HABLEMOS DE LA GRACIA
En los nuevos cielo y tierra, Ramón Cristo (Isaías 53:10)
Ramón Urbáez ̴ P.O. Box 140452 ̴ Arecibo, PR 00612 ̴ Teléfono (787) 466-1783 Website: www.evangeliodelagracia.org Email: evangeliodelagracia@hotmail.com |
LA SABIDURÍA DE MOISÉS VERSUS LA SABIDURÍA DE CRISTO
INTRODUCCIÓN:
Creo que no hay que hacer mucho esfuerzo para observar que la sabiduría de la ley o antiguo pacto, que era la sabiduría de Moisés, no es la misma sabiduría que la de la gracia o nuevo pacto en Cristo. Cuando el apóstol Pablo habla en sabiduría, no es lo mismo que cuando Salomón habla en sabiduría, como tampoco es la misma sabiduría que el amado rey y profeta David habla en los Salmos. Son dos sabidurías o conocimientos totalmente diferentes. Por ejemplo, el rey y profeta Salomón declara en los proverbios que en su corazón el meditaba de día y de noche en la ley del Señor. Salomón tenía sólo dos opciones, meditar desde la ley de Moisés vigente en los días de su carne, o meditar de la ley de Dios o del Espíritu, cosa que sólo podía hacer en fe esperanza puesta en el Mesías o Cristo, porque todos esos misterios de los cuales hasta el mismo fue usado por Dios para expresarlo, no estaban revelados todavía. Sin embargo, en el día de hoy, después de la cruz de Jesús y su resurrección procedente de los muertos, nosotros en fe ya consumada por Cristo, no meditamos en la ley bajo el viejo nombre de YHWH, que equivale a la ley de Moisés; sino que nuestro corazón o conciencia Cristo lo que rebosa es la palabra revelada del Evangelio de la Gracia de Cristo. Ahora en conocimiento o teniendo abiertos los ojos del entendimiento, meditamos de día y de noche en el evangelio. Ahora meditamos en quienes somos en Cristo Jesús, de dónde hemos venido en cuanto a nuestro ser interior o Espíritu, por qué y para qué hemos sido vestidos terrenalmente, etc., etc. Cuando decimos que meditamos de día y de noche, significamos que vivimos desde la mente o conciencia Cristo, la cual hemos recibido de Cristo, como el último Adán, sin importar si nuestro ambiente es de revelación o en medio de la oscuridad o ignorancia de los que caminan bajos las tinieblas infructuosa del viejo mundo de la ley de Moisés ya terminado. Dado que el apóstol Pablo nos revela la “sabiduría predestinada”, en este estudio mostraremos que existe una diferencia entre estas dos sabidurías. La sabiduría de Cristo o de Dios y la sabiduría de Moisés.
PARA LO ESPIRITUAL SÓLO HAY UNA SABIDURÍA:
Empecemos leyendo lo que el apóstol Pablo nos revela en la 1ra carta a los Corintios 2:6-9, cuando escribió: 6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Al leer estas palabras del apóstol Pablo, podemos claramente observar de las mismas, dos cosas importantes:
1. Que la sabiduría de Cristo o de Dios es desde antes de la fundación del mundo y fue predestinada de antemano conforme a un propósito.
2. Fue añadida otra sabiduría que tuvo su origen en este mundo y era la que se enseñoreaba desde que fue añadida en Moisés hasta que culminó por la obra de la cruz de Cristo en Jesús.
Dicho de otra manera podemos decir que el apóstol Pablo habla de dos sabidurías que se encontraron en un momento histórico.
1. Una de ella es la que se habla entre los que han alcanzado madurez, que se habla en misterios para los de afuera o que no son miembros del cuerpo de Cristo, por eso se pierden esa sabiduría. Esa es la sabiduría de Cristo o de Dios.
2. La otra sabiduría era la que hablaban en sombra, en figura, en alegoría o la letra de las cosas espirituales o reales, los príncipes del viejo mundo o viejo siglo o siglo malo, como llamó el apóstol Pablo a esa dispensación de la ley de Moisés. Esa era la sabiduría o enseñanzas de la ley de Moisés, sabiduría que toda la comunidad cristiana tradicional y nominal continúa enseñando en medio de los niños en el conocimiento de Cristo, casi 2,000 años después de Cristo haber cumplido todas las cosas profetizadas por la ley y los profetas.
Cuando el apóstol Pablo habla de la sabiduría de “ese siglo malo”, que en la cita del verso 6 dice “no de este siglo”, revela que esa sabiduría había de perecer.
Por ejemplo, el rey y profeta Salomón, que en ese mundo de la ley fue considerado como la figura o prototipo de la sabiduría o la persona de mayor conocimiento, cosa que podemos apreciar leyendo los Proverbios, el Cantar de los Cantares, y el libro de Eclesiastés, sin embargo, no conoció “la sabiduría predestinada” de la que nos habla el apóstol Pablo. Ahora bien, la sabiduría manifestada en esos libros, la podemos sobreedificar para verla a la luz de la mente o conciencia de Cristo. Lo mismo sucedió con su padre, el rey y profeta David, que es prototipo o figura del Cristo como rey. Aunque David tuvo cierta sabiduría, la cual es manifiesta en los escritos de los Salmos, aun así, no conoció la revelación de la sabiduría predestinada. La sabiduría de ese siglo es la sabiduría del antiguo pacto o la sabiduría de la ley de Moisés. Un ejemplo de eso lo podemos observar al leer el Salmos 139, que aunque es considerado un Salmos muy completo por su contenido, ya que en él se habla de la predestinación, sin embargo, por causa de la ausencia del cumplimiento de la obra de Cristo, provoca una reacción o situación o actitud de perplejidad y desconcierto en David. Veamos:
NO CONOCER LA DIFERENCIA DE ESTAS DOS SABIDURÍAS PRODUCE PÉRDIDA
Empecemos esta sección, leyendo en el Salmos 139:1-6 Oh YHWH, tu me has examinado y conocido. Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, Oh YHWH, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mi pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. Analicemos lo que este Salmos declara sobre el conocimiento previo de Dios de todas las cosas, o sea la predestinación. Sin embargo, el mismo David dijo: Esto es maravilloso, es tan alto que no lo puedo entender, sin temor a equivocarnos, tenemos que decir que lamentablemente, en la actualidad, de esta misma forma se encuentran muchos hermanos piadosos, que son miembros de muchas iglesias. Cuando oyen hablar de predestinación, de preexistencia, de la salvación eterna y de los escogidos, se asustan, les da miedo porque no lo pueden entender; y dicen, eso es muy fácil, eso es imposible. Cuando a David en el Antiguo Pacto se le da un poco de esta sabiduría, el mismo dice que es demasiado para él, que no la puede comprender. Cuando nosotros estudiamos el evangelio de la gracia lo entendemos fácilmente, pues Dios nos ha alumbrado los ojos del entendimiento, como es mostrado en la carta a los Efesios 1:18. Pero la inmensa mayoría de los hijos de Dios en peregrinación de nuestros días al nivel del año 2009, no lo entienden, por lo que se han quedado estacionados por casi 2,000 años, en la sabiduría de la ley o Antiguo pacto. Para sus líderes que les han transmitido el conocimiento en error, la sabiduría predestinada es para ellos un insulto. En el libro del profeta Isaías 55:8 se declara de antemano, el por qué muchos humanos no pueden comprender el nuevo pacto o gracia de Dios, cuando declara: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo YHWH.
Hay una razón de por qué nos tenemos que separar de la sabiduría de la ley de Moisés, en la ley o antiguo pacto. Veamos que Dios hizo con esa sabiduría de ese siglo malo ya finalizado en el año 70.
DIFERENCIA ENTRE LA SABIDURÍA DE MOISÉS Y LA SABIDURÍA DE DIOS EN CRISTO
Leamos en la 1ra carta a los Corintios 1:18-20 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? En estos versículos que acabamos de leer, se habla de una sabiduría que Dios habría de destruir, la sabiduría de los príncipes de ese siglo malo o periodo de la ley o antiguo pacto añadido en Moisés. Esa sabiduría es sinónima de la sabiduría que el apóstol Pablo llama “la sabiduría del mundo”, pues se refiere al viejo mundo de la ley de Moisés. Debemos tener muy claro, y comprender sin ningún lugar a dudas, que una cosa es la sabiduría del Nuevo Pacto y otra cosa era la sabiduría del Antiguo Pacto. No son la misma cosa; no es lo mismo el vino viejo o enseñanzas de la ley, que el vino nuevo o enseñanzas de Cristo del Nuevo Pacto.
Bendecido que recibes estas palabras, entiéndelo de una vez por todas, no es lo mismo lo que Cristo reveló a través del apóstol Pablo, que lo que Moisés enseñó, porque lo viejo era una sombra o figura de lo nuevo. La sabiduría de la ley o antiguo pacto se aprende a través de los hombres. La enseñanza o sabiduría de la ley o antiguo pacto fue por medio de Moisés, no fue Dios directamente abriendo los ojos del entendimiento del nuevo corazón o mente Cristo en cada miembro de su cuerpo como es ahora. En otras palabras, la sabiduría o ciencia de la ley fue impartida por medio de hombres, a diferencia de la sabiduría predestinada, la sabiduría del nuevo pacto, que es la sabiduría de Dios, la cual es enseñada directamente por Dios. Veamos lo que revela a este respecto el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 8:10-13 cuando declara: Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mi por pueblo; y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. Porqué seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
Aquí hay por lo menos dos cosas muy importantes a considerar. El nuevo pacto tendría su vigencia completa “luego de aquellos días” o luego de que se cumpliera la última tilde de la ley, el fin de la ley delante de Dios, lo cual ocurrió en el año 70. Lo segundo es que quien pone las leyes de Dios o del Espíritu, el ágape, en el corazón o nueva conciencia Cristo, no es ningún hombre, sino Cristo mismo. En este nuevo mundo o pacto, todos los hijos o miembros del cuerpo conocen a Dios, porque Dios o Cristo, está dentro de cada miembro de su cuerpo, cosa que nunca ocurrió en el viejo cuerpo de Moisés en el viejo mundo de la ley. Por eso el apóstol Pablo revela en la carta a los Colosenses 1:27 que para los miembros del cuerpo peregrinando sobre ese viejo mundo que estaba próximo a desaparecer, “Cristo es en vosotros la esperanza de gloria”. Para los miembros del cuerpo de Cristo que peregrinamos en común en la vieja imagen terrenal, pero participando de la nueva imagen celestial, ahora decimos en sobreedificación que Cristo es en nosotros la realidad de gloria.
Es también pertinente citar las palabras de Cristo en los días de su carne registrada por el discípulo amado Lázaro de Betania, cuyo libro a sido llamado por error por toda la comunidad cristiana tradicional, Juan 6:45 las siguientes palabras: Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que todo aquel que oyó al Padre y aprendió de él, viene a mí.
De acuerdo a estas palabras podemos entonces decir, claramente, que existe una diferencia muy grande entre el nuevo y el antiguo pacto. Mientras Cristo, la imagen visible de Dios, nos educa en el nuevo pacto por medio de la mente o conciencia Cristo del nuevo hombre del cual él es la cabeza y nosotros los miembros de ese cuerpo, era el hombre quien educaba en la ley o antiguo pacto. Mientras los líderes religiosos de los días del viejo pacto creyendo tener la sabiduría de Dios, les escondieron la llave de la vieja ciencia a los niños en el conocimiento de Moisés. Dios por su parte, saca el tesoro guardado en la mente Cristo del hombre de la nueva creación para que sea disfrutado por los miembros de su cuerpo peregrinando en el planeta Tierra en una imagen terrenal. Por eso declara el apóstol Pablo cuando nos habla desde el nuevo pacto, que no nos gloriamos en nosotros mismos, sino en Cristo Jesús, cuando desde la 1ra carta a los Corintios 1:31 y en la 2da carta a los Corintios 10:17 declara: y el que se gloría, gloríese en el Señor. Recordad que quien nos educa y nos alumbra los ojos del entendimiento es Cristo, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Efesios 1:18 cuando dice: habiendo sido iluminados los ojos del corazón de vosotros, a fin de saber vosotros cuál es la esperanza (en nuestro caso después del año 70 decimos “cuál es la realidad”) del llamamiento de él, en los santos, 19 y cuál la sobrepujante grandeza del poder de él hacia nosotros los que creemos conforme a la actividad de la soberanía de la fuerza de él.
Leamos ahora en el libro Deuteronomio 4:1-6 Ahora, pues, Oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis las tierra que YHWH el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni diminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de YHWH vuestro Dios que yo os ordeno. Vuestros ojos vieron lo que hizo YHWH con motivo de Baal-peor, que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó YHWH tu Dios de en medio de ti. Mas vosotros que seguisteis a YHWH vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como YHWH mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
Esta enseñanza aquí leída, proviene de Moisés, en repetidas ocasiones observamos el pronombre “yo”. Esta práctica, es semejante a la actitud practicada por muchos pastores. Si se fijan a la enseñanza de Cristo en Jesús, es todo lo contrario, Dios nos da el mensaje de morir al Yo. En el pacto de Dios con Moisés, es decir en esa sabiduría humana, perneaba el “yo”, pues era el hombre quien enseñaba, sin embargo en la sabiduría predestinada desde antes de los siglos, quien nos enseña Espíritu o Dios mismo, que está en nosotros, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 5:5. El Espíritu o mente de Cristo que está en nosotros, nos educa, nos enseña, pero sobre todo, redarguye nuestra mente adversaria de la imagen terrenal en la que participamos, porque esa mente o conciencia, fue reducida a la impotencia en la cruz, para nosotros.
Ahora bien. ¿Qué es la Ley? O mejor dicho, en sobreedificación ¿Qué fue la ley o antiguo pacto? ¿Qué fue lo que Moisés enseñó por medio de la ley, de la que él fue mediador, ángel o mensajero y dios de ese pacto humano? Pues enseñó decretos y mandamientos. Eso fue lo que acabamos de leer en el versículo 6 del pasaje de Deuteronomio anteriormente citado. Conforme a su enseñanza, “esto iba a hacerlos sabios delante de los pueblos, no delante de Dios”. ¿Conocen ustedes que Moisés nunca fue sabio delante de Dios? Moisés fue sabio delante de los pueblos. Ustedes se han preguntado honestamente: ¿Por qué hay tantas congregaciones y ministerios legalistas en nuestro alrededor? La respuesta es bien sencilla, porque en todas ellos lo que se enseña es “la sabiduría de Moisés”. Es porque esos mandamientos y decretos, enseñados por Moisés, fueron engrandecidos por los dioses de los pueblos. A tal grado ha sido esa sabiduría enseñada, que la mayoría de las constituciones de los pueblos la contienen como parte de su fundamento, ¿saben cual de las dos sabidurías han utilizado? Eso mismo que estoy seguro ustedes están pensando, han usado “la sabiduría de Moisés”, no la sabiduría de Cristo. Pero, ¿se han ustedes dado cuenta, que también Dios había decretado que un día iba a destruir la sabiduría de los sabios? Eso lo revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 1:21. Dios iba a desechar el entendimiento de los entendidos. ¿Quiénes eran esos entendidos? Los principados y poderosos, los administradores del mundo de las tinieblas o de la ignorancia de Dios, los líderes religiosos de Israel, que por medio del Judaísmo, mantuvieron en tinieblas o ignorancia al pueblo de Israel. Por eso le dijo Dios a Israel a través del profeta Oseas 4:6 “Mi pueblo (el Israel natural) fue destruido porque le faltó conocimiento”. Por eso Dios destruyó esa sabiduría, al ponerle fin a la ley. Recuerden lo revelado por el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 10:4-5 “Cristo es el fin de la ley, para justicia a todo aquel que cree. 5 Porque de la justicia que es por la ley de Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. 6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón (tu mente o conciencia) ¿Quién subirá al cielo? Esto es, para traer abajo a Cristo; 7 o ¿quién descenderá al abismo, para hacer subir a Cristo procedente de los muertos? 8 Más ¿Qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe (ya consumada) que predicamos. Les dejaré la porción de la lectura hasta el verso 21 como ejercicio de la mente Cristo, para que se prueben a ustedes mismo en lo que han creído y entendido. Por tanto, la justicia predicada por las enseñanzas de la ley, que fueron continuadas agregándole la obra de Jesús, como ocurrió con el ministerio de la circuncisión de los once, es obsoleta.
LA SABIDURÍA DE DIOS PREDESTINADA ESTÁ EN LO REVELADO POR EL APÓSTOL PABLO
Vamos a detenernos, o mas bien, vamos como María de Betania, la hermana del discípulo amado Lázaro, a sentarnos a los pies de Jesús, que es el ministerio de sobreedificación, donde ahora los hijos de Dios o miembros del cuerpo Cristo escudriñamos la sabiduría predestinada del nuevo pacto, porque esa sabiduría no podemos buscarla en otro lugar que no sea la Escritura. Debemos buscarla en los escritos del nuevo pacto. Por tanto, busquémosla en las Epístolas del apóstol Pablo, que fue el maestro, administrador y apóstol de Cristo a quien le fueron revelados todos los misterios, que ahora nosotros sobreedificamos. Los escritos del nuevo pacto comienzan en la carta a los Romanos y terminan en el rollo profético llamado Apocalipsis, incluyendo la aparecida carta a Laodicea. Claro está, existe una porción ministerial en el libro de los Hechos escrito por el amado Lucas, que también escribió un tratado o biografía sobre Jesús. Los libros llamados Mateo; Marcos; el libro del discípulo amado Lázaro, llamado por error Juan; la primera porción del libro de los Hechos; la carta de Santiago; las dos cartas de Pedro; las llamadas tres cartas de Juan, de las cuales la primera de ellas es de Lázaro de Betania y las otras dos no se sabe en verdad quien o quienes fueron los autores, así como la carta de Judas, todo esos escritos pertenecen al ministerio y evangelio de la circuncisión, o enseñanzas de Cristo del principio, enseñanzas que fueron mezcladas con judaísmo. En el antiguo pacto añadido en Moisés, se establecieron, los decretos y estatutos que enseñó Moisés, donde la ausencia del Espíritu de Cristo en ese pacto es obvia, creo que no necesita explicación alguna. Ahora bien, aquí entonces debemos hacer la pregunta que hace el apóstol Pablo: ¿Para qué sirvió la ley? Muy claramente el apóstol Pablo contesta en revelación la pregunta, cuando declara en la carta a los Gálatas 3:19 “fue añadida a causa de las trasgresiones hasta que viniese la simiente, que es Cristo”.
Les pregunto: ¿Es necesario abundar más sobre la respuesta que acabamos de leer en la cita anterior? Creo que no, porque efectivamente, eso fue lo que sucedió. La simiente que es Cristo en Jesús, hizo su aparición en la tierra hace 2009 años, cuando digo estas palabras, por lo tanto, esa añadidura a la promesa de la gracia en Cristo que nos fue dada antes de los tiempos de los siglos, como revela el apóstol Pablo en la 2da carta a Timoteo 1:8-11, refiriéndose a la añadidura de la ley de Moisés, ya fue abolida.
Esa dispensación de sabiduría de hombres, esa sabiduría que tenía un espíritu de locura porque no puede discernir lo espiritual, que producía condenación, que producía muerte, nada perfeccionó, porque era una sombra o figura de la realidad. Ese Espíritu o sabiduría humana o del mundo de la ley, como revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 2:12 hacía esclavo a todos los hijos o miembros del cuerpo de Moisés. Pero, ¿saben una cosa?, además mantenía en maldición y hacer verse en maldición como una pesadilla, a todos los que se cobijaban en su sombra; porque esa sabiduría que Moisés enseñó era una sabiduría de reglas y mandatos a los que la carne no puede sujetarse a ellos. Por ejemplo: La ley decía: No toques ni manejes ni gustes. Les recuerdo que no eran solo diez mandamientos, porque había 613 estatutos y decretos adicionales a los 10 de las tablas, que se debían de cumplir al pie de la letra todos, sin violar ninguno, un hombre podía cumplir 622, pero si violaba uno, violaba toda la ley. ¿Verdad que eso es una locura? Pues así lo dice la carta de Santiago 2:10, ¿aprecias ahora de lo que fuimos librados los que fuimos reconciliados estando todavía en los cielo?
Toda persona que se somete a la ley de Moisés así sea en un punto, se convierte en maldición y en hijo o miembro del cuerpo de esclavitud, por eso se comportan con una actitud de prepotencia, por lo que muestran un comportamiento o proceder de ira. ¿Aprecias ahora porque revela el apóstol en al carta a los Romanos 4:15 que la ley produce ira? Por eso, esos líderes niños religiosos ávidos del conocimiento de Cristo se expresan con desprecio a la gracia de Cristo, con violencia verbal, llegando hasta el extremo de perseguir y castigar a la imagen terrenal de todo aquel que no se le sujeta. Todo esto sucede porque no conocen el camino más excelente, el camino del ágape o amor del Espíritu. Por eso no saben ni pueden perdonar, ya que la ley no produce perdón, la ley lo que produce es condenación, como es revelado en la 2da carta a los Corintios 3:9.
En la ley o antiguo pacto, Moisés fue el mediador que trajo la enseñanza, en el nuevo pacto en Cristo, por el contrario, Dios no delegó su gloria en ningún hombre, para que este enseñe a su pueblo, sino que él mismo se preparó cuerpo en Jesús y enseñó. Por eso las palabras de Jesús registradas en el libro del discípulo amado Lázaro, llamado por error Juan 6:45 que dicen: “Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí”.
Sabemos por ejemplo, que los 10 mandamientos fueron enseñados al pueblo de Israel por Moisés, no porque Dios los puso en los corazones o mentes o conciencia de ese pueblo natural. ¿Tienes duda de lo que acabo de decir? Vamos a la Escritura y leamos empezando por el verso 1 del capítulo 4 del libro de Deuteronomio donde Moisés declara que él fue quien enseñó en el antiguo pacto. Allí no dice que Dios fue quien enseñó o educó al pueblo de Israel, sino que dice que fue Moisés. Por tanto, el pueblo aprendió de Moisés y no de Dios. Ese pueblo nunca tuvo a Dios morando en su mente para servir a Dios, como sucede ahora con los que hemos sido alumbrados en los ojos del entendimiento para servirle a Dios mediante la mente de Cristo.
Pregunto: ¿Pueden apreciar ahora lo que revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 8:4-13 cuando dice? 4 Si por consiguiente estuviese sobre la tierra, ni sería sacerdote, habiendo los que ofrecen los dones según la ley; 5 los cuales a una copia y sombra sirven de las cosas celestiales, como ha sido advertido Moisés cuando iba a erigir por completo el tabernáculo; porque mira, dice, harás todo conforme al modelo mostrado a ti en el monte; 6 mas ahora ha obtenido un ministerio más excelente, en la medida en que también es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido establecido sobre mejores promesas. 7 Porque si el primero aquel fuese sin defecto, no se habría buscado lugar de un segundo. 8 Pues encontrando falta en ellos, dice: Mirad, vienen días, dice el Señor, y llevaré a cabo sobre la casa de Israel y sobre la casa de Judá un nuevo paco, 9 no según el pacto que hice a los padres de ellos en el día en que tomé yo de la mano de ellos para conducir fuera a ellos procedente de la tierra de Egipto, pues ellos no permanecieron en el pacto de mí, y yo me desatendí de ellos, dice el Señor. 10 Pues éste es el pacto que pactaré con la casa de Israel después de los días aquellos, dice el Señor, dando leyes de mí en la mente de ellos, es decir, sobre el corazón de ellos las inscribiré, también seré para ellos por Dios y ellos serán para mí por pueblo. 11 Y de ningún modo enseñarán cada uno al conciudadano de él y cada uno al hermano de él, diciendo: ¡Conoce al Señor!, pues todos sabrán de mí desde el pequeño hasta el grande de ellos. 12 Pues seré propicio a las injusticias de ellos, y de los pecados de ellos de ningún modo me acordaré ya más. 13 Al decir nuevo, ha hecho anticuado al primero; y lo que está siendo hecho anticuado y volviéndose viejo está cerca de la desaparición.
EN EL NUEVO PACTO TODA LA GLORIA ES PARA JESÚS CRISTO
A la luz de la lectura anterior entonces les pregunto: ¿Qué significa morir con Cristo? La respuesta es sencilla como es la verdad. Significa morir a nosotros mismos, significa dejar que la mente o conciencia Cristo sea la que haga en nosotros y no nuestra vieja mente o conciencia humana, la mente egocéntrica o adversaria que diariamente nos acusa y calumnia y que está pensando continuamente. La mente o conciencia adversaria o enemiga, que es lo que significa la palabra sustantivo común satanás, fue la mente o conciencia que recibimos en Adán y que mató o separó a todos los hijos de Dios hasta el fin de la ley. Recuerda, conforme a lo revelado por el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 10:4 Cristo es el fin de la ley; porque conforme a lo revelado por el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 5:14 Pero reinó la muerte desde Adán hasta Moisés (hasta el fin de la ley) aun sobre los que no pecaron sobre la semejanza de la transgresión de Adán, que es figura del que iba a venir, Cristo en Jesús. Eso es lo que está revelando el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 5:12 cuando declara que el pecado (la mente o conciencia adversaria) entró al mundo mediante un humano, (el humano Adán) y mediante el pecado la muerte, también así la muerte pasó a todos los humanos, por cuanto todos pecaron o participaron de la misma mente, de la misma conciencia o naturaleza del primer humano formado, en pocas palabras, todos los demás humanos de ahí en adelante, pecaron o fueron hallados con la misma conciencia adversaria o enemiga al Espíritu, por lo que fueron destituidos de la gloria de Dios, como declara el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 3:23. Pero el poseedor de toda la gloria donde estuvimos guardados, Jesús Cristo, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 3:3, nos justificó gratuitamente por la gracia de él con la cual redimió o reconcilió a todos los miembros de su cuerpo que iban a participar de carne y sangre, cosa que hemos tenido en común con él, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 2:14.
Esto nos trae a discernir un rudimento que no es tangible, no se puede experimentar por medio de los sentidos naturales, cosa que la mente animal o humana, la conciencia recibida en el primer Adán, no puede discernir y conocer como revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 2:14 cuando declara: El animal humano no recibe las cosas de Dios, necedad, en efecto, son para él, y no puede conocer, porque se disciernen espiritualmente; por lo cual dice el verso 13 anterior a esta cita, lo cual hablamos (los espirituales o de la mente o conciencia Cristo) no con palabras aprendidas de sabiduría humana, sino aprendidas en Espíritu, comparando lo espiritual a lo espiritual. Para la mente formada en el primer Adán le era necesario pensar en figura, en alegoría, su problema era que no podía entender la realidad de esas alegorías, que nosotros entendemos reveladas en la mente de Cristo, la mente del último Adán.
Por tanto, es comprensible para la mente humana que tiene el velo de razonamiento lógico de Moisés, se le haga IMPOSIBLE entender, conocer y discernir las cosas espirituales que son reales, pero son abstractas. Por ejemplo, a esa mente o conciencia humana que lee a Moisés y percibe por los sentidos naturales y que le queda el mismo velo de razonamiento humano, hasta que Cristo le quite ese velo, le es fácil entender y creer digamos “el bautismo en agua”. ¿Saben por qué? Porque es algo que los sentidos de su imagen terrenal pueden experimentar. Pueden ver el agua, pueden palpar el agua, pueden sentirla en su piel y casi hasta ahogarse si la tragan durante la ceremonia, pueden oír el ruido de su movimiento, etc. Pueden aferrarse a la llamada “santa cena” porque al comer un pedacito de pan y beber un sorbito de jugo de uva, es algo puede experimentar también por los sentidos de su imagen terrenal, que puede saborear en su boca, tener su olor, tocarlo con sus dedos, etc. Lo mismo sucede con la imposición de manos, así como de otros rudimentos o elementos básicos del “headstart” o “jardín infantil” para los niños en el conocimiento de Cristo; pues no saben que esos rudimentos o doctrinas de Cristo del principio ya cumplieron su propósito alegórico. Eso es lo que nos está revelando el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 6:1-2 cuando declara: Por lo cual, dejando la palabra de Cristo del principio hacia la madurez seamos llevados, no echando otra vez el fundamento de arrepentimiento de obras muertas, y de la fe sobre Dios, 2 de la enseñanza de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de muertos, y del juicio eterno. Por eso les predicamos esta palabra sobreedificada, porque como declara el verso de la cita anterior, pero ya sobreedificado: Y esto haremos, porque en verdad, así Dios lo ha permitido para su gloria. Pero tenemos que hacerlo acomodando lo espiritual a lo espiritual, así haciendo, los invito a que estudiemos y discernamos el rudimento llamado “la SABIDURÍA de Moisés”, para que conozcamos la enseñanza ya sobreedificada sobre la verdadera sabiduría ,que es Cristo.
Antes de continuar, es necesario recordarles algo básico, para que si hay un flequito colgando de la cortina o velo del razonamiento animal o humano o de la ley de Moisés, con lo cual quiero decir, que si la mente egocéntrica o adversaria al Espíritu quiere poner su razonamiento, no le demos lugar en la nueva morada o habitación de nuestra mente espiritual. Digo esto, porque el problema que ha existido siempre en muchos miembros del pueblo de Dios, es que se hacen sabios en su propia opinión. La mayor parte de las veces, piensan que tienen la capacidad de educar a los demás, y no saben, que educar, no es algo que ocurre de afuera hacia adentro, eso es instruir. Educar significa sacar lo de adentro hacia afuera. Por tanto, cuando sobreedifico, estoy primero llevando una instrucción o prendiendo la luz a sus mente, para que Cristo abra los ojos del entendimiento espiritual, para que despierte sus sentidos espirituales, como declara el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 10:14 ¿Cómo, pues, invocaran al que no creyeron? ¿Y cómo creerán a quien no oyeron? ¿Y cómo proclamarán si no son enviados? Cuando responden a esta primera fase, entonces sucederá lo segundo, entonces son educados o sacan hacia afuera lo que en Espíritu aprendisteis del Padre antes de recibir este velo terrenal. Ahora con los ojos del entendimiento abiertos, pueden venir a la cátedra o enseñanza de Cristo como ministros competentes, cuya competencia procede de Dios, para compartir todas estas cosas con los demás ministros o miembros del cuerpo de Cristo. Eso fue lo que dijo Jesús y registra el discípulo amado Lázaro de Betania, cuyo libro ha sido llamado por error Juan 6:45 Está escrito en los profetas: Y todos serán enseñados de Dios; TODO el que oyó de parte del Padre y aprendió, viene a mí.
Por eso ahora, si somos sobreedificadores de oro plata y piedras preciosas, no necesitamos de carta de recomendación. Pablo en sus días de peregrinación cuando le pregunta en la 2da carta a los Corintios 3:1 a esos amados: ¿Comenzamos de nuevo a recomendar a nosotros mismos? ¿O acaso necesitamos, como algunos, cartas comendaticias (o de recomendación) para vosotros o de parte de vosotros? Después de indicar que nosotros mismos somos las cartas abiertas de Cristo, en la cita 3:6 declara: quien también nos capacitó ministros de un nuevo pacto, no de letra, sino de espíritu; porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. Por eso enseña Jesús conforme a lo informado según Lucas 17:10 Así también vosotros, cuando hagáis todo lo mandado a vosotros, decid: Siervos inútiles somos, lo que debíamos hacer hemos hecho. Con esto sólo quiero recordarles, que cuando hacemos algo para el Señor, es Cristo haciendo en nosotros, no lo hacemos nosotros por competencia de nosotros mismos, sino que lo hacemos por la capacidad espiritual conforme a la medida que Dios hace a través de nosotros, porque él es el que pone “el querer como el actuar”.
Para participar de la gloria de Cristo en esta dimensión terrenal relativa, tenemos primero que morir con Cristo. Sé que quizás me dirás que ya morimos en la cruz con él en Jesús, como nos revela y enseña el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 6:8 cuando declara: Mas si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él. Eso no es problema para quien tiene los ojos espirituales alumbrados, quienes también deben entender lo que nos declara la cita 6:10-13 un poco más adelante que dice: Porque en lo que murió, al pecado murió una vez por todas; mas en lo que vive, vive para Dios. 11 Así también vosotros haced cuenta que vosotros mismos estáis muertos, de cierto, al pecado, mas vivos para Dios en Cristo Jesús. 12 Por tanto, que no reine el pecado en el cuerpo mortal de vosotros para obedecer a las concupiscencias de él, 13 ni presentéis los miembros de vosotros como armas de iniquidad para el pecado, sino presentad a vosotros mismos a Dios vivos como procedente de los muertos, y los miembros de vosotros como armas de justicia para Dios, 14 porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Esto significa mis amado, que el que se glorié, gloríese de quién es en conocimiento, pero recuerde que sólo puede gloriarse en Cristo Jesús, porque él es nuestra verdadera y real sabiduría, como revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 1:30, cuando declara: De él empero vosotros sois en Cristo Jesús, el cual se hizo sabiduría de Dios para nosotros, también justificación y redención; por lo que dice el verso 31 que sigue: Porque como está escrito: El que se gloría, en el Señor se gloríe. Esto está escrito en el libro del profeta Isaías 41:16 que dice: …te gloriarás en el Santo de Israel.
Por su parte el libro del profeta Jeremías 9:23-24, lo dice de esta manera: 23 Así dijo YHWH: (se pronuncia: yod jé vav jé) No se alabe el sabio en su sabiduría, (la humana) ni en su valentía (la humana) se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas (la humana). 24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que Yo Soy YHWH, que hago misericordia, juicio justicia en la tierra; porque estas cosas quiero dice YHWH. Estas palabras fueron dichas por los profetas, a causa de la sabiduría, la valentía y las riquezas humanas, que aquellos confundieron con las cosas de Dios. La sabiduría que observamos en nuestro medio religioso, que se comporta política, financiera y socialmente, que es la forma de supuesta prosperidad que hemos aprendido por fuente u origen humano, que es la sabiduría carnal, la sabiduría que en cuanto a religión se refiere para toda la comunidad cristiana nominal y tradicional les ha sido enseñada por las enseñanzas de Moisés. En Moisés se vencía guerreando, se tenía bendiciones terrenales y por supuesto la sabiduría de hombre. Ese poderío político de manipulación de las autoridades romanas la uso la mujer o religión de Israel para matar a Jesús y perseguir a cuanto se le oponía; enriqueciendo o empobreciendo y llenando de su falsa sabiduría a quien quería.
Por tanto, es sumamente imprescindible, que saquemos esa sabiduría de nuestro ambiente espiritual. Es necesario que como nos enseña el apóstol Pablo que dio por pérdida esa sabiduría, refiriéndose a todo lo que aprendió de Moisés, a apostatar de esa sabiduría, la ley de Moisés. ¿Recuerdan que eso fue precisamente lo que le dijo Jacobo por sobrenombre Santiago al apóstol Pablo en su última visita a Jerusalén? Eso es lo que nos está informando el amado doctor Lucas en el libro de los Hechos 21:17-22 y Jacobo y los millares del ministerio de la circuncisión eran muy celosos de la sabiduría que conocían, la ley de Moisés.
Todo el que se constituye en un fiel seguidor de la doctrina de Cristo como mediador del nuevo pacto o de la gracia, tiene que apostatar de Moisés como mediador de la ley o antiguo pacto que trajo esa sabiduría defectuosa; que como sombra o alegoría de la verdad ya cumplió su cometido y ya no es necesaria. Esa sabiduría obsoleta después de la obra de Cristo en Jesús, atenta contra la obra de Dios. Ahora, Dios ordena en el nuevo pacto, que descansemos totalmente en la obra que Cristo realizó mediante Jesús, por medio del conocimiento de la sabiduría de este pacto que es Cristo, donde Dios ha hecho TODAS las cosas NUEVAS conforme a su propósito, porque TODAS las cosas VIEJAS pasaron, como revela el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 5:17. Ahora, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 3:9-11 no mintáis unos a otros, habiéndoos despojado el viejo humano con las prácticas de él, 10 y habiéndoos vestidos el nuevo que es renovado para un conocimiento pleno conforme a imagen del que lo creó, 11 donde no hay griego y judío, circuncisión e incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todo. Eso es lo mismo que el apóstol Pablo revela en la 1ra carta a los Corintios 15:28 cuando declara: Y cuando le hayan sido sometidas todas las cosas, entonces también el Hijo mismo se someterá al que le sometió todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos. El objetivo de todo miembro del cuerpo Cristo después de la cruz, es morir a su propia sabiduría, que es la sabiduría de Moisés, que le daba poder al pecado o mente adversaria como revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 15:56, para que sólo reine la sabiduría de Cristo en su vida, durante su existencia terrenal.
Eso mismo es lo que el apóstol Pablo les estaba corrigiendo a los amados colosenses, cuando les escribe en la carta a los Colosenses 2:20-23 lo siguiente: 20 Si moristeis con Cristo sobre los elementos (o rudimentos, la palabra griega “stoikheíon”) del mundo, ¿Por qué, como viviendo en el mundo, os sometéis a preceptos como: 21 No agarres, ni gustes, ni toques, 22 las cuales cosas son todas para corrupción en el uso, conforme a los mandatos y enseñanzas de humanos? 23 Las cuales cosas están teniendo en verdad reputación de sabiduría en culto autoimpuesto y humildad y trato severo del cuerpo, no con valor alguno respecto a satisfacción de la carne.
El Señor dijo a través del profeta Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. A ese pueblo le faltó conocimiento, porque el conocimiento que practicaba o que tenía era el de la sabiduría de Moisés, y ese conocimiento era defectuoso. Eso mismo te puede pasar a ti amado que me escucha a través de estas palabras. Quizás me puedas decir que no sigue mandamientos de hombres, incluso puedes afirmar que cuando lees a Moisés, lo haces para sacar doctrina, para ilustrar una enseñanza. Pero ¿sabes una cosa? Si así piensas estás equivocado de igual manera, porque lo que saca de Moisés, es muerte y esclavitud, porque esa sabiduría escondida debajo de ese velo razonamiento humano no puede perfeccionar la mente, sino que embota los pensamientos, pone pensamientos de condenación para contigo mismo, porque ya Dios no trabaja con ese pacto, y el conocimiento de esa doctrina produce ira, ignorancia espiritual, etc. ¿No me crees? Pues leamos la porción de la 2da carta a los Corintios 3:6-17, para que veas quien puso ley sobre el corazón de piedra, por lo que ese pueblo era duro de cerviz, por causa de la enseñanza que recibió de esa sabiduría de Moisés. En cambio, cuando Dios nos educa, nos educa con sabiduría predestinada, por eso había profetizado en misterio por el profeta Ezequiel 11:19-20 Y les daré un corazón, es decir, un Espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra (la conciencia humana formada del polvo de la tierra) de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, (la mente o conciencia Cristo) 20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, (el ágape, 1- amar a Dios sobre todas las cosas, 2- amar al prójimo como uno mismo, así como 3- el mandamiento nuevo que nos dio Jesús: que entre los miembros de su cuerpo (o hermanos en Cristo) nos amemos los unos a los otros) para que entonces le seamos por pueblo, y el sea a nosotros por Dios.
Esa era una promesa para el nuevo pacto, que ya está cumplida por Cristo en Jesús para nosotros. Por tanto, en el antiguo pacto enseñaba un humano, un ángel o mensajero llamado Moisés. En el nuevo pacto tenemos otra sabiduría, que fue garantizada por Cristo. Si él ya resucitó procedente de los muertos, por lo que ahora tenemos vida en él, no tenemos porque someternos a la sabiduría del mundo, que es la sabiduría de Moisés, que ahora en el 2009 cuando digo estas palabras, está mezclada con los razonamientos humanistas modernos. Pero si todavía tienes dudas, te invito a que leamos para quiénes fue dada la ley, leyendo en la 1ra carta del apóstol Pablo a Timoteo 1:9-11 donde dice: Sabiendo esto, que la ley no está puesta para el justo, sino para los inicuos e insumisos, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 fornicarios, sodomitas, secuestradores, mentirosos perjuros, y si alguna otra cosa se opone a la sana doctrina, 11 conforme al evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual me fue confiado.
Como hemos visto hasta aquí, para los asuntos espirituales, hay dos sabidurías, la sabiduría de los sabios de la ley de Moisés que fue lo primero que sólo produce heno, madera y hojas, lo natural, la figura o sombra de la realidad; y Cristo, la sabiduría predestinada, por lo que revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 1:30 De él empero vosotros sois de Cristo Jesús, el cual se hizo sabiduría de Dios para nosotros, también justificación, y santificación y redención. Esa sabiduría, ese conocimiento e inteligencia de la ciencia de Dios, es precisamente el oro, la plata y las piedras preciosas, que revela Pablo que los sobreedificadores de su ministerio daríamos a conocer a su pueblo. Esta sabiduría predestinada que enseñamos es la realidad o Cristo, el misterio de Dios, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento, como revela también el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 2:2-3.
Es cierto que la sabiduría dada en Moisés tuvo cierta reputación o autoridad y cierto nivel de gloria, pero esa sabiduría enloqueció y todavía continúa enloqueciendo a la mayoría de los hijos de Dios que permanecen niños, por estar embrujados por sus enseñanzas. Por eso, hablando de ese embrujo que produce el vino viejo, el apóstol Pablo, les escribió en la carta a los Gálatas 3:1-3 lo siguiente: 1 Oh gálatas insensatos, ¿quién os hechizó, a los que antes los ojos Jesús Cristo fue presentado claramente crucificado? 2 Sólo esto quiero averiguar de vosotros, ¿por obras de la ley el Espíritu recibisteis, o procedente del oír de fe? 3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por Espíritu, ahora por carne sois perfeccionados? En la sabiduría de la ley con su extensión final en el evangelio de la circuncisión de los once, que eran los embrujadores o judaizantes de esos días finales de la ley o antiguo pacto, pues se dedicaron a judaizar en medio de los llamados gentiles en cuanto a la carne, no se puede conocer o saber la realidad de lo que se afirma, porque esa enseñanza continúa atada a los misterios y no a la revelación de esos misterios, que ahora sobreedificamos o actualizamos conforme al cumplimiento de todas las cosas por el Cristo en Jesús. En la sabiduría de Moisés mezclada con las enseñanzas rudimentarias de las enseñanzas de Cristo en Jesús, los dirigentes religiosos del cristianismo tradicional y nominal, no han podido ver, no han podido analizar ni discernir la realidad de lo que esa sabiduría enseña, por lo que han traído como consecuencia, que el porcentaje de creyentes en Jesús Cristo mas alto, esté ubicado en la doctrina de la sabiduría de Moisés mezclada con el evangelio de la circuncisión, lo que el apóstol Pablo llamó en sus días de peregrinación: JUDAIZAR. ¿Ven amados? Las palabras de revelación del apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 4:27 en su parte final, siguen siendo vigentes: … son muchos los hijos de la yerma, más que los de la que tiene marido.
Hablando en forma general, los que perseveran en una congregación cristiana tradicional que aparentemente son más en número que los que declaramos esta gracia, también aparentan disfrutar más las cosas terrenales, sin embargo, ellos creen que disfrutar a Cristo es ser próspero financieramente, tener posesiones, etc. Otros piensan, aunque ya muchos han cambiado un poco de parecer, que es vivir en abstinencia de muchas cosas, como el ver televisión, aunque los que antes eran los mayores opositores a la “caja del diablo”, como llamó a la televisión uno de sus afamados líderes, son los que ahora poseen grandes cadenas de televisión en la actualidad. Otros condenan el ir a la playa. Otros la vestimenta, el peinado, el uso de prendas y muchas otras cosas más de las que el evangelio de Cristo nada enseña. Pero te recuerdo las palabras de amonestación del apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 2:20 Si moristeis con Cristo a los rudimentos del mundo… ¿Por qué te sometes a preceptos tales como…? Eso lo haces por que estás metido en las cosas de la antigua ley.
Antes bien te exhorto con las palabras del apóstol Pablo en la cita 3:12-16 de esta carta a los Colosenses que dice: 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de compasión, benignidad, humildad, mansedumbre, longanimidad, 13 soportándoos unos a otros y perdonándoos a vosotros mismos, si alguien contra alguien tiene queja; como ciertamente el Señor os perdonó, así también vosotros; 14 sobre todas estas cosas, el amor, (en griego “agápen”) que es el vínculo (dónde el griego usa la palabra “súndesmos” que significa literalmente “ligamento”) de perfección. 15 Y la paz de Cristo actúe como árbitro en los corazones de vosotros, a la cual ciertamente fuisteis llamados en un cuerpo; y haceos agradecidos 16 La palabra de Cristo habite en vosotros ricamente, en toda sabiduría enseñando y amonestando a vosotros mismos, con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia a Dios en los corazones de vosotros.
¿DÓNDE ESTAMOS EN ESTE MOMENTO HISTÓRICO DEL TERCER DÍA?
Quizás el título de esta sección te suene un poco extraño o te sea raro, por desconocer el significado del misterio dicho por el profeta Oseas 6:1-3 cuando declara: 1 Venid y volvamos a YHWH; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. 2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, viviremos delate de él. 3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a YHWH; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. Por eso declara ese misterio, en los versos seis y siete más adelante: 6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. 7 Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí. Este misterio se cumplió primero en la señal que fue Jesús, señal que fue profetizada mediante el profeta Isaías 7:14, ya que Cristo en Jesús como cabeza del cuerpo que es la Iglesia, nos dio o volvió a la vida después de dos días, pues en el tercer día de la señal de Jonás, según dijo Jesús de acuerdo al libro según Mateo 12:40, nos resucitó en Jesús. Pero la señal que el pueblo de Israel demandaba de Jesús, no le fue dada, porque ese cumplimiento era para después de los dos días para el cuerpo, luego de la cabeza haber hecho su señal como cabeza del cuerpo.
El Salmos 90:4 hablando en misterio declara: Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer que pasó, y como una de las vigilias de la noche. Por eso es que el apóstol de la circuncisión Pedro, citando de estas palabras que acabamos de leer, en su 2da carta de Pedro 3:8 declara: Mas esta cosa no se os oculte, amados, que un día para con el Señor es como mil años, y mil años como un día. Por eso en este tercer día milenario hemos recibido esta lluvia tardía que ha traído este despertar de la gracia. La señal cumplida de la cabeza Jesús con su cuerpo o Iglesia peregrinando en poder sobre la tierra, es la manifestación gloriosa de Emanuel, o Dios en medio de nosotros, es lo que Cristo dijo a través del apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 2:11-15 Porque tanto el que santifica como los santificados, todos proceden de uno; por la cual causa no se avergüenza de llamarles hermanos, 12 diciendo: Anunciaré el nombre de ti a los hermanos de mí, en medio de la congregación te cantaré himnos; 13 y otra vez: Yo estaré confiado en él; y de nuevo: Heme aquí y a los niñitos que Dios me dio. 14 Así pues, por cuantos los niñitos han tenido en común sangre y carne, también él participó igualmente de las mismas, para que por medio de la muerte redujese a la impotencia al que tenía el dominio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y pusiese en libertad a éstos, todos cuantos cuanto durante todo el tiempo de vivir, incursos estaban en esclavitud por miedo a la muerte.
Pero TODOS cuantos hemos participado de carne y sangre, sea los que vivieron antes de la manifestación del Cristo (los que estaban debajo de la tierra); sea los que vivieron durante la manifestación del Cristo y vieron cumplirse antes sus ojos todas las cosas, la generación que existió entre el año 30 y el 70 (o los que estaban sobre la tierra); sea los que todavía no habíamos venido a participar de carne y sangre después del año 70 (o los que estaban en los cielos), TODOS fuimos reconciliados en un solo cuerpo, Jesús Cristo. Por eso es que el profeta declara en misterio, que TODOS, cual Adán o primera imagen, la terrenal, traspasaron su pacto, no el pacto de Moisés. Porque en el primer Adán el pacto de Moisés no fue traspasado, sino el pacto de su gracia ya dado en Cristo desde antes de las edades. Así que, desde los púlpitos, lo que se continúa predicando es el mensaje de Moisés mezclado con las enseñanzas de Cristo del principio o de los días de su carne, mezclado con la sabiduría humana moderna. Por eso, todos esos que se hacen llamar apóstoles, profetas, evangelistas internacionales, reverendos o pastores, siguen señalando de pecado, siguen mostrándole y señalando a los niños en el conocimiento de Cristo de culpabilidad y violación de los diez mandamientos de la ley de Moisés. Sabemos que en el cuerpo de Cristo, lo que llamo “niños en el conocimiento de Cristo”, son débiles por falta de conocimiento de la sabiduría predestinada que está en la mente o conciencia Cristo, que habita dormida en ellos. Por eso es que responden a los llamamientos al arrepentimiento que les hacen con la sabiduría que dio Moisés, el fundamento usado por Pedro el día del cumplimiento espiritual de la fiesta de Pentecostés o recogido de los primeros frutos en la niñez de la Iglesia. ¿Saben por qué? Porque esa es la sabiduría activa en su conciencia, la sabiduría de la ley de Moisés, que sigue siendo todavía un hechizo que enloquece.
El apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 1:15-16 revela: 15 Pero cuando tuvo a bien el que me separó y llamó desde el vientre de la madre de mí mediante la gracia de él, 16 revelar al Hijo de él en mí, para que le predique entre los gentiles, en seguida no consulté con carne y sangre. ¿Saben lo que significa eso? El apóstol Pablo fue la primera morada en conocimiento donde la mente o conciencia Cristo hizo morada en la tierra. Por eso revela cuando escribió la 1ra carta a Timoteo 1:15 Fiel la palabra y digna de toda aceptación, que Cristo Jesús vino al mundo a salvar pecadores, de los cuales yo soy el principal; 16 pero por esto me fue otorgada misericordia, para que en mí el principal mostrase Jesús Cristo toda paciencia, para modelo de los que van a creer en él para vida eterna. Por eso, también revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 2:20 Con Cristo he sido con-crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en carne, por fe del Hijo de Dios vivo, que me amó y entregó a sí mismo a favor de mí. 21 No soslayo la gracia de Dios; porque si mediante la ley viene la justicia, entonces Cristo murió sin necesidad. Ven que el “yo” murió en el apóstol Pablo, como enseño Jesús; el yo de Saulo lleno de la sabiduría de Moisés murió y entonces sólo vivía el Yo Soy de la sabiduría de Cristo en él. Lo que estas palabras del final del 21 significan simplemente es que si la sabiduría de la ley de Moisés fuera la solución, entonces la sabiduría de Cristo no hacía falta. ¿Puedes entonces apreciar ahora por qué la mente o conciencia Cristo a través del apóstol Pablo nos revela cosas cómo?
Carta a los Romanos 8:33
¿Quién presentará cargos contra los elegidos de Dios? Quien acusaba era la ley de Moisés, así lo enseñó Jesús en los días de su peregrinar, como lo informa su biografía según el discípulo amado Lázaro de Betania, cuyo libro es llamado por error Juan 5:45-47, cuando dice: 45 No penséis que os acusaré ante el Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien vosotros habéis esperado. 46 Porque si creyeseis a Moisés, creeríais en mí; porque sobre mí escribió él. 47 Pero si a los escritos de él no creéis, ¿cómo a las palabras mías creeréis? ¿Sabes por que no hay acusación contra un elegido o miembro del cuerpo Cristo? Porque Dios es el que justifica en la justicia de Cristo, no en la justicia por obras de la ley de Moisés.
Carta a los Romanos 8:34
¿Quién el que condena? De nuevo, condenan sin ninguna autoridad TODOS los que conocen a su prójimo en carne, lo que es según la ley; porque como revela el resto de la cita: Cristo Jesús es el que murió; y más aún el que fue resucitado…
Carta a los Romanos 8:35
¿Quién nos separará del amor de Cristo?… Absolutamente nada. Por eso revela la…
Carta a los Romanos 8:1-2
Entonces, ahora, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús (el ágape o amor del Espíritu) te libertó de la ley del pecado y de la muerte. Si eres un miembro en conocimiento del cuerpo de Cristo, entonces reconocerá que ya estaba reconciliado desde la ofrenda de Cristo en Jesús, lo cual fue completado en el fin de la ley de Moisés del año 70, aunque todavía no te habías manifestado en carne y sangre. Por eso ahora tienes certeza de vida en el Espíritu, aunque tu carne y sangre es pasajera y tiene fin.
Todo este conocimiento de la sabiduría de Cristo, que puedes ahora distinguir de la sabiduría de la ley de Moisés y de la sabiduría vana de los líderes religiosos modernos, se debe a lo que revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 2:16 que dice: ¿Quién en verdad conoció la mente (o conciencia) del Señor, que a él instruya? Nosotros empero la mente (o conciencia) de Cristo poseemos. Por eso pensamos conforme a esa mente.
Por eso es que en el verso 14 de la cita que acabamos de leer, revela el apóstol Pablo: El animal humano no recibe las cosas del Espíritu de Dios, necedad, en efecto, son para él, y no puede conocer, porque se disciernen espiritualmente. Que ya estamos reconciliados con Cristo es locura para los que se pierden este conocimiento de la sabiduría de Cristo. Por eso, debido enanismo espiritual o la baja estatura o altura de conocimiento en Cristo que hay todavía en los niños en el conocimiento de la sabiduría de Cristo, creen que se pierden o que necesitan ser salvados; no saben que significa que ya TODOS fuimos reconciliados en un solo cuerpo en Cristo Jesús. ¿Saben por qué? Porque viven en la conciencia del animal humano que se rige por la ley o sabiduría de Moisés que le fue impuesta a la carne o mente adversaria, el alma viviente que todos tenemos en común participar. Esa ley dice que si tu carne viola un solo mandamiento, se viola toda la ley, eso lo enseña en su carta Santiago 2:10 una de las columnas del ministerio y evangelio de la circuncisión, como cité anteriormente, cuando declara: Porque el que guarda toda la ley, mas ofende en una cosa, se ha hecho culpable de todo.
Pero te recuerdo, que si vives aferrado y observando así sea una tilde de la ley de Moisés, el apóstol Pablo te revela en la carta a los Gálatas 3:10-13 lo siguiente: Porque cuantos procedente de obras de la ley son, están bajo maldición; porque ha sido escrito: maldito todo el que no continúa en todas las cosas que han sido escrita en el rollo de la ley para hacerlas, 11 Y que por la ley nadie es justificado para con Dios, es evidente, pues el justo procedente de fe vivirá; 12 pero la ley no es procedente de fe, sino que el que la haga vivirá en ella. 13 Cristo nos redimió procedente de la maldición de la ley, hecho maldición a favor de nosotros, pues ha sido escrito: Maldito todo el que está colgado en un madero…
Cuando le decimos a alguien que camina de acuerdo al dictamen del cristianismo tradicional, que somos perfectos en Cristo, se escandaliza. Rápido nos señalan y dicen, todos cometemos errores, todavía hacemos actos de la carne u obras muertas como los llama el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 6:1. Es por esa razón que el apóstol Pablo nos amonesta a reconocer los deseos engañosos de la carne o imagen terrenal que portamos, en la carta los Efesios 4:20-25 cuando declara: 20 Pero vosotros no aprendisteis así a Cristo, 21 si en verdad de él oísteis y en él fuisteis enseñados tal como está la verdad en Jesús, 22 que os despojéis vosotros en cuanto a la conducta anterior del viejo hombre que se corrompe conforme a los deseos del engaño, 23 y os renovéis en el Espíritu de la mente de vosotros 24 y vistáis el nuevo humano que según Dios fue creado en justicia y santidad de la verdad. Por eso es necesaria la sabiduría que se nos predestinó en el evangelio de la gracia, porque ella nos educa, ella saca de adentro de nosotros todo lo que oímos del Padre y aprendimos de él, para ahora buscar la cabeza del cuerpo del que somos miembros. Ahora que Dios formó un nuevo corazón o mente o conciencia en nosotros, para entender la sabiduría de Dios sin mandamientos ni ordenanzas para la carne. Podemos discernir las cosas de Espíritu, podemos por ejemplo sin necesidad de mandamientos para la carne como sucedía en la ley de Moisés, entender que: Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todo me es lícito, pero yo no seré dominado por ninguna, como enseña el apóstol Pablo en la 1ra cara a los Corintios 6:12.
Conforme a las enseñanzas del Espíritu, en este pacto de la gracia, que se rige por la sabiduría de Dios, somos enseñados por la mente o conciencia Cristo, que cuando hacemos algo conforme a la carne, el Espíritu o mente Cristo en nosotros, es contristado. Por eso nos corregimos a nosotros mismos. No nos corregimos porque alguien nos condena, es Cristo o el Espíritu que hace morada en nosotros, quien nos educa, porque la vida del Cristo dirige nuestro caminar. Ningún hijo de Dios en conocimiento, niega que viste una imagen terrenal reducida a la impotencia con apetito de fortalecer esa imagen, lo que el apóstol Pablo llama los apetitos de la carne, pero si entendemos y usamos la sabiduría de Dios, como ministros competentes de este nuevo pacto, cuya competencia proviene de Dios, como nos revela el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 3:6, podemos mantener sujeta o bajos los pies, a esa imagen.
LA CARNE DE NADA APROVECHA, EL ESPÍRITU O CRISTO ES LO QUE DA VIDA
Cristo en los días de su peregrinar en Jesús dijo que él es la vida. El apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 15:45 declara: Así también ha sido escrito: Adán fue el primer humano formado, un alma viviente; el último Adán (que es Cristo) Espíritu vivificante. Y pregunto: ¿Qué es vivificar? La respuesta es sencilla. Vivificar es dar vida, porque el primer Adán dio muerte a todos los demás, ya que el pecado o alma o conciencia adversaria, fue introducida por él a este mundo. El discípulo amado Lázaro de Betania, cuyo libre es llamado por error Juan 6:63 nos informa a este respecto los siguiente: 63 El Espíritu es lo que vivifica, la carne no aprovecha nada; las palabras que yo os he hablado, son Espíritu y son vida. La sabiduría de Dios proviene del Espíritu, por eso produce vida y paz.
¿Puedes ahora apreciar lo que es el fruto del Espíritu en cada creyente a Cristo o miembro de su cuerpo? Recordemos que el fruto del Espíritu es: Ágape, (o amor del Espíritu) gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, y contra tales cosas no hay ley ni sabiduría humana, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 5:22-23. La sabiduría de Moisés por el contrario, era para la carne, por eso era sabiduría de muerte, de condenación, nada perfeccionó, etc., y por eso ese pacto como revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 4:24 que el pacto del monte Sinaí mediado por Moisés daba a luz hijos para esclavitud, lo cual estuvo alegóricamente representado por la esclava y criada Agar en la casa de Abraham.
SI TE SOMETES A LA SABIDURÍA DE MOISÉS, LA DE CRISTO TE SERÁ LOCURA
Revela el apóstol Pablo en la 1ra cara a los Corintios 1:19-21 lo siguiente respecto a la sabiduría: 19 Escrito está, en efecto: Destruiré la sabiduría de los sabios, y el entendimiento de los inteligentes desecharé. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el polemista del siglo este? ¿No aturdió Dios la sabiduría del mundo? 21 Puesto que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció por la sabiduría a Dios, tuvo a bien Dios salvar a los creyentes por la necedad de la predicación. Dios enloqueció la sabiduría del mundo o antiguo pacto, a los que se cobijan bajo la sabiduría de Moisés. Estos ministros del error, que en los días de su peregrinar el apóstol Pablo llamó, los príncipes de este mundo, los gobernadores de las tinieblas, poderosos, obreros fraudulentos, mutiladores del cuerpo, lobos vestidos de ovejas, perros, etc., siguen siendo los mismos de siempre aunque en apariencia caminen en medio de la gente con una Escritura debajo del brazo, de la cual, muchas veces pueden citar su letra de memoria, aunque desconocen el significado o Espíritu de lo que citan. Son los mismos soberbios de siempre, en actitud de señalar con su dedo índice a los demás, pero se les olvida que cuando hacen tal cosa, el pulgar le sirve de árbitro para recordarle que perdió su enjuiciamiento, porque los otros tres dedos doblados lo apuntan a él. Entonces, ahora lo que hay es sabiduría del mundo o de la ley de Moisés ya finalizada delante de Dios, porque Cristo es el fin de la ley, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 10:4; por lo que sólo hay: La sabiduría de Dios. Pero ¿saben una cosa?, a pesar de lo que la Escritura dice, para la religión cristiana tradicional e histórica, la sabiduría de Dios es locura para ellos que se pierden esta sabiduría, aunque es todo lo contrario para los que le creemos a Cristo desde la enseñanza de la gracia que nos impartió mediante Pablo, su apóstol, de acuerdo a las buenas noticias que nos brinda el evangelio por él enseñado para todas las naciones.
Cuando alguien predica o enseña el Antiguo pacto mezclado con el evangelio de la circuncisión dado a los once apóstoles de Jesús, no solamente está equivocado y haciendo caminar en error a otros, sino que se maldice a sí mismo y a todo el que sigue y anda conforme a sus enseñanzas erróneas. De acuerdo a esto, es muy fácil deducir entonces, que la llamada conversión que se practica en la religión cristiana protestante tradicional, esta equivocada; ya que es hecha de acuerdo a la sabiduría de Moisés, todavía contenida y extendida en el ministerio y evangelio de la circuncisión. Cuando un niño en el conocimiento de Cristo dice que se convierte a Jesús de Nazaret y lo acepta como su salvador personal, cosa que no enseña el evangelio, ya que Cristo redimió, salvó y reconcilió a todo su cuerpo colectivamente con una sola ofrenda, a lo que se convierte en realidad es a Moisés, que fue el dios del mundo de los viejos cielo y tierra o pacto antiguo, y no a Cristo, el Dios del nuevo mundo de los nuevos cielo y tierra o nuevo pacto.
Mientra la sabiduría de Moisés siempre ha apartado a todo el que ciegamente la practica, de las amistades, de la familia y de otros círculos, pues creen que si no tienen la misma doctrina que ellos, entonces pueden ser contaminados, porque creen ver el diablo que les ha sido enseñado erróneamente hasta en la sopa, aunque antes de fanatizarse de esa manera no lo experimentaban; ahora ora y reprende a los demás. Supuestamente se apartan de sus conocidos no religiosos a sus creencias para apartarse del mal, pero si fueran honestos consigo mismos, reconocerían que todo eso es una hipocresía. Sujeto a esa sabiduría, no existe tal conversión a Cristo, sin embargo, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Efesios 1:18 “Cuando los ojos de nuestro entendimiento son alumbrados”, entonces sí está presente la sabiduría de Cristo; no hay conversión porque entendemos que somos una nueva creación, pero si hay convicción de quienes somos, y por eso cambia nuestras forma de proceder, porque es a través del conocimiento que produce la mente o conciencia Cristo. En cambio, en la sabiduría de Moisés, desde la vieja mente adversaria y egocéntrica, sólo podemos practicar mandamientos de hombres para la carne, no sabiduría de Dios, lo cual no cambia las vidas. Recuerden, la misma semilla sembrada de la sabiduría de Moisés no importa como la adornen, producirá siempre los mismos resultados u obras de la carne.
Entre las cosas básicas que no ha entendido el cristianismo tradicional se encuentra lo que revela el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 8:3-4 donde dice: “Porque lo imposible de la ley, en lo que era débil mediante la carne, Dios enviando al hijo de sí mismo en semejanza de carne de pecado, es decir, sobre pecado condenó al pecado en la carne, 4 para que la ordenanza de la ley se cumpliera en nosotros, los que no andamos según carne, sino según Espíritu”. Si lo que se enseña es mandamiento, reglas y ordenanzas conforme a la ley, es lógico que no se cambie el proceder o forma de pensar. Lo que tus sentidos naturales aprecian como cambio es una apariencia externa, pero por dentro sigues siendo lo mismo, esa triste realidad se debe a que no hay renovación del entendimiento. Por eso Jesús le dijo a los religiosos escribas y fariseos conforme registra el libro según Mateo 23:25 y Lucas 11:39 lo siguiente: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!, pues limpiáis lo de afuera de la copa y del plato, (refiriéndose a la apariencia externa) mas por dentro (refiriéndose a la mente o conciencia humana adversaria) están llenos de rapiña y de falta de dominio propio. 26 ¡Fariseo ciego!, limpia primero lo de adentro de la copa, para que sea también lo de afuera de ella sea limpio. El apóstol Pablo sobre ese asunto, revela en la carta a los Romanos 8:5-8 Porque los que según carne son, en las cosas de la carne ponen su mente, mas los que según Espíritu en las cosas del Espíritu. 6 Porque la manera de pensar de la carne es muerte, mas la manera de pensar el Espíritu es vida y paz. 7 Por lo cual la mentalidad de la carne es enemistad contra Dios; porque a la ley de Dios no se somete, porque no puede, 8 y los que en carne están, no pueden agradar a Dios. Por tanto, toda mente cuyo pensamiento es de continuo lo terrenal y para los sentidos externos, no puede agradar a Dios, es una célula que aparenta estar dentro del cuerpo, pero no puede estar en armonía o sujetarse a la cabeza, como pasa en una célula cancerosa en el cuerpo.
LA SABIDURÍA DE DIOS ES PARA NUESTRA GLORIA
Anteriormente les había dicho que el apóstol Pablo reveló en la carta a los Romanos 10:4que Dios iba a destruir la sabiduría de los sabios, y por todas sus cartas expresa que a la ley le fue profetizado que sería abolida. Por eso revela muy claramente, para que no haya lugar a dudas, que, fin de la ley es Cristo… Por eso también revela en la carta a los Romanos 7:4 Así que, hermanos de mí, también vosotros fuisteis muertos a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que vosotros llegaseis a ser del que procedente de los muertos fue levantado, para que llevemos fruto para Dios. Por eso estamos muertos al pecado, no muertos en pecado como continúa todo la cristiandad tradicional enseñando.
EPÍLOGO
Al llegar al final de este estudio, no podemos pasar por alto lo que dice la porción del libro del profeta Isaías 29:9-16 lo cual cito a continuación: “9 Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra. 10 Porque YHWH derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes. 11 Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado. 12 Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; el dirá: No se leer. 13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14 por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos. 15 ¡Ay de los que se esconden de YHWH, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas!, y dicen: ¿Quién nos ve, y quien nos conoce? 16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
¿Qué significa que una persona está borracha y no de vino? significa que no actúa con cordura, que actúa como alguien fuera de sus cabales. Les haré un ejemplo. Tomemos a la cristiandad tradicional que se hace llamar digamos fundamentalista, que oran para que se derrame su Espíritu o se haga presente en la reunión de la congregación. Eso conforme al evangelio, es locura, pues de acuerdo a la sabiduría de Dios revelada y ahora sobreedificada, Dios mora en cada miembro de su cuerpo, que es lo mismo que decir, su templo, como revela el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 6: 19-20. Entonces, si Dios mora en nosotros, entonces Dios está en nosotros, tal y como fue prometido a través de Jesús, como revela el discípulo amado Lázaro en su libro llamado por error Juan 14:17-18, 21-23. Observen que los que se hacen llamar apóstoles, evangelistas, profetas, pastores y líderes de la cristiandad nominal tradicional, están prometiendo algo que ya está en nosotros. Por tanto, se comportan como borrachos y no de vino.
La gran mayoría de los creyentes niños en el conocimiento de Cristo bajo el cuidado de los diferentes líderes del cristianismo tradicional, están sufriendo, por que les falta conocimiento. Lo que se les ha dado como sabiduría de Cristo, lo que se les ha enseñando para su desarrollo espiritual, solo han sido mandamientos y decretos de la ley de Moisés, las historias biográficas de Jesús cumpliendo su ministerio, y las enseñanzas modernas de prosperidad, salud física, etc. Les han enseñado a temerle a Dios, como si Dios trabajara como un policía al acecho de los que fallan para castigarlos o escribirle un boleto de infracción para llevarlo al tribunal al fin de sus días para juzgarlo. Pero conforme al evangelio por el contrario, Dios nos ha legado todo el material necesario para que alcancemos la madurez como miembro de su cuerpo, de acuerdo al desarrollo perfecto de la cabeza del cuerpo Cristo Jesús; para que todos hablemos la misma sabiduría, para que todos tengamos un mismo sentir. Pero eso es algo que como todas las cosas, tiene su tiempo; es algo que va de revelación sobreedificada en revelación sobreedificada, como revela el apóstol Pablo que sucedía en los días de la colocación de fundamento, que iban de gloria en gloria. Por eso, a llegado este gran despertar a la gracia de Dios en este tercer día o milenio, para que seamos manifestados con gloria en la sabiduría de Cristo, los hijos de Dios o los miembros del cuerpo Cristo, con gran autoridad, por el conocimiento de la sabiduría de Dios o de Cristo.
¡ABBA Cristo!
MINISTERIO RECONCILIACIÓN EVANGELIO DE LA GRACIA - (MREG)
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