos revela que ese ministerio o apostolado que él recibió se llama: el Ministerio o Apostolado de la Reconciliación, porque por medio de la palabra de la reconciliación, ambos pueblos vinieron a ser uno en Cristo. Por eso es que nosotros simplemente estamos siguiendo las instrucciones dadas por el sabio arquitecto ahora en este tiempo. Ahora sobreedificamos con oro, plata y piedras preciosas, el Evangelio de la Gracia para el Nuevo Pacto. Leamos lo revelado por Pablo nuestro apóstol en la cita de 2 a los Corintios 5:18-19 Y todas las cosas provienen de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio el MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN, [19] a saber, que Dios estaba en Cristo al mundo reconciliando consigo mismo, no teniéndoles en cuenta las transgresiones de ellos, y PONIENDO EN NOSOTROS LA PALABRA DE LA RECONCILIACIÓN.

 En el evangelio de la circuncisión o el otro evangelio, predicado por los doce que era para el cierre de la ley o antiguo pacto, se guardaba el día de reposo, se bautizaba en agua, se abstenían de comer ciertos alimentos, ayunaban, se visitaba el templo de Jerusalén, y todo tipo de obras para la carne, como practican los niños en Cristo de hoy en el sistema religioso. Al principio, los doce tuvieron problema con el sistema religioso judío, pero finalmente se acomodaron en cierta manera a las exigencias de la ley de los fariseos que creyeron, los sacerdotes y los ancianos de Israel, por lo que en un momento dado quisieron obligar a los gentiles a judaizar, ver ejemplo la corrección que le hizo Pablo a Cefas y a Bernabé en Gálatas 2:14 que dice: Pero cuando vi que no andaban correctamente con la verdad del evangelio, dije a Cefas delante de todos: Si tú, judío siendo, como gentil y no como judío vives, ¿cómo a los gentiles compeles a judaizar?

El evangelio de la incircuncisión o evangelio de la gracia, predicado por el apóstol Pablo que es para el nuevo pacto, nos enseña en Efesios 2:8: somos salvos por gracia simplemente por creerlo por fe sin ninguna obra de la ley. Hebreos 10:14 nos enseña que: Somos perfectos delante de Dios, por medio de una sola ofrenda hecha por Cristo. Efesios 1:4, 5:27 y Filipenses 2:15 nos revelan que: Somos sin pecado y sin mancha. Y Colosenses 2:16-17 y 2:20-23 que No guardamos días, ni fiestas, ni tenemos necesidad de abstenernos de alimentos,.

 Somos escogidos o predestinados de Dios, Romanos 8:28-33. Somos los verdaderos hijos de Abraham, Romanos 9:8. Somos salvos porque Dios tuvo misericordia de nosotros, Romanos 9:15-16, por lo que somos de los vasos que fueron preparados para gloria, Romanos 9:23-24. Estamos resucitados porque la resurrección es en el Espíritu, Efesios 2:6, Colosenses 2:12 y 3:1. somos embajadores de Cristo, 2 a los Corintios 5:20. Somos reyes y señores, 1 a Timoteo 6:15. Somos el cuerpo de Cristo, 1 a los Corintios 12:27, Efesios 1:23, 2:16, 5:23 y Colosenses 1:18. El apóstol nos revela en Hebreos 12:23 que somos la Iglesia de los primogénitos inscritos en el censo de los cielos y los espíritus de los justos que han sido hechos perfectos o completados.

 Nosotros discernimos las cosas de Dios en el Espíritu y no por la carne que es por la ley, porque tenemos la mente de Cristo, 1 a los Corintios 2:12-16. Somos dioses aunque tuvimos que morir como hombres, Deuteronomio 10:17, Salmos 82:6 y biografía según el discípulo amado 10:34. Esa es la razón por la que fuimos destituidos o hallados faltos de la gloria de Dios, porque todos pecamos o fuimos partícipes del cuerpo de muerte de Adán, Romanos 3:23. Recuerda que nos revela el apóstol en Efesios 2:1-3 que nosotros éramos por naturaleza, hijos de ira, como también los demás.

 Por esa razón, Cristo nuestro Padre vino a la tierra y participó de carne y sangre en Jesús igualmente, para destruir al que tenía el imperio o poder de la muerte espiritual, esto es al diablo (el primer Adán), Hebreos 2:14. El diablo es el homicida del principio, biografía según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 8:44; el destruidor, Isaías 54:16, en quien todos morimos en un solo día, el primer Adán, 1 a los Corintios 15:22. ¿Entiendes ahora porque Jesús en los días de su carne fue levantado en la cruz como serpiente y se hizo maldición por nosotros?, conforme informan su biografía segun Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 3:14-15, Números 21:8, Génesis 3:13 y Gálatas 3:14.

 Jesús en los días de su carne anunció que el evangelio en los días de la transición entre los dos pactos sería predicado a las naciones de esos días para testimonio, antes de que viniera el fin de la ley o antiguo pacto, biografía según Mateo 24:14. El fundamento en ambos evangelios (el de la circuncisión y el de la incircuncisión) fue el mismo: Jesús es el Cristo y es el Señor. Solo que el fundamento del evangelio de la circuncisión puso además el fundamento de arrepentimiento de las obras muertas.

 El apóstol Pablo comenzó a predicar el evangelio de la promesa hecha a los padres: Abraham, Isaac e Israel, Hechos 13:32. También dijo que era necesario que él terminara su carrera dando testimonio de la gracia de Dios en Hechos 20:24. En su saludo en Romanos 1:1 nos informa que fue llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.

También nos revela que Dios juzgaría a los hombres conforme a su evangelio en Romanos 2:16. Por eso, el apóstol Pablo redarguye al mundo de juicio. También nos dice que predicó el evangelio gratuitamente en 1 a los Corintios 9:18. En 2 a los Corintios 4:3 el apóstol señaló muy claramente, que si el evangelio de la gracia estaba aún encubierto o tapado, era para los que se pierden esta gracia.

 También les hizo saber a los hermanos de los días de su ministerio en la tierra en Gálatas 1:11, como hoy a nosotros a través de esa revelación que nos dejó escrita, que su evangelio no es según hombre. El apóstol estaba maravillado que tan pronto ellos se estaban alejando para seguir un evangelio diferente, para seguir el evangelio de la circuncisión, el evangelio predicado por los doce, que es prácticamente el evangelio que predica todo el sistema religioso de hoy, Gálatas 1:6.

 El apóstol Pablo, fue puesto por Cristo mismo, para la defensa del evangelio de este pacto, el evangelio de la gracia de Dios, Filipenses 1:7. Fue a Pablo que Cristo escogió para dar a conocer el misterio del evangelio, Efesios 6:19. Por eso ahora podemos conocer que ya tenemos vida eterna, que ya estamos resucitados, lo conocemos por el evangelio predicado por Pablo, 2 a Timoteo 1:10, porque Cristo se lo confió a él, 1 a los Tesalonicenses 2:4.

             Hermano, ahora que tienes estas letras de las buenas nuevas de Cristo en tus manos entiende que el evangelio es para decirte que ya Cristo sepultó tu hombre viejo, que tu nuevo hombre creado según Dios del cual debes vestirte, como revela Efesios 4:24, ya fue reconciliado o resucitado en el Espíritu para con Dios para siempre mediante un solo sacrificio. Tu Vida o Espíritu estuvo siempre guardado con Cristo en Dios, Colosenses 3:3.

 Finalmente, te dejaré con estas palabras del apóstol, revelación de su última epístola que te resumen su consejo para los hijos de Dios en el nuevo pacto. Leamos Hebreos 6:1-3 [1] Por tanto, DEJANDO YA LOS RUDIMENTOS DE LA DOCTRINA DE CRISTO, (el evangelio de la circuncisión dado por Jesús en los días de su carne y sus apóstoles que fue la leche de la Iglesia en su infancia) vamos adelante a la perfección; No echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, [2] de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.

 Paz y gracia a todos los bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús, Efesios 1:3, de tu hermano Ramón Urbáez Caminero. Alabemos al Dios Fuerte y Padre Eterno, nuestro Consejero o Consolador, Isaías 9:6, el Señor Jesús Cristo, como enseña el apóstol: ABBA PADRE, Romanos 8:15 y Gálatas 4:6.

 

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