EL EVANGELIO DE LA GRACIA (Introducción)
Que el Señor extienda por medio de nosotros el territorio de su reino espiritual, abriendo puerta para la palabra de gracia en todas las naciones, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo revelado a través del apóstol Pablo.
(Carta a los Colosenses 4:3 sobreedificado)
INTRODUCCIÓN
¡Gracia
y Paz a todos los bendecidos del Señor al recibir este mensaje
del Evangelio de la Gracia! Amado, este mensaje va dirigido a tu Espíritu, para
darte las Buenas Nuevas de lo que ya eres en
Cristo el Señor, el Dios Fuerte o Todopoderoso, el Padre Eterno, el Admirable, el
Consejero o Consolador,
como lo profetizó el profeta Isaías 9:6. Si amado, gracia y paz
contigo del Rey de Paz o Rey de reyes y Señor de señores, o como dice exactamente el texto de la 1ra Carta a Timoteo
6:15 el Rey de los que reinan y Señor de los
que gobiernan (los que reinan y gobiernan en su propia vida.) Si amados, porque Jesús
Cristo es el Dios de dioses,
como muy claramente declara el Salmos 82 y fue confirmado por Jesús Cristo en
los días de su carne. Así lo registra su biografía escrita por Lázaro de
Betania, pero que dice el sistema
religioso o cristiandad tradicional, que escribió Lázaro, el discípulo amado,
cuyo libro es llamado por error Juan 10:34. Ese fue el Dios
que se manifestó
al y en el apóstol
Pablo, a quien llamó luego de suscitar de los muertos, por su
gracia y su ágape o amor del Espíritu, conforme a su propósito. Fue Jesús Cristo
mismo que lo llamó como
único apóstol para el Nuevo Pacto, para darnos a conocer la
revelación de todos los misterios que estaban ocultos, como revela la carta a
los Romanos 16:25. A
Jesús Cristo, la cabeza del cuerpo que es la Iglesia que él mismo edificó, sea toda la gloria, la honra y la alabanza por toda la eternidad,
Amén. ABBA
PADRE. Porque como enseña nuestro apóstol, todo el que se gloría, gloríese
en el Señor, 1ra carta a los Corintios 1:31 y 2da carta a los Corintios 2:17.
ABBA CRISTO.
Todas las citas del llamado “Nuevo Testamento” son según tomadas de la traducción Interlineal Griego al Español
EL
EVANGELIO DE LA GRACIA
Amados,
es menester que entiendan una vez y por todas, que las diferentes sectas
religiosas sólo han estado predicando a los hombres el evangelio de la
circuncisión predicado por los once apóstoles de Jesús, como informa el
apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 2:7. El evangelio de la circuncisión se
compone de las
enseñanzas del principio de Cristo o de los hechos de Jesús en los días de su
carne, que tanto el apóstol
de la circuncisión Pedro en la 1ra carta de Pedro 2:2, como el apóstol de la incircuncisión
Pablo, en la carta a los Hebreos 5:12, llaman la leche espiritual. El
evangelio predicado por el apóstol Pablo era llamado en el principio el
evangelio de la incircuncisión por causa del pueblo gentil. Pero el evangelio
predicado hoy día en
el año 2001, es esa leche espiritual mezclada con el vino viejo o enseñanzas
de la ley o
antiguo pacto como si todavía estuvieran vigente, salpicado de aquellas cosas
que por conveniencia le conviene de la revelación del Evangelio de la Incircuncisión
o evangelio de Cristo o evangelio de la Gracia que es lo mismo con
diferentes nombres, el cual fue revelado y predicado por el apóstol Pablo, y las
cosas que les han ido añadiendo desde entonces, pero que no registra la
Escritura como tal. Por
eso el apóstol Pablo a los hermanos de la iglesia de Galacia los amonesta a no
seguir un evangelio diferente o añadido, refiriéndose al evangelio de
la circuncisión, porque eran los dos únicos mensajes predicados en esos días con
relación a Jesús Cristo. Leamos la porción de Gálatas 1:6-9. Me asombro de que
así de rápidamente estéis desertando del que os llamó por gracia, Cristo, a
un evangelio
diferente. [7] que no es otro; sino que algunos hay
que os perturban y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. [8] Pero
incluso si nosotros o un ángel del cielo os predicase un evangelio junto al que
os predicamos, sea maldito. [9] Como hemos dicho antes, y ahora de
nuevo digo, si alguien os predica un evangelio junto al que recibisteis, sea maldito.
A
los hermanos de Roma el apóstol Pablo les escribió: No
me avergüenzo del evangelio (y pregunto, ?de cual evangelio? pues del evangelio de la gracia
predicado por él) porque es poder de
Dios a todo aquel que cree, como declara la carta a los Romanos 1:16. Como observarás
al leer
este estudio, el mensaje del evangelio de la incircuncisión o de la gracia, es
diferente al mensaje del evangelio de la circuncisión, aunque ambos apuntan
hacia el mismo lugar: Cristo.
Te
invito ahora a leer y meditar en la información que sigue a continuación, que
te muestra el ¿por qué y qué es el evangelio de la
circuncisión predicado por los doce y que en el día de hoy practica el sistema religioso? También
conocerás quizás por primera vez, ¿qué es el evangelio de la incircuncisión o
evangelio de Cristo o evangelio
de la gracia, revelado y predicado por el apóstol Pablo y su diferencia con el
evangelio de la circuncisión?
También
te invito a verificar si la leche espiritual dada por los doce apóstoles de Jesús,
a quien apodaron despectivamente como Jesús de
Nazaret, es lo mismo que el alimento sólido dado a través del apóstol Pablo,
el único apóstol llamado por Jesús Cristo. Así que es hora de que verifiques con qué material estás sobreedificando
tu vida sobre el cimiento o fundamento que es Cristo, mientras completa tu
peregrinaje en este planeta. Leamos en la 1ra carta a los Corintios 3:10-15 que nos revela
los dos tipos de sobre edificación que pueden ocurrir sobre el fundamento que es Cristo. [10] Según
la gracia de Dios dada a mí, como sabio arquitecto fundamento puse; otro
empero, sobreedifica; mas cada uno mire cómo sobreedifica;
[11] fundamento, en efecto, otro nadie puede poner fuera del
puesto, el cual es Jesús Cristo. [12] Si, empero, alguno sobreedifica
sobre el fundamento oro, plata, piedras preciosas, leña, heno, paja,
[13] de cada uno la obra manifiesta se hará; porque el día la descubrirá,
porque con fuego se revelará, y de cada uno la obra qué tal sea el fuego a
ella probará. [14] Si de
cada uno la obra permaneciese la que sobreedificó, recompensa recibirá.
[15] Si de uno la obra ardiese, sufrirá pérdida; él, empero, se salvará,
mas así como por fuego.
Te
pregunto en esta hora amado que lees estas palabras: ¿Es la sobre edificación de tu casa con
materiales apropiados como el oro, plata y piedras preciosas que
figuran el evangelio de la gracia predicado por el apóstol Pablo? o ¿Es tu sobre edificación con madera, heno y
hoja, materiales que figuran al evangelio de la circuncisión, que fue predicado por
los once apóstoles de Jesús?
Como revela el apóstol Pablo, si tus materiales son de madera, heno y hoja, no resistirán el fuego de la revelación, sufrirás pérdida por causa de los materiales utilizados, tu mensaje no sobreedificó correctamente a nadie, los mantuviste bajo el velo Moisés que produce ignorancia de la luz de Cristo. Pero gracias sea a Jesús Cristo por su don irrevocable, aún así, eres salvo así como por fuego, porque la salvación no depende de ti, sino de la obra que Cristo hizo en Jesús a tu favor porque eres un miembro de su cuerpo. ¿Sabes por qué te digo esto? Porque cuando vives de acuerdo al mensaje de la circuncisión mezclado con la ley o antiguo pacto, vives como esclavo, no se nota tu libertad en Cristo, hablas como esclavo y peor aun, te comportas como esclavo en tu proceder, porque siempre estás pendiente al pecado, a las obras de la carne, etc. No puedes reinar en vida en la gracia de Cristo, porque ese reino es un conocimiento interno o dentro de ti por la activación de la mente o conciencia Cristo que hace morada en tu tabernáculo. Por eso es que tienes pérdida de los materiales usados, porque tu doctrina ya está caducada en el nuevo pacto en Cristo, y eso causa que no reines en el conocimiento ahora desde tu vestidura temporera. Como te dije anteriormente, eso ocasiona que todavía sigas pendiente al diablo, al pecado, a querer justificarte delante de Dios de manera sutil creyendo que puedes agradar a Dios. Pero ¿sabes una cosa? Ya Dios sacrificó a Jesús como su único cordero para justificación, por eso Jesús es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo, pero es para el mundo de los nuevos cielo y tierra, porque en ese mundo sólo reina la justicia de Cristo.
Por
eso, cuando vino el cumplimiento de la plenitud del tiempo, Jesús
(el Cordero de Dios) vino nacido de mujer y bajo la ley, como revela
el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 4:4. Su
trabajo tuvo como objetivo cumplir la ley perfectamente como él mismo dijo: No penséis
que vine a destruir la ley o los profetas; no vine a destruir, sino a completar,
como registra su biografía según Mateo 5:17. Era necesario que Cristo en su
carne cumpliera todo lo dicho por los profetas. Por eso, luego de resucitar, dijo
a dos de sus discípulos: Estas son las palabras mías que hablé a
vosotros aún estando con vosotros, que convenía ser cumplidas todas las
cosas escritas en la ley de Moisés y en los profetas y en Salmos acerca de mí,
como registra la biografía de Jesús según Lucas 24:44.
Conforme
al libro de los Hechos 10:43 ese fue el testimonio que dio el apóstol Pedro en casa de
Cornelio, cuando dijo: De éste todos los profetas testifican que perdón
de pecados recibe mediante el nombre de él todo el que cree en él. Fíjense
en la frase “perdón de pecados” que he subrayado, donde la palabra pecado
está en plural, porque el apóstol Pedro se refiere a las obras muertas, no a la
naturaleza que produce esas obras.
Era
necesario pagar la deuda de la naturaleza de pecado recibida en el primer Adán
que había con la ley. El problema era ponerle fin delante de Dios a lo que
origina las obras muertas de la carne. Por eso es que el pagaré de esa deuda declaraba: la paga del pecado era la muerte espiritual, carta a los Romanos
6:23. Pero lo más importante es lo que declara la segunda parte del verso cuando
dice que la dádiva o gracia, el
regalo de Dios, es vida eterna en Cristo Jesús. Cristo, mediante la
muerte de su cuerpo de carne y sangre que fue Jesús, pagó la deuda señalada por ese pagaré.
Sí amados, ese pagaré fue redimido o cancelado y fue clavado en la cruz, fue
pagado mediante la muerte del Cordero de Dios que quitó el pecado una vez y para siempre del
mundo de los hijos de Dios, como lo había profetizado Juan el Bautista
cuando vio a Jesús y dijo: Ved al Cordero de Dios el que quita el
pecado del mundo, como pueden corroborar leyendo en la biografía de
Jesús escrita por Lázaro de Betania, el discípulo amado, cuyo libro ha sido
llamado erróneamente Juan 1:29.
Como
habrán observado en el escrito, he subrayado dos palabras, el verbo: “quita”
y la expresión: “el pecado”. El verbo griego “airón”,
significa: “quitar, levantar y llevarse consigo”, lo
cual implica que Cristo quitó, levantó para
siempre de nosotros la naturaleza de pecado y se la llevó consigo para que
conforme al nuevo pacto nunca más Dios se acordara de vernos a nosotros en esa
naturaleza, ¡ABBA PADRE! La expresión “el pecado”
por su parte, si te fijas, está en
singular, porque no está refiriéndose a las obras muertas de la carne, sino a
Adán o diablo, como figura alegórica de la naturaleza de pecado en que fuimos imputados todos los hijos
de Dios, para ser muertos o separados momentáneamente de él.
Dije
anteriormente que el apóstol Pedro hablaba de perdón de pecados en plural refiriéndose a
las obras muertas, mas sin embargo, Cristo quitó el pecado, lo cual está en singular, porque
él mató la naturaleza de pecado que produce las obras muertas, mató en Jesús la
mente o conciencia que estuvo angustiada hasta la muerte, a la que hizo
obediente hasta la muerta. Por eso dejó en la
impotencia al viejo Adán, al alma viviente que produce las obras de la carne,
al diablo o conciencia acusadora o calumniadora que nos mantenía muertos o separados de Dios.
Leamos
ahora en la carta a los Colosenses 2:13-15, donde el apóstol Pablo nos revela lo que Cristo hizo
con el pagaré de nuestra deuda contraída en Adán. [13] Y a vosotros, muertos
estando en los delitos y en la incircuncisión de la carne de vosotros, os
con vivificó con él, perdonándoos todos los delitos; [14] cancelando
el pagaré contra nosotros en decretos, que nos era hostil, y lo ha quitado
de en medio, clavándolo en la cruz; [15] despojando
a los principados y a las potestades, los exhibió en público,
al triunfar sobre ellos en ella.
Cuando
estábamos muertos o separados por medio de la conciencia en la naturaleza del
primer Adán, el de la imagen terrestre, éramos incircunciso de la carne,
estábamos desvestido como alma viviente. En Adán estábamos vestidos de hojas
u obras de justicia propia, de inmundicia en la naturaleza del destruidor,
vestidos en la justicia que era de acuerdo a la ley o antiguo pacto. Pero ¿saben
una cosa? La ley de Moisés lo que hacía era que nos mostraba
como trapos inmundo delante de Dios, como enseña el libro del profeta Isaías 64:6 que dice: Toda
nuestra justicia era como trapo de inmundicia.
Pero
en la circuncisión de Cristo fuimos vivificados en él. Por eso el pagaré que
fue Jesús como Cordero de Dios, canceló nuestra deuda para siempre al ser sacrificado
como el Cordero de Dios. Su ofrenda única y suficiente despojó a los
principados, a los administradores de la ley, el sistema sacerdotal
religioso que eran hombres débiles como revela el apóstol en la carta a los Hebreos 7:28 que
dice: Porque la ley a hombres constituye sumos sacerdotes que tienen
debilidad, mas la palabra del juramento posterior a la ley, al
Hijo hasta el siglo habiendo sido perfeccionado. La palabra del juramento
posterior a la ley fue dada por el profeta David en el Salmos 110:4 cuando dice:
Juro el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el
orden de Melquisedec. Esas palabras son las confirmada por la revelación del apóstol
Pablo en la carta a los Hebreos 7:21 y que están directamente relacionadas con el verso 21 anteriormente citado que
dice: mas éste con juramento mediante el que dice a él: Juró el Señor
y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote hasta el siglo. Todos en
la cristiandad tradicional siguen viendo a Jesús Cristo oficiando como sumo
sacerdote. Pero conforme a esto último citado de lo revelado por el apóstol
Pablo, Cristo fue Sumo
sacerdote solamente hasta que terminó el mundo viejo, la vieja tierra y los
viejos cielos, que es lo mismo que la ley o antiguo pacto que llegó a su fin en
el año 70.
Cristo,
por tanto, despojó
a las potestades o los poderosos del sistema religioso judío como eran
los fariseos, saduceos, etc., que desaparecieron para siempre en su oficio
delante de Dios. Los exhibió en público
porque su juicio fue visto por todas las naciones, que fueron testigos de su gran
destrucción en el año 70. Finalmente, la expresión: “triunfar
sobre ellos en ella”, fue el triunfo del Cordero de Dios en ella, la cruz,
porque se tomó la copa completa y resucitó procedente de los muertos, es decir,
cargando el pecado de nosotros, procedió de en medio de nosotros vivo.
Por tanto, cuando llegó el cumplimiento del tiempo de su ministerio, como declara el libro según Lucas 3:23, Jesús al comenzar su ministerio era como de 30 años y entonces comenzó a predicar el evangelio del reino. Pero veamos varias citas que así lo confirman. Leamos primero en el libro según Mateo 4:12 Y habiendo oído que Juan había sido encarcelado se marchó a Galilea. A partir de ese momento, según nos declara el libro según Mateo 4:17 se nos informa que: Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Arrepentíos; pues se ha acercado el reino de los cielos.
También el libro según Marcos 1:14-15 nos da testimonio cuando declara: Y después de ser entregado Juan, vino Jesús a Galilea proclamando el evangelio de Dios; [15] y diciendo: Se ha cumplido el tiempo y se ha acercado el reino de Dios; arrepentíos y creed en el evangelio. Les he subrayado la palabra “arrepentíos” en griego “metanoeîte”, la misma palabra usada en Hebreos 6:1 arrepentimiento de obras muertas, en griego “metanoías”) y por el apóstol de la circuncisión Pedro conforme al libro de los Hechos 2:38 “arrepentios” en griego “metanoésate”, que es la misma palabra en todos los casos salvo por las declinaciones de los tiempos verbales. Esa palabra era una invitación a "cambiar la forma de pensar", como preámbulo a la nueva mente o conciencia que nos iba ser dada en Cristo como nueva creación en él.
Se nos dice que Jesús comenzó predicando el evangelio a los pobres, como enseña el libro según Mateo 11:4-6 Y respondiendo Jesús, le dijo: Yendo, informad a Juan de las cosas que oís y veis: [5] Ciegos recobran la vista y cojos andan, leprosos son limpiados y sordos oyen, y muertos son levantados y pobres son evangelizados; [6] y dichoso es cualquiera que no sufre tropiezo en mí. Lucas 7:22 informa exactamente lo mismo que el verso anterior: los pobres que eran evangelizados eran “los pobres de Espíritu”.
Son los mismos pobres en Espíritu que son mencionados en el libro según Mateo 5:3 cuando dice: Dichosos los pobres en el Espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. También son los mismos pobres mencionados en el libro según Lucas 4:18 con motivo de comenzar su ministerio como el Mesías Príncipe, al leer en el libro del profeta Isaías 61:1-2. En esa ocasión Jesús leyó la porción que dice: El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ungió para evangelizar a los pobres, me ha enviado a proclamar a los cautivos libertad y a los ciegos recuperación de la vista, para enviar a los oprimidos en libertad. Fíjense mis amados, que dice proclamar a los cautivos o presos libertad. Precisamente Juan el Bautista estaba preso por el rey Herodes, quien eventualmente lo mandó a decapitar. Pero no era a ese tipo de preso que se refería la profecía, sino de los presos o cautivos en la cárcel o naturaleza de pecado. Se refería a los presos en el alma viviente, en el viejo Adán, en el hombre fuerte que fue atado y le quitaron el despojo. Se refería a la cárcel de la mente o conciencia adversaria o egocéntrica que mantiene al animal humano preso en sus propio problema existencial, sin alcanzar ha entender el por qué de todas estas cosas, como declara Jesús en el libro según Lucas 11:21-22 cuando dice: Cuando el hombre robusto bien armado (el primer Adán como animal humano con conciencia egocéntrica despierta) defiende la casa propia, (la conciencia terrenal) en paz están los bienes suyos. [22] Cuando, empero, uno más robusto (el Cristo como segundo Adán) que él viniendo vence a él, la armadura suya quita, en la cual había confiado, y los despojos suyos reparte.
El día que marcó el comienzo del ministerio de Jesús, leyó: el Señor me ungió y
la
Unción es el Espíritu como muy bien declara
Lázaro el discípulo amado en su única carta llamada por error 1ra carta de Juan 2:20 cuando dice: Y vosotros Unción
tenéis de parte del Santo. Jesús en los días de su carne era el Mesías
príncipe profetizado por Daniel 9:25. La palabra Mesías o Ungido que
es el Espíritu, es la palabra que traducimos en español como Cristo, eso lo
enseña Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 1:41 donde se nos declara que Andrés: Encontró primero al
hermano suyo Simón y le dijo: Hemos hallado al Mesías (lo que es interpretado:
Cristo). Jesús en los días de su carne fue enviado a evangelizar por tanto a los
pobres de Espíritu de la casa de Jacob, proclamar libertad a los esclavos de la
ley o antiguo pacto, a dar vista a los ciegos espirituales y libertar de la cárcel
del pecado o viejo Adán a los que estábamos presos en esa naturaleza, siendo
las obras que se veían físicamente una señal de quien era que estaba en la
tierra, como profetizó Isaías en varios ocasiones, de las que citaré varias
de ellas.
* Isaías 25:9 Y se dirá en aquel día:
He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará;
este es el Señor a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su
salvación.
*
Isaías 29:18-19 En aquel tiempo los
sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio
de la oscuridad y de las tinieblas. [19] Entonces los humildes (o
pobres en Espíritu) crecerán en el Señor, y aun los más pobres de los
hombres (de nuevo los pobres en Espíritu) se gozarán en el Santo
de Israel.
*
Isaías 33: 22 Porque el Señor es
nuestro Juez, el Señor es nuestro Legislador, el Señor es nuestro Rey; el
mismo nos salvará.
* Isaías 35:4-6 Decid a los de corazón apocado (de nuevo los pobres en Espíritu): Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. [5] Entonces los ojos de los ciegos sean abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. [6] Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo... Esa fue la contestación que Jesús envió a Juan el Bautista cuando le mandó a preguntar que si él era el Dios de Israel o había que esperar a otro.
Por último te citaré Isaías 43:10 que dice: Vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy él; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Por medio del profeta Isaías, el Espíritu de Cristo que estaba en Isaías profetiza que se daría a conocer por medio de un siervo, Jesús en los días de su carne, para que conocieran, creyeran y entendieran que Dios mismo estaba aquí en el planeta tierra. Ese es el significado de la expresión que he subrayado: “yo mismo soy él”.
Amados,
es necesario que entiendan también, que debido a que Jesús en los días de su
carne tenía
que cumplir la ley perfectamente, su ministerio fue estrictamente sólo para las
ovejas de la casa de Jacob: el Israel natural, como él mismo
declaró en Mateo 15:24 Y él (Jesús en los días de su carne) respondiendo,
dijo: No fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. El
apóstol revela en 1 a los Corintios 15:46 mas
lo espiritual no es primero, sino lo natural. Por eso cuando unos
griegos o gentiles lo estaban buscando, Jesús dijo conforme a Lázaro, el
discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 12:32 Y
yo si soy levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
En otras palabras: Y yo Jesús, si soy
muerto (dos veces, en mi cuerpo y en mi alma) en la cruz seré levantado o suscitado en el Espíritu, entonces a todos,
incluyendo a los gentiles, atraeré a mismo como Jesús Cristo.
Por tanto, era menester que Jesús en los días de su carne fuera levantado y quitado. Es
menester que entiendan, que nosotros somos el cuerpo de Cristo en este
planeta. Veamos como nos lo revela el apóstol Pablo. En Romanos 12:4-5 nos
declara: Porque así como en un solo cuerpo muchos miembros tenemos, mas
los miembros todos no la misma función tienen, [5] así los
muchos un solo cuerpo somos en Cristo, y cada uno miembros unos de los otros.
Continúa
el verso 10 de Colosenses capítulo 2 declarando: y estáis en él (Cristo) completos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad,
y el verso [11] en quien (en
Cristo) también fuisteis
circuncidados con circuncisión no hecha a mano, por el despojarse del cuerpo
de carne (el hombre Jesús muerto en la cruz físicamente y como
conciencia terrenal), en la circuncisión de Cristo. Finalmente nos revela el apóstol
Pablo que nosotros el cuerpo de Cristo fuimos circuncidados, se nos quitó el
cuerpo de carne o naturaleza de Adán: el alma. La circuncisión de Cristo
ocurrió diferente a como ocurría en la sombra o figura de la circuncisión que
se hacía en la ley, que se cortaba la carne del prepucio del hombre en forma
natural.
Nosotros
fuimos despojados delante de Dios de ese cuerpo mediante la única ofrenda que
fue necesaria realizar, quitar el cuerpo y sangre: el alma y el cuerpo físico
de Jesús, matándolo en la cruz para imputarnos su muerte y luego su resurrección.
Pero fue profetizado, que el cuerpo físico de Jesús no padeció corrupción
como ocurre con el nuestro. Eso es lo que el apóstol Pablo nos revela como la
circuncisión de Cristo, que él se despojó de la carne y de la sangre. Cristo
que es Dios mismo, es Espíritu. Si amados,
Cristo es el Espíritu Eterno o Espíritu
Santo, como revela 2 a los Corintios 3:17 que revela: Pero
el Señor el Espíritu es. Eso somos nosotros en nuestra nueva creación
guardada en estas vasijas de arcilla. En el nuevo pacto Dios mora en nosotros
plenamente. Cuando somos desvestidos del cuerpo físico o la sangre como llama
el apóstol a nuestro cuerpo físico, entonces estamos en la plenitud de Dios,
en nuestro cuerpo espiritual glorificado como está el apóstol y todos los
hermanos que nos han precedido.
Jesús
en los días de su carne vino en medio de la primera parte del rebaño solamente, a los judíos,
el primer pueblo. Estando en medio de ellos anunció que él traería al otro
pueblo, a la otra parte del rebaño llamada gentiles en cuanto a la carne, para
hacer un solo pueblo o rebaño. Leamos sus palabras registradas en la biografía
según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 10:16 que dicen: Y otras ovejas tengo que no son del redil
este; también aquellas es menester que yo traiga, y la voz de mí oirán, y
llegará a ser un rebaño y un pastor. El Señor hizo
de los dos pueblos: judíos y gentiles, un solo pueblo, quitando la ley o
antiguo pacto, que era la pared intermedia que los separaba, como revela
Efesios 2:14. Para los judíos hubo el Pastor Jesús en los días de su carne, para la Iglesia
formada de ambos pueblos hay el Pastor Jesús Cristo.
Eso
que acabamos de citar de Efesios2:14 revelado por el apóstol Pablo, dice:
Porque él es la paz de nosotros, el que hizo a ambos uno y la pared intermedia
de partición derribando, la enemistad, en la carne de él. El cumplimiento de
esa labor fue hecha por Jesús Cristo por medio de Pablo, el único apóstol que
llamó como Jesús Cristo. Pablo le juntó a judíos y gentiles en un solo rebaño
por medio de la revelación o Evangelio de la Gracia. Recuerda amado bendecido
del Señor lo que revela el apóstol Pablo en Romanos 10:4 El fin de la ley es Cristo.
Jesús
en los días de su carne sólo predicó el evangelio de la circuncisión a Israel en
la carne, pero no así al Israel espiritual, por eso revela el apóstol
en 2 a los Corintios 5:16 ...y aun si hemos conocido según la carne a
Cristo, pero ahora ya no le conocemos así. Jesús en los días de su carne conforme a
Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 16:7 dijo: Pero yo la verdad os digo, os conviene que yo me vaya.
Porque si no me voy, el Consolador de ningún modo vendrá a vosotros;
pero si me voy, lo enviaré a vosotros. En el otro que vendría tras de
Jesús en los días de su carne se manifestaría el Consolador: el Espíritu quien es Cristo
el Señor.
Jesús en los días de su carne fue el primer marido. El primer marido atado por la ley que
tuvo que morir para que la mujer, la Iglesia, se casara con el otro, con el que
suscitó de los muertos, Jesús Cristo, que hizo su obra a través del apóstol
Pablo. Leamos esa revelación en Romanos 7:1-6. ¿O ignoráis, hermanos,
porque a los que conocen la ley hablo, que la ley se enseñorea del hombre por
todo el tiempo que vive? [2] Porque la mujer casada al marido que
vive está sujeta por la ley; mas si muere el marido, queda desligada de la ley
del marido. [3] Por consiguiente, viviendo el marido, adúltera
será llamada si se allega a otro varón diferente; mas si muere el marido,
libre es de la ley, para no ser ella adúltera al haberse allegado a otro varón
diferente. [4] Así que, hermanos de mí, también vosotros
fuisteis muertos a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que llegaseis a ser
vosotros de otro diferente, del que de los muertos fue levantado, para que
llevemos fruto para Dios. [5] Porque cuando estábamos en la
carne, las pasiones de los pecados que son mediante la ley, actuaban en los
miembros de nosotros para llevar fruto para muerte; [6] mas ahora
fuimos desligados de la ley, habiendo muerto a aquello en lo cual éramos
retenidos, de modo que sirvamos nosotros en novedad de Espíritu y no
en antigüedad de letra.
El
otro que vendría tras Jesús en los días de su carne, nos revelaría todas las cosas,
eso fue lo que declaró Cristo en los días de su carne. Leamos tres citas todas
registradas en la biografía de Jesús según
Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es
llamado por error
Ø
La cita
14:25-26 Estas cosas he hablado estando con vosotros; [26] pero
el Consolador, el Espíritu Santo, al que enviará el Padre en el nombre
de mí, él os enseñará todas las cosas y os recordará todas las cosas que
yo os dije.
Ø
Y
por último leamos la cita 16:7-10. Pero yo a la verdad os digo, os conviene
que yo me vaya. Porque si no me voy, el Consolador de ningún modo vendrá
a vosotros; pero si me voy, lo enviaré a vosotros. [8] Y al venir
él redargüirá al mundo acerca de pecado y acerca de justicia y acerca de
juicio; [9] acerca de pecado, porque no creen en mí;
[10] acerca de justicia, porque al Padre voy y ya no me veis; [11]
y acerca de juicio, porque el gobernante del mundo este ha sido juzgado.
De
acuerdo a las palabras de Cristo en los días de su carne, el otro que vendría
detrás de él redargüiría al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
1.
Es el apóstol Pablo quien
redarguye al mundo que vive en
religiosidad de pecado porque no creen por fe en Jesús Cristo. Pablo
nos enseña que ya no hay pecado delante de Dios, aunque el sistema
religioso se empeña afanosamente y continúa enseñándole a los niños en
Cristo que todavía hay pecado, porque enseña a los creyentes en el
fundamento de la circuncisión puesto por Cefas: Arrepentíos y bautícese cada
uno en agua conforme al bautismo de Juan. Recuerden que el apóstol Pablo te
revela en Hebreos 10:10 Hemos sido santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesús Cristo una vez y para siempre. Y otra vez en Hebreos
10:18 Donde hay perdón de estas cosas, ya no hay más ofrenda por el
pecado.
2.
También el apóstol Pablo redarguye
al mundo religioso de justicia, por cuanto Cristo al
terminar su ministerio de Hijo de Dios o Hijo del Hombre en Jesús en los días de
su carne
para nuestra salvación, no volverá mas a este mundo, ver lo escrito
por
Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es
llamado por error
Juan
14:18-19. Eso es lo que el apóstol Pablo nos enseña en todas sus 15 epístolas,
Cristo
vive en nosotros por el Espíritu.
3.
Por ultimo, el apóstol Pablo redarguye
al mundo incrédulo a la palabra de justicia de juicio porque antes
del apóstol revelarnos todos los misterios que estaban ocultos, y que por
él fueron revelados, el diablo que era el príncipe del mundo viejo de la
ley o Antiguo Pacto, mundo en que vivió Jesús en los días de su carne y el apóstol
Pablo, ya había sido juzgado por la muerte de Jesús en la cruz.
Solamente
el apóstol Pablo afirma que a él y su apostolado le fueron revelados y dados a
administrar los misterios Dios que estuvieron escondidos desde antes de los tiempos
de los siglos como es afirmado en:
1
a los Corintios 4:1 Así a nosotros considere todo hombre como servidores
de Cristo y administradores de misterios de Dios.
Efesios
3:2-4 Si ciertamente oísteis la administración de la gracia de Dios dada
a mí para con vosotros, [3] que conforme a revelación fue
dado a conocer a mí el misterio, como escribí antes en breve, [4]
con relación a lo cual podéis leyendo daros cuenta del entendimiento
de mí en el misterio de Cristo.
Efesio
6:19 Y a favor de mí, para que me sea dada palabra en el abrir de la boca de mí,
con denuedo para dar a conocer el misterio del evangelio.
Colosenses
4:3 Orando juntamente también acerca de nosotros, para que Dios nos abra
una puerta de la palabra para hablar el misterio de Cristo, a causa del cual
ciertamente he sido atado.
Aun
el apóstol de la circuncisión Cefas que tuvo acceso a los escritos del apóstol
Pablo, dio testimonio de los misterios revelados por él, cuando dice en 2 Pedro
3:15-16 Y la salvación paciente del Señor de nosotros considerad, como
también Pablo el amado hermano de nosotros según la sabiduría que le ha sido
dada os escribió, [16] como también en todas sus epístolas,
hablando en ellas de estas cosas, (Pedro estaba profetizando de los
nuevos cielos y la nueva tierra: versos 10-14) en las cuales hay algunas
cosas que los indoctos e inconstantes tuercen como también las demás
Escrituras para la propia perdición de ellos.
Por tanto amados, fue
al apóstol Pablo al único a quien Cristo escogió y llamó como apóstol
después de confirmar este Nuevo Pacto, para revelarnos el misterio del evangelio de
la gracia o evangelio de Cristo, evangelio que era conocido al principio como el
evangelio de la incircuncisión. Recuerden bendecidos, Jesús en los días
de su carne
llamó a los doce antes de confirmar el Nuevo Pacto, los llamó bajo la ley o
Antiguo Pacto: la circuncisión. Jesús en los días de su carne vivió bajo y
conforme al pacto de la ley hasta su muerte en la cruz, condiciones indicadas en
ese pacto que tenía que
cumplir a plenitud.
Pedro
fue confirmado como apóstol de la circuncisión después de la resurrección de
Jesús como Jesús Cristo. El confirmaría a sus compañeros, pero sólo
para las ovejas de la circuncisión. En la biografía según Lucas 22:31-32 se
nos informa la profecía de esa confirmación por Jesús cuando que dice: Simón,
Simón, mira que Satanás reclamó a vosotros para zarandear como al trigo;
[32] yo, empero rogué por ti para que no desfallezca la fe tuya; y tú, cuando
te conviertas, fortalece a los hermanos tuyos (los
otros apóstoles de la circuncisión)
La
cita 21:15-17 por su parte nos informa la confirmación después de la
resurrección: Cuando pues, desayunaron, dice a Simón Pedro Jesús: Simón
hijo de Juan, ¿me amas en ágape el amor del Espíritu
más que éstos? Le dice: Sí, Señor, tú
sabes que te amo filialmente o te tengo afecto? Le
dice: Apacienta los corderos de mí o judíos de la circuncisión.
[16] Le dice de nuevo por segunda vez:
Simón hijo de Juan, ¿me amas en ágape el amor
del Espíritu? Le dice: Sí Señor, tú sabes que te amo filialmente
o te tengo afecto. Le dice: Pastorea las ovejitas de mí o
judíos de la circuncisión. [17] Le dice la tercera vez: Simón hijo
de Juan, ¿me amas filialmente o me tienes afecto? Se
entristeció Pedro de que le dijo por tercera vez: ¿me amas
filialmente o me tienes afecto? Y le dijo: Señor, tu
sabes todas las cosas, tu conoces que te amo filialmente
o te tengo afecto; le dice Jesús: Apacienta las ovejitas de mí
o judíos de la circuncisión.
Por
eso, Pedro en su primer discurso a las ovejas de Israel, presentó
a Jesús resucitado y como hecho Señor y Cristo.
Leamos su registro en Hechos 2:36 cuando Pedro dijo: Con
seguridad, pues conozca toda la casa de Israel que Señor a él y también
Cristo le
hizo Dios a este Jesús a quien
vosotros crucificasteis.
Esa es la razón de las palabras de Pablo en Gálatas 2:6-9 que dicen: [6] Pero
de parte de los que parecían ser algo, (los doce apóstoles de Jesús
en los días de su carne) cuáles entonces eran, nada me importa; el rostro de Dios el
hombre no recibe, a mí, pues, los que parecían, nada añadieron, [7] sino
que, por el contrario, viendo que me ha sido confiado el evangelio de la
incircuncisión, como a Pedro para el apostolado de la circuncisión,
[8] pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión,
actuó también en mí par con los gentiles, [9] y conociendo la
gracia dada a mí, Jacobo y Cefas y Juan, los que parecían columnas ser,
derechas dieron a mí y a Bernabé de comunión, para que nosotros a los
gentiles y ellos a la circuncisión.
Recuerden
amados, Jesús Cristo llamó a Pablo, no Jesús en los días de su carne y Jesús Cristo
confirmó a Pedro delante de los demás para la circuncisión solamente,
apostolado que terminaría en el año 70 cuando echaron a la esclava y su hijo,
que eran figura de la ley y el judaísmo representado por el pueblo natural, la
ciudad de Jerusalén y su templo de piedra hecho a mano, fuera de la casa del
Padre.
Por tanto mis amados, el hombre Pablo,
era el otro que vendría detrás del hombre Jesús.
Pablo no hablaría por su propia cuenta, así lo leímos
anteriormente en la biografía según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es
llamado por error Juan 16:13. Así lo confirmó Pablo mismo
en 1 a los Corintios 2:2 cuando dice: Pues decidí nada conocer entre
vosotros sino a Jesús Cristo, y a este crucificado. [3] Y yo
en debilidad y en temor y en temblor mucho me llegué a vosotros; [4] y
el discurso mío y el anuncio mío no fue en sabiduría de
palabras persuasivas, sino en demostración de Espíritu y de poder, [5]
para que la fe vuestra no esté en sabiduría de hombres, sino en poder de
Dios. En 1 a los Tesalonicenses 2:4 por su parte nos afirma: Sino que
tal como hemos sido aprobados por Dios, para que se nos confiase el evangelio,
así hablamos, no como a los hombres agradando, sino a Dios que prueba los
corazones de nosotros..
Siendo que solamente vendría otro después
que Jesús fuera quitado en la carne, por eso té testifico, solamente el apóstol
Pablo fue el único apóstol llamado por Jesús Cristo para el nuevo pacto.
Todos esos que desde Pablo hasta este tiempo del año 2001 dicen ser apóstoles,
son falsos en cuanto al apostolado se refiere porque ya nadie más puede poner
otro fundamento que el que está puesto. El reino de Dios no es un reino
humano, es un reino espiritual al que se le dejaron todos los escritos o
instrucciones. Jesús en los días de su carne llamó a los doce del apostolado de la
circuncisión para el cierre de la ley o antiguo pacto, su misión era anunciar
en medio de las ovejas del Israel natural que el reino de Dios se había
acercado, como puedes verificar en la porción de la biografía según Lucas
10:3-11.
De
Pablo, según registra Hechos 9:15-16, Cristo le dijo a Ananías: [15] Ve,
pues vaso de elección me es éste para llevar mi nombre delante
de las naciones y también de reyes y de hijos de Israel;
[16] porque yo le mostraré cuántas cosas es menester que él a favor de
mi nombre padezca. Por eso, según registra Colosenses 1:24, el apóstol
Pablo dijo de sí mismo: Ahora me
gozo en los padecimientos en pro de vosotros y estoy completando lo que
falta de las aflicciones de Cristo en la carne.
Es
menester que conozcas ambos apostolados fueron profetizados en la ley y los
profetas. El ministerio del apóstol Pablo fue profetizado por el profeta Isaías
49:1-6. Leamos la cita: [1] Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos.
YHWH me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo
mi nombre en memoria. [2] Y puso mi boca como espada aguda,
me cubrió con la sombra de su mano; me puso por saeta bruñida, me guardó en
su aljaba; [3] y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en
ti me gloriaré. [4] Pero yo dije: Por demás he trabajado, en
vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de
YHWH, y mi recompensa con mi Dios. [5] Ahora pues, dice YHWH, el
que me formó en el vientre para hacer volver a Israel (porque estimado
seré en los ojos de YHWH, y el Dios mí será mi fuerza); [6] dice:
poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob,
y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de
las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Leamos el testimonio de su cumplimiento en Gálatas 1:15, Pero cuando tuvo a bien a el que me separó desde el vientre de la madre de mí y me llamó mediante la gracia de él. En Hechos 13:47, Porque así nos ha mandado el Señor: Te he puesto para luz de los gentiles, para que seas tú para salvación hasta lo último de la tierra. Leamos también Hechos 22:21 Y a mí dijo: ¡Ve!, porque yo a los gentiles lejos te enviaré. Y Hechos 26:15-18. Y yo dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo Soy Jesús a quien tu persigues. [16] Pero levántate y ponte sobre los pies de ti; porque para esto me aparecí a ti, para designarte ministro y testigo no sólo de las cosas que me viste, sino también de aquellas en que me apareceré a ti, [17] librándote del pueblo y de los gentiles a los que yo te envío.
También las palabras de Cristo a Ananías citadas en Hechos 9:15-16 confirma el llamado de Pablo como último testigo o apóstol y único para el nuevo pacto: Pero dijo a él el Señor: Ve, pues vaso de elección me es éste para llevar el nombre de mí delante de las naciones y también de reyes y de hijos de Israel; [16] porque yo le mostraré cuántas cosas es menester que el a favor del nombre de mí padezca.
Jesús
en los días de su carne dijo de sí mismo según registra Lázaro, el discípulo
amado, cuyo libro es llamado por error Juan 5:30, 7:15-18 y 12:49 que él
nada hacía por sí mismo, sino que el Padre o Espíritu que es el
Cristo que moraba en él, era el que hacía y decía todas las cosas
por medio de él. Esa también es la razón por la que el apóstol dijo
de sí mismo según registra Gálatas 2:20: Con
Cristo he sido con crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, por fe del Hijo de Dios
lo vivo, que me amó y se entregó a sí mismo a favor de mí.
Amados, no era Pablo revelando y diciendo lo que él creía, era Cristo en el apóstol
Pablo completando todo lo que faltaba.
También
en 1 a Timoteo 1:15-16 nos revela Pablo nuestro apóstol: [15] Fiel es la palabra y de toda aceptación digna, que Cristo Jesús
vino al mundo a salvar pecadores, de los que el principal soy yo;
[16] pero por esto me fue otorgada
misericordia, para que en mí el principal mostrase Jesús Cristo toda
paciencia, para modelo de los que van a creer en él para vida eterna.
Es una de las razones de las palabras del apóstol invitándonos a imitarlo a él
como modelo, como él imita a Cristo; porque el apóstol es el único modelo
en el Nuevo Pacto para imitar a Cristo, y sólo ocurre por la predicación del
Evangelio de la Gracia, como enseña 1 a los Corintios 11:1 Imitadores
de mí haceos, como también yo de Cristo.
Jesús
en los días de su carne ministró en medio de los judíos solamente,
a quienes llamó las ovejas perdidas de la casa de Israel en Mateo 15:24. Los reconoció
como descendencia o simiente natural de Abraham en lo escrito por Lázaro, el
discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 8:37. El pueblo de
Israel de los días de Jesús en la carne y del apóstol e identificado como la
casa de Ismael, según revelado por el apóstol Pablo en la porción de Gálatas
4:21-31. Jesús en los días de su carne comenzó la predicación del evangelio de la
circuncisión para los judíos. Por eso en una ocasión le dijo a una mujer
siro-fenicia: Deja primero que sean saciados los hijos; porque no es está
bien tomar el pan de los hijos y a los perrillos (los gentiles) echarlo,
Marcos 7:25-27. Ese fue el evangelio que Jesús en los días de su carne le encargó a los
doce administrar para el cierre de la ley o antiguo pacto, de cuyo apostolado
Pedro era el principal. A los doce ya Jesús les había dado instrucciones muy
precisas según lo registra la biografía según Mateo 10:5-6 que dice: A
un camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de Samaritanos no entréis;
6 sino marchad más bien hasta las ovejas las perdidas de la casa de Israel.
Vuelvo
y te repito: para llevar el evangelio a los hijos en medio de los gentiles,
el otro rebaño, el otro pueblo, el Señor llamó a Pablo como único apóstol y
le dio el evangelio de la incircuncisión por medio del apostolado de la
incircuncisión. En 2 a los Corintios 5:18-19 el apóstol nos revela que ese
ministerio o apostolado que él recibió se llama: el Ministerio o
Apostolado de la Reconciliación, porque por medio de
la palabra de la reconciliación, ambos pueblos vinieron a ser uno en Cristo.
Por eso es que nosotros simplemente estamos siguiendo las instrucciones dadas
por el sabio arquitecto ahora en este tiempo. Ahora sobreedificamos con oro,
plata y piedras preciosas, el Evangelio de la Gracia para el Nuevo Pacto.
Leamos lo revelado por Pablo nuestro apóstol en la cita de 2 a los Corintios
5:18-19 Y todas las cosas provienen
de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio el
MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN, [19] a
saber, que Dios estaba en Cristo al mundo reconciliando consigo mismo, no teniéndoles
en cuenta las transgresiones de ellos, y PONIENDO EN NOSOTROS LA PALABRA DE LA
RECONCILIACIÓN.
En
el evangelio de la circuncisión o el otro evangelio, predicado por los
doce que era para el cierre de la ley o antiguo pacto, se guardaba el
día de reposo, se bautizaba en agua, se abstenían de comer
ciertos alimentos, ayunaban, se visitaba el templo de Jerusalén,
y todo tipo de obras para la carne, como practican los niños en Cristo
de hoy en el sistema religioso. Al principio, los doce tuvieron problema con el
sistema religioso judío, pero finalmente se acomodaron en cierta manera a las
exigencias de la ley de los fariseos que creyeron, los sacerdotes y los ancianos
de Israel, por lo que en un momento dado quisieron obligar a los gentiles a
judaizar, ver ejemplo la corrección que le hizo Pablo a Cefas y a Bernabé en Gálatas
2:14 que dice: Pero cuando vi que no andaban correctamente con la verdad
del evangelio, dije a Cefas delante de todos: Si tú, judío siendo, como gentil
y no como judío vives, ¿cómo a los gentiles compeles a judaizar?
El
evangelio de la incircuncisión o evangelio de la gracia,
predicado por el apóstol Pablo que es para el nuevo pacto, nos enseña
en Efesios 2:8: somos salvos por gracia simplemente por creerlo por fe sin
ninguna obra de la ley. Hebreos 10:14 nos enseña que: Somos perfectos
delante de Dios, por medio de una sola ofrenda hecha por Cristo. Efesios
1:4, 5:27 y Filipenses 2:15 nos revelan que: Somos sin pecado y sin mancha.
Y Colosenses 2:16-17 y 2:20-23 que No guardamos días, ni fiestas, ni
tenemos necesidad de abstenernos de alimentos,.
Somos
escogidos o predestinados de Dios, Romanos 8:28-33. Somos los verdaderos hijos de
Abraham, Romanos 9:8. Somos salvos porque Dios tuvo misericordia de
nosotros, Romanos 9:15-16, por lo que somos de los vasos que fueron
preparados para gloria, Romanos 9:23-24. Estamos resucitados porque la
resurrección es en el Espíritu, Efesios 2:6, Colosenses 2:12 y 3:1. somos
embajadores de Cristo, 2 a los Corintios 5:20. Somos reyes y señores,
1 a Timoteo 6:15. Somos el cuerpo de Cristo, 1 a los Corintios 12:27,
Efesios 1:23, 2:16, 5:23 y Colosenses 1:18. El apóstol nos revela en Hebreos
12:23 que somos la Iglesia de los
primogénitos inscritos en el censo de los cielos y los espíritus de los justos
que han sido hechos perfectos o completados.
Nosotros
discernimos las cosas de Dios en el Espíritu y no por la carne que es por
la ley, porque tenemos la mente de Cristo, 1 a los Corintios 2:12-16. Somos
dioses aunque tuvimos que morir como hombres, Deuteronomio 10:17, Salmos
82:6 y biografía según el discípulo amado 10:34. Esa es la razón por la que fuimos
destituidos o hallados faltos de la gloria de Dios, porque todos pecamos o
fuimos partícipes del cuerpo de muerte de Adán, Romanos 3:23. Recuerda
que nos revela el apóstol en Efesios 2:1-3 que nosotros
éramos por naturaleza, hijos de ira, como también los demás.
Por
esa razón, Cristo nuestro Padre vino
a la tierra y participó de carne y sangre en Jesús igualmente, para
destruir al que tenía el imperio o poder de la muerte espiritual, esto es al
diablo (el primer Adán), Hebreos 2:14. El
diablo es el homicida del principio, biografía según Lázaro, el
discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 8:44; el
destruidor, Isaías 54:16, en quien todos morimos en un solo día,
el primer Adán, 1 a los Corintios 15:22. ¿Entiendes ahora porque Jesús
en los días de su carne fue levantado en la cruz como serpiente y se hizo maldición por
nosotros?, conforme informan su biografía segun Lázaro, el discípulo amado,
cuyo libro es llamado por error Juan 3:14-15, Números 21:8, Génesis 3:13 y Gálatas
3:14.
Jesús
en los días de su carne anunció que el evangelio
en los días de la transición entre los dos pactos sería predicado a las
naciones de esos días para testimonio, antes de que viniera el fin de la ley o
antiguo pacto, biografía según Mateo 24:14. El
fundamento en ambos evangelios (el de la circuncisión y el de la incircuncisión)
fue el mismo: Jesús es el Cristo y es el Señor. Solo que el
fundamento del evangelio de la circuncisión puso además el fundamento de
arrepentimiento de las obras muertas.
El
apóstol Pablo comenzó a predicar el
evangelio de la promesa hecha a los padres: Abraham,
Isaac e Israel, Hechos 13:32. También dijo que era
necesario que él terminara su carrera dando testimonio de la gracia de Dios
en Hechos 20:24. En su saludo en Romanos 1:1 nos informa que fue
llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.
También
nos revela que Dios juzgaría a los
hombres conforme a su evangelio en Romanos 2:16. Por
eso, el apóstol Pablo redarguye
al mundo de juicio. También nos dice que predicó el evangelio gratuitamente en 1 a los Corintios 9:18.
En 2 a los Corintios 4:3 el apóstol señaló muy claramente, que si
el evangelio de la gracia estaba aún encubierto o tapado, era para los que se
pierden esta gracia.
También
les hizo saber a los hermanos de los días de su ministerio en la tierra en Gálatas
1:11, como hoy a nosotros a través de esa revelación que nos dejó escrita,
que su evangelio no es según hombre.
El
apóstol estaba maravillado que
tan pronto ellos se estaban alejando para seguir un evangelio diferente, para
seguir el evangelio de la circuncisión, el evangelio predicado por los doce,
que es prácticamente el evangelio que predica todo el sistema religioso de hoy,
Gálatas 1:6.
El apóstol Pablo, fue puesto por Cristo mismo, para la defensa del
evangelio de este pacto, el evangelio de la gracia de Dios,
Filipenses 1:7. Fue a Pablo que
Cristo escogió para dar a conocer el misterio del evangelio, Efesios
6:19. Por eso ahora podemos conocer que ya tenemos vida eterna, que ya estamos
resucitados, lo conocemos por el evangelio predicado por Pablo, 2 a Timoteo
1:10, porque Cristo se lo confió a
él, 1 a los Tesalonicenses 2:4.
Hermano, ahora que tienes estas letras de las buenas nuevas de Cristo en tus
manos entiende que el
evangelio es para decirte que ya Cristo sepultó tu hombre viejo, que tu
nuevo hombre creado según Dios del cual debes vestirte, como
revela Efesios 4:24, ya
fue reconciliado o resucitado en el Espíritu para con Dios para siempre
mediante un solo sacrificio. Tu
Vida o Espíritu estuvo siempre guardado con Cristo en Dios, Colosenses
3:3.
Finalmente,
te dejaré con estas palabras del apóstol, revelación de su última epístola
que te resumen su consejo para los hijos de Dios en el nuevo pacto.
Leamos Hebreos 6:1-3 [1] Por tanto,
DEJANDO YA LOS RUDIMENTOS DE LA DOCTRINA DE CRISTO, (el evangelio de la
circuncisión dado por Jesús en los días de su carne y sus apóstoles que fue la leche de la
Iglesia en su infancia) vamos
adelante a la perfección; No echando otra vez el fundamento del arrepentimiento
de obras muertas, de la fe en Dios, [2] de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la
resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3 Y esto haremos, si Dios en
verdad lo permite.
Paz
y gracia a
todos los bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo Jesús, Efesios 1:3, de tu hermano Ramón Urbáez Caminero. Alabemos
al Dios Fuerte y Padre Eterno, nuestro Consejero o Consolador, Isaías 9:6,
el Señor Jesús Cristo, como enseña el apóstol: ABBA PADRE, Romanos 8:15 y Gálatas 4:6.
RETORNAR A PORTADA DE JESÚS Y OTROS TEMAS
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