HABLEMOS DE LA GRACIA

En los nuevos cielo y tierra, Ramón Cristo (Isaías 53:10)


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Ramón      Ramón

Urbáez       Cristo

1a Corintios 15:49

SOBREEDIFICANDO SOBRE
EL FUNDAMENTO CRISTO

 

"El conocimiento de la Verdad desvanece la oscuridad de la ignorancia, por eso la luz resplandece en los nuevos cielo y tierra."

Ramón Urbáez

Epoikodomeî epì tòn themélion Iesoûs Khristós

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LA GRACIA, DESCUBRE QUIEN ES EL DIOS QUE CEGÓ EL ENTENDIMIENTO DE LOS INCRÉDULOS

 Comencemos el estudio de hoy, leyendo en la 2da carta a los Corintios 4:3-4, donde el apóstol Pablo nos revela lo siguiente: 3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

 Lo primero que declara el apóstol Pablo es que si “nuestro evangelio”, refiriéndose a las buenas noticia que propagó junto a sus colaboradores por todo ese viejo mundo o dispensación de la ley, estaba “encubierto”, era para los que estaban perdidos o tapados bajo el velo de Moisés, que era lo que no dejaba ver claramente.

 El apóstol Pablo declara que esos incrédulos o no creyente del mensaje de la gracia eran mantenido ciegos por el dios de ese mundo, por el mediador de esa dispensación que todo necesitaba verlo por medio de obras, porque no tenían la capacidad de ver mediante la fe, por eso no les resplandecía la luz o revelación de la gracia de Dios. Es que el evangelio de la gracia de Cristo o buenas nuevas de gracia, es la única luz que alumbra los ojos de nuestro entendimiento, como más adelante en el verso 6 revela el apóstol Pablo cuando dice: 6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesús Cristo.

  Te has preguntado a ti mismo: ¿Cómo alumbra el evangelio los ojos de nuestro entendimiento? ¿Acaso creen ustedes que el alumbrar de esa luz es como la que proviene del sol natural o de cualquier otra fuente de iluminación? No y mil veces no mis amados. El verbo alumbrar usado en esta forma alegórica significa "aclarar, dar a entender la realidad de algo". Esa es precisamente la función del evangelio de Cristo. Volvamos a releer el verso 3 de la cita anterior. ¿En qué condición está la luz del evangelio entre los que se pierden? ¿Verdad que dice que está encubierta o que tiene un velo encima? De nuevo te pregunto: ¿Por qué razón está ese mensaje tapado para muchos? Creo que la respuesta es muy clara en el verso 4 de la cita, dice para los que se pierden. De nuevo te pregunto: ¿Qué es lo que se pierden? ¿Se pierden porque no fueron reconciliados? No, porque la reconciliación no depende de obra que tú hagas, sino de la ofrenda que hizo Cristo en Jesús. Entonces, ¿qué es lo que se pierden? Se pierden la información para conocimiento y disfrute de ese propósito. Recuerdas las palabras del Señor dichas a través del profeta Oseas 4:6 cuando dijo: Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento. A esos que se pierden este conocimiento los llama “incrédulos”. La palabra incrédulo significa “uno que no cree el mensaje que recibe”.

 El apóstol Pablo nos informa en esa porción antes citada, que el entendimiento de los incrédulos lo ciega o lo mantiene velado un dios. Es decir, que ese entendimiento tenía un velo puesto encima, que le impedía ver la luz. Vamos un poquito más hacía atrás en esta 2da carta a los Corintios y leamos la cita 3:13-17, que dice: 13 y no como Moisés que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se vuelvan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

 Moisés fue el mediador de ese antiguo pacto, y como tal, fue como Dios para ellos. Por eso ordenó un sacerdocio, siendo su hermano Aarón el primer sumo sacerdote de ese pacto, quien era como boca a Moisés, y Moisés como Dios para Aarón y para el pueblo de Israel. Moisés era el único que se acercaba a Dios en nombre de ese pueblo. Eso lo podemos leer en el libro de Éxodo 4:16 Y él (Aarón) hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. También podemos leer en el libro de Éxodo 7:1 que dice: YHWH dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Por eso cuando Moisés tardaba en bajar del monte donde subió para recibir las tablas de la ley en el monte Sinaí, los hijos de Israel le pidieron a su sumo sacerdote Aarón, conforme nos enseña el libro de Éxodo 32:1 Haznos dioses que vayan delante de nosotros. Ellos no sabían que le había sucedido a su dios Moisés y necesitaban otros dioses para que les guiara; en cambio nosotros sabemos que sucedió con nuestro Dios Jesús Cristo y él es nuestro camino por donde nosotros vamos hacia adelante.

 Moisés sabía que ese pacto del cual él acaba de ser mediador era temporero, por eso anunció un gran profeta en el futuro como él, es decir, anunció al verdadero Mediador, que vendría después de él en los días finales de ese pacto que acaba de hacer con el pueblo de Israel, lo cual podemos leer en el libro de Deuteronomio 18:15 que dice: Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará YHWH tu Dios; a él oiréis. Recuerda las palabras de revelación del apóstol Pablo en la 1ra Carta a los Corintios 15:46 que nos dice que primero se manifiesta lo natural o animal y luego lo espiritual. El Señor mismo vendría súbitamente a su templo, como anunció el Señor por medio del libro del profeta Malaquías 3:1.

 En la cita 31:28-29 del mismo libro de Deuteronomio, Moisés le dice al pueblo de Israel lo que el Señor mismo les haría a ellos al final de ese pacto por no haberle escuchado, con las siguientes palabras: 28 Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré a sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. 29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado y os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de YHWH, enojándole con la obra de vuestras manos.

 Esos “cielos y tierra” que el profeta y mediador de la ley Moisés pone por testigos contra Israel, son los mismos “cielos y tierra” que Jesús, conforme al libro según Mateo 5:18, dijo que no pasarían hasta que se cumpliera la última tilde de la ley. La expresión “los cielos y a la tierra”, era una figura alegórica del antiguo pacto en Moisés, que tenía que ser cumplido completa y perfectamente por Cristo en Jesús, incluyendo el propio fin de ese pacto por Cristo cuando cumpliera todas y cada una de sus profecías, como revela el apóstol en la carta  a los Romanos 10:4.

 ¿Ahora puedes entender por qué Moisés ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de ser abolido? Primero, por esta acción, Moisés conocía que la ley era temporera y tenía fin con el Mesías, con el mediador del verdadero pacto que el profetizó, para el pacto de la gracia. Te has preguntado: ¿Cuál era ese velo que señala el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 3:14? Si te contesta esa pregunta correctamente a ti mismo, entonces podrás ahora con más claridad entender ¿qué vino a hacer Cristo en medio de Israel? Puedes ver ahora ¿por qué el Cristo en su primera aparición, que es lo visible o natural, lo tuvo que hacer totalmente dentro de Israel sin inclusión de los gentiles?

 El antiguo pacto era la ley añadida en Moisés. Te recuerdo que la ley fue añadida 430 años después a la gracia ya confirmada en promesa a Abraham, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 3:15-18. La ley era el velo que se ponía Moisés en su rostro, porque la ley fue un velo entre Israel y Cristo. Recuerda que Cristo es la cabeza de la Iglesia y Moisés era la cabeza del cuerpo llamado Israel. Eso es lo que tienen sobre su corazón los descendientes de Israel hasta el día de hoy, así como todos los que se ponen bajo la ley aunque sea en una tilde, como revela el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 3:15 que venimos leyendo.

 ¿Todavía  no te has dado cuenta por qué es un velo? Para que veas la respuesta leamos lo que nos enseña el apóstol Pablo, el revelador de todos esos misterios, cuando nos enseña lo que dijo y registra el libro de los Hechos 15:21. En esa cita declara el apóstol Pablo lo siguiente: 21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Como sabemos, el apóstol Pablo siempre primero visitaba la sinagoga judía en cada ciudad gentil que visitó. Te voy a dar varias citas de lo que hacía el apóstol Pablo cada vez que llegaba a una ciudad gentil, ya que él era quien estaba uniendo a judíos y gentiles en un solo cuerpo, en un solo pueblo, en un solo y nuevo humano, del cual Jesús Cristo es la cabeza. Te pido que leamos los siguientes versos del libro de los Hechos9:20; 13:5; 17:17; 18:4; 19:8; por eso, fue preguntado a Pablo por Santiago en su último viaje a Jerusalén, la veracidad de lo que de él se decía, que enseñaba a los hijos de Israel en medio de los gentiles, a apostatar a Moisés, lo cual puedes leer en el libro de los Hechos 21:18-22.

 Pero antes de continuar, ¿sabe lo que significa la palabra “sinagoga”. Significa "el lugar de la conciencia", porque era el lugar donde ellos eran enseñados, para concientizarlos de la ley de Moisés. Por tanto, en cada ciudad, tanto judía como en medio de los gentiles donde hubiera judíos viviendo, ellos tenían puesto el velo de Moisés sobre su cabeza o conciencia que les servía de obstáculo entre ellos y Cristo. El velo de Moisés era la cátedra o enseñanza de Moisés que se hacía todos los días de reposo de la ley en cualquier ciudad donde hubiera judíos viviendo.

 Eso era lo que se hacía en los días del apóstol Pablo y todavía se sigue haciendo en la llamada cristiandad tradicional, que ha mezclado la cátedra de Moisés con la doctrina de Cristo del principio o evangelio de la circuncisión. Eso es lo que practican los que dicen ser cristianos, que se congregan en un sin número de sectas distintas. Eso que se predicaba en esos días, es lo que sigue predicándose hasta el día de hoy en cada sinagoga de Moisés, cuándo es leído Moisés y se continúa en esas enseñanzas como si fueran para el cuerpo de Cristo. Las enseñanzas de Cristo están fundamentadas solamente en las enseñanzas que puso una vez y para siempre el apóstol Pablo, como muy claramente él revela por lo que escribió en la 1ra carta a los Corintios 3:10-11. Ahora, como fue establecido por Cristo mediante el apóstol Pablo en los versos que siguen del 12 al 15, estamos sobreedificando sobre ese fundamento o correctamente con oro, plata y piedras preciosas que son la sabiduría, la inteligencia y el conocimiento de Dios; o incorrectamente con madera, hoja y hojarasca, que son las doctrinas de Moisés en la letra mezcladas con las enseñanzas de los once apóstoles de Jesús.

 Y es que todo el que todavía se fundamenta en la cátedra de Moisés o en la letra de los misterios ocultos hasta la manifestación del Cristo, es un ciego que no puede alumbrar los ojos del entendimiento de otros. ¿Sabes por qué? Porque el velo del antiguo pacto que es la ley, los mantendrá en tinieblas, a oscuras, que es lo mismo que decir, en ignorancia de la verdad de Jesús Cristo. Eso ocasionará que se pierdan este tesoro que nos hace reinar en vida en el conocimiento de él, porque la ley no fue dada por Dios para salvar a ninguno, sino para mostrar la realidad de la naturaleza de pecado o adversaria a la realidad Cristo, que es Espíritu de vida.

 ¿Pueden ahora entender las palabras del apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 3:15 que dicen: Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón (o la mente o conciencia) de ellos? Les pregunto a la luz de estas palabras: ¿Qué pasará cuándo se “conviertan” al Señor? Es necesario que entiendan que significa la palabra griega “exousia” traducida al español como “conviertan”, porque esa palabra ha sido grande y gravemente mal entendida, y muy mal usada. Esa palabra significa simplemente “volverse en la forma de pensar en la dirección totalmente opuesta”. Es cambiar tu forma de pensar, es dejar de pensar con la vieja conciencia en Adán, que es esclava. Es pensar con la nueva conciencia Cristo, que es libre. Puedes ver de nuevo el por qué, conforme enseña el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 10:4, Cristo es el fin de la ley añadida en Moisés.

 Todo el sistema religioso vive en esa mezcla bajo el velo de la ley, y ese velo no los deja ver a Cristo. ¿Recuerdas las palabras del discípulo amado Lázaro? En su libro llamado por error Juan 1:17, el te recuerda que la ley vino por medio de Moisés; y la gracia y la verdad vino por Jesús Cristo. Cristo es la gracia y la verdad que se mostró por medio del humano Jesús, a quien sacrificó en este orden relativo por todos nosotros los miembros de su cuerpo, para que nosotros fuéramos reconciliados de nuevo a Dios.

 Cuando dices Moisés, cuando dices velo, cuando dice la ley, cuando dice el antiguo pacto, cuando dices la letra, las figuras, la vieja conciencia, etc., todos esos términos son sinónimos, porque significan una y la misma cosa, lo que era pasajero. Del mismo modo, cuando dices Cristo, la nueva mente o conciencia, la gracia, la luz, la verdad, el camino, el nuevo pacto, etc., hablas de lo mismo; porque a ley fue un velo que se puso frente a la gracia y produjo oscuridad. La luz siempre ha estado, sólo pierdes su visión momentáneamente si te colocan un velo oscuro delante de tu rostro; pero quitado el velo continúas viendo la luz. Haz una prueba, prende una lámpara frente a tu rostro y pon un paño negro a tus ojos y verás desaparecer la luz, todo se te hace oscuro; pero remueve ese velo que pusiste y verás que la luz siempre ha estado presente. Por tanto, la oscuridad no existe, es simplemente la ausencia momentánea de la luz. Supón un día de sol y de repente se coloca una nube oscura delante, o cuando ocurre un eclipse diurno total de sol. ¿Qué sucede de inmediato? Aparentemente se oscurece, porque hay tinieblas, pero tan pronto se hace desaparecer las tinieblas, aparece la luz admirable.

 El pacto añadido en Moisés fue un pacto condicional, eso es el por qué de sus muchas fallas, tenía muchas limitaciones, por eso revela y declara el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 7:19 nada perfeccionó la ley. Ese viejo pacto era para el humano externo, para la mente del viejo humano que está viciada; pero el nuevo pacto es para el humano interno, para la mente de Cristo del humano de la nueva creación; por eso está grabado por Dios en el corazón o nueva mente o nueva conciencia Cristo de la que participa todo creyente de Jesús Cristo. En el viejo pacto todo se hacía mediante la voluntad u obra del viejo humano; pero en el nuevo pacto todo ocurre por la voluntad de Cristo imputada a nosotros en la creación del nuevo humano en Cristo.

 Por eso el nuevo pacto está establecido sobre un fundamento mejor, porque descansa en Dios mismo. Mientras la ley o antiguo pacto es un pacto entre humanos; el nuevo pacto es un pacto entre Dios y sus dioses; es el pacto de la cabeza Cristo con el cuerpo Iglesia, que nos fue dado antes de los tiempos de las edades en Cristo, como revela el apóstol Pablo en la 2da carta a Timoteo 1:8-11. EL antiguo pacto es un pacto entre Moisés como mediador y el viejo humano, el animal humano. Mientras que el nuevo pacto es un pacto entre la cabeza Cristo o Dios y su cuerpo de dioses en Cristo, que es la Iglesia que el se preparó para sí mismo. Es un pacto entre el Rey y sus reyes. Es un pacto entre el Señor y sus señores. Es un pacto entre el Padre Eterno y sus hijos traídos a la eternidad de nuevo mediante el mensaje del evangelio de la gracia.

 Por eso como revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 8:13, el nuevo pacto desplaza al viejo pacto de la ley, porque su velo se puso viejo y había llegado el momento de restaurar todas las cosas y de quitar las cosas que eran movibles. Moisés como enseñanza de vida es como la enseñanza antes de los días de Colón cuando se decía y todos creían, que el planeta Tierra era plano, aun cuando es en forma de esfera o circular; por tanto, es una noticia vieja y caducada que a nada enseña. Es solamente una referencia para conocer como fuimos conocidos, como declara el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 13:12. Ese velo está envejecido como el de una momia cuando la sacan del sarcófago, sólo sirve para estudiar por referencia sobre el pasado, ya que el presente y lo que llamas futuro lo llena Cristo a plenitud. El corazón de los que leen a Moisés está oscuro y envejecido, porque es el corazón o mente del viejo humano, la mente o conciencia del primer Adán.

 El nuevo pacto de la gracia por su parte, no descansa en lo humano. Es un pacto que descansa sobre mejores cosas, antes llamadas promesas en Abraham, pero ahora llamadas realidades en Jesús Cristo, quien las cumplió perfectamente para nosotros. La salvación en la gracia es un regalo de Dios, es una expresión de la gracia de Dios que se evidencia en los que creen en la muerte y resurrección de Cristo en Jesús como cabeza y en todos los miembros de su cuerpo, la Iglesia. Por no creer en Jesús, como declara el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 3:15 el corazón o mente de aquellos incrédulos descendientes de Israel de los días de Jesús, estaba puesto el velo de la ley, como lo está sobre un gran número de los que hoy dicen aceptar a Jesús condicionalmente como salvador y sanador personal, pero en verdad no le han creído, por lo que no pueden confesar esa ofrenda perfecta de gracia como tal. Por eso no pueden andar en las obras preparadas sobre Cristo de antemano. Por eso no se pueden ver sin pecado, no se pueden ver perfectos en Cristo, no pueden utilizar la mente o conciencia Cristo. No pueden confesar en conocimiento, que fue lo que Cristo realizó realmente en Jesús mediante una sola ofrenda.

 Nos informa el discípulo amado Lázaro, cuyo libro es llamado por error Juan 1:11, que Cristo vino a lo suyo en Jesús, es decir, vino a realizar su extraña obra; pero los suyos o pueblo de Israel, no le recibió. ¿Sabes por qué no le recibieron? Porque no le creyeron a Jesús. Por eso dice que a los que le reciben o creen en su nombre, es a los que les ha dado autoridad de ser  hijos de Dios. Recuerden, es a los que le creen que cumplió TODAS las cosas, no algunas y todavía faltan algunas por cumplirse. Por eso revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 4:6-7 sobre el reposo de Cristo:  Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyeres hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones o vuestras mentes o conciencias. Pero ya todo esto que todavía estaba incompleto en los días del apóstol Pablo, por causa de que la ley no había llegado a su fin, cosa que sucedió en el año 70, lo que nos es atestiguado y confirmado por la destrucción de Jerusalén y su templo de piedra, ahora estamos todos en su reposo; sólo que hay muchos miembros del cuerpo de Cristo que por causa del velo de Moisés no están disfrutando de su herencia, reinar en vida en Cristo por el conocimiento de su Verdad.

 Ahora puedes entender quien fue el dios de este mundo, pero del viejo mundo de la ley que ya terminó, que cegó el entendimiento de los incrédulos o judíos a quienes se les dio primero la buena nueva de su gracia, que menciona el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 4:4. Pero leamos el verso 3 antes de la cita anterior que dice: 3 Pero si nuestro evangelio está encubierto, entre los que se pierden esta encubierto. Es decir, que donde no hay conocimiento de Cristo, el entendimiento está embotado, la sabiduría de Dios está encubierta o tapada, la inteligencia del Espíritu está cubierta de religiosidad, humanismo, política, ciencias humanas para el gozo de la carne, pero no puede ver la realidad Cristo porque está dormida. Por eso el apóstol Pablo les dijo en la carta a los Efesios 5:14 a un grupo de creyentes: Despierta tú que duermes y te alumbrará Cristo. Despierta del sueño del humano viejo en la pesadilla de la mente vieja para que veas la luz de Cristo en tu vida, para que disfrutes de tu herencia en vida.

 A los hijos de Israel no les fue revelado el hecho de que en Cristo el velo es quitado y debido a esto sus mentes se endurecieron o se embotaron o enceguecieron. “Cegar” significa "cubrir el entendimiento". Esa era la ceguera de la que habló Jesús cuando dijo que "si un ciego guía a otro ciego los dos caen en el pozo".

 Pero los que tenemos los ojos del entendimiento iluminados, como revela el apóstol Pablo en la 2da carta a los Corintios 4:7 podemos ver lo que está dentro de nosotros y podemos declarar a cara descubierta o sin velo, que es lo mismo que decir, en el conocimiento pleno de Cristo, que tenemos el tesoro este en vasos de barro, para que la excelencia sea de Jesús Cristo, que iluminó nuestros corazones o mentes, en el conocimiento de él.

¡ABBA Cristo!

 

 

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