LA GRACIA DICE: EL LIBRE ALBEDRÍO ES UN MITO
En los nuevos cielo y tierra, Ramón Cristo (Isaías 53:10)
![]() |
En la vestidura visible, Yo Soy Ramón
Urbáez, Sobre-Edificador por la gracia de Dios, sobre el fundamento
Cristo puesto por el apóstol Pablo, 1ra carta a los
Corintios 3:10. Hermano en la común fe, a todos los santos ya
bendecidos en la simiente de Abraham, la cual es
Cristo, carta a los Gálatas 3:8, 9 y 16; con toda bendición
espiritual, carta a los Efesios 1:3; trasladados y sentados en los
lugares celestiales, y hechos perfectos con un sólo sacrificio para
siempre, carta a los Hebreos 10:14. Gracia y paz a cada uno de vosotros de
Dios nuestro Padre y Señor, Jesús Cristo.
El propósito de este estudio, es que los santos, dioses, reyes y
señores que están en la tierra, entiendan y crezcan en todas las
cosas espirituales, la sabiduría de Dios en misterios, la sabiduría
oculta y predestinada, preparadas para nuestro peregrinar y reinar en
vida en este planeta desde antes de los siglos, conforme nos revela el
apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios 2:6-9, la porción del
cuerpo Espíritu del cual Jesús Cristo es la cabeza, su siempre servidor,
Ramón Cristo. |
Que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio (sobreedificado) de Cristo.
Carta a los Colosenses 4:3
Inicialmente, este estudio pensaba titularlo El Mito del Libre Albedrío, pero finalmente fue titulado como aparece arriba. Este estudio tiene como propósito mostrar que el llamado libre albedrío del hombre con relación a la vida espiritual, es un mito. Con esto te estoy diciendo, que de acuerdo a las Escrituras, tanto del Antiguo Pacto que ya caducó y dejó de ser porque se puso viejo y desapareció delante de Dios, como el Nuevo Pacto en el cual vivimos ahora los hijos de Dios.
El libre albedrío es un mito, es inexistente, es un espejismo para todos aquellos que corren la carrera sobre edificando en doctrina futurista que creen observar a la distancia y por mas que corren hacia ese espejismo, este se mantiene siempre a la distancia porque no existe. Es un oasis en el desierto de la mente del hombre natural, queriendo al viajar en el desierto de la ignorancia doctrinal, a un lugar de refrigerio espiritual final inventado por los líderes religiosos que es inexistente, porque no pueden ver la realidad presente del cumplimiento de todas las cosas que fueron anunciadas por la ley, los profetas y los Salmos.
Pero antes de proseguir veamos la definición que hace el Gran Diccionario Enciclopédico Larousse del 2000 sobre los términos mito y albedrío. “Mito viene de la palabra griega mythos, que significa fábula. También puede ser un relato popular o literario en el que intervienen seres sobrehumanos y se desarrollan acciones imaginarias que trasponen acontecimientos históricos, reales o deseados, o en la que se proyectan ciertos complejos individuales. Es una idea, teoría, doctrina, etc., que expresa los sentimientos de una colectividad y se convierte en estímulo de un movimiento”.
La palabra albedrío por su parte, viene “del latín arbitrium, y es definida como potestad de obrar por reflexión y elección. Es definida como la facultad que posee la voluntad de tomar una decisión en vez de otra. Sinónimos de esta palabra son los términos arbitrio y libre albedrío”. La palabra arbitrio es la que encontramos en Número 24:10-13 cuando Balac le pidió al profeta Balaam que le maldijera a Israel y por tres veces el profeta lo bendijo. En el verso 10 Balac le reclama al profeta Balaam: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los ha bendecido ya tres veces. 12 Y Balaam le respondió: ¿No les declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo: 13 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de YHWH (el Señor) para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, más lo que hable YHWH, eso diré.
Si se fijan mis amados, el profeta declara que en materia de lo espiritual su arbitrio o llamado libre albedrío no existe, existe sólo la palabra declarada y ordenada por Dios. Al profeta Balaam le era imposible traspasar el dicho o voluntad o lo ordenado por Dios como soberano sobre todas las cosas.
La introducción de la biografía de Cristo en los días de su carne, escrita por el apóstol de la circuncisión Juan 1:12-13, establece de manera categórica, de manera absoluta que en lo espiritual no hay llamado arbitrio o libre albedrío cuando dice: Cuantos empero le recibieron les dio potestad de ser hijos de Dios, a los creyentes en el nombre suyo, quienes no de sangre ni de voluntad de carne ni de voluntad de hombre, sino de Dios nacieron.
Como pueden observar amados hermanos, se nos dan tres aspectos de la voluntad. El primer aspecto nos declara que en la familia de Dios es imposible nacer de voluntad de sangre, es decir, por reproducción biológica, la del tabernáculo de barro o cuerpo físico, lo que ocurre por la ley de la procreación. El segundo aspecto nos declara que es igualmente imposible nacer en la familia de Dios por voluntad de carne, por voluntad del alma, lo que éramos en el primer Adán hasta que Cristo lo mató en la cruz para siempre en su Cordero Jesús de Nazaret. Por eso nos revela Pablo, el único apóstol del Nuevo Pacto en 1 a los Corintios 15:50, lo siguiente: La carne y la sangre no heredan en el reino de Dios. Ahora, sobreedificando sobre el fundamento decimos: La carne y la sangre no heredaron en el reino de Dios en el cual vivimos ahora por el Espíritu, porque el reino de Dios es espiritual y ya la herencia fue repartida, es algo ya realizado. Finalmente, el tercer aspecto negativo dice que no es voluntad de hombre. La voluntad de hombre es el resumen de los dos aspectos anteriores.
Recuerden bendecidos, Adán, el primer hombre, es la carne, lo terrenal o alma viviente, que fue vestida luego de piel y el apóstol llama la sangre, como nos informa Génesis 3:21 Y el Señor Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Así lo informa el profeta Job en el libro que lleva su nombre, Job 10:0-11 cuando declara: Acuérdate que como a barro me diste forma; (creación del alma viviente) y en polvo me has de volver. ¿No me vaciaste como leche, y como queso me cuajaste? Me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios. Job dice las mismas palabras proféticas de Salomón en Eclesiastés 12:7 Y el polvo (el alma) vuelva a la tierra, como era, y el Espíritu vuelva a Dios que lo dio. Finalmente Job 10:12 profetizó: Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi Espíritu. El apóstol Pablo revela el significado de estas palabras de Job en Colosenses 3:3 lo que citaré en sobre edificación cuando nos revela: Porque habéis muerto, (el polvo o alma volvió al polvo en la muerte de Cristo en su carne) y vuestra vida estaba escondida con Cristo en Dios.
El apóstol Pablo nos revela de manera categórica en 1 a los Corintios 15:45-49 que hay dos hombres totalmente diferentes. Por eso, unos son conforme al hombre terrestre o primer Adán el alma viviente y otros conforme al segundo Adán o Espíritu vivificante, el celestial. La primera mujer fue sacada del primer hombre como sombra o figura de la mujer espiritual que fue sacada del hombre espiritual, por eso el hombre es cabeza de la mujer como figura de lo verdadero, porque Cristo es la cabeza de la mujer o Iglesia. La Iglesia es el cuerpo de Cristo y él es la cabeza; mis amados, la cabeza es quien dirige al cuerpo, no el cuerpo a la cabeza. Por eso, nuestra mente en el nuevo hombre creado según Dios o conforme a Dios que es Cristo tiene la potestad y autoridad sobre el cuerpo que es la Iglesia.
Leamos lo revelado en 1 a los Corintios 15:45-49 Así también ha sido escrito: Fue hecho el primer Adán, un alma viviente; el último Adán, espíritu vivificante. 46 Pero no es primero lo espiritual, sino lo natural; después, lo espiritual. 47 El primer hombre, de tierra, terrestre; el segundo hombre, de cielo. 48 Cual el terrestre, tales también los terrestres, y cual el celeste, tales también los celestes; 49 y como portamos la imagen del terrestre, portaremos también la imagen del celeste. Pero ahora en sobre edificación podemos terminar diciendo que el verso 49 debe leerse: ahora portamos también la imagen del celeste que es el nuevo hombre Espíritu creado según Dios que es Espíritu.
En Romanos 6:16-19 el apóstol Pablo revela: 16 ¿No sabéis que al que presentáis a vosotros como esclavos para obediencia, esclavos sois de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado (en singular pues se refiere a la naturaleza del primer Adán) para muerte o de la obediencia para justicia? 17 Mas gracias a Dios que erais (tiempo pasado) esclavos del pecado, mas obedecisteis de corazón (el nuevo hombre interior creado según Dios como revela Efesios 4:24) a la forma de doctrina que fuisteis entregados, 18 y habiendo sido librados del pecado, fuisteis hechos esclavos de la justicia. 19 Humanamente hablo a causa de la debilidad de la carne de vosotros. Porque así como presentasteis los miembros de vosotros como esclavos a la impureza y a la iniquidad para iniquidad, así ahora presentad los miembros de vosotros como esclavos a la justicia para santificación. En palabras sencillas el apóstol Pablo nos revela que no hay libre albedrío, porque éramos en Adán esclavo del la naturaleza de pecado, o somos en Cristo esclavos de la justicia.
Si amados, nos revela el apóstol en 1 a los Corintios 15:21 Porque ya que mediante un hombre vino la muerte, también mediante un hombre la resurrección de los muertos. Y continúa el apóstol revelando en el verso 22 lo que te citaré en sobre edificación: Porque como en Adán todos fuimos muertos o separados de Dios en Espíritu, así también en Cristo todos fuimos vivificados en Espíritu. Todo eso ocurrió en su debido orden cuando la ley llegó a su fin en el año 70. Los hijos de Dios somos una realidad espiritual, no un espejismo de la carne y sangre.
En oposición a los tres aspectos antes señalados en Juan 1:12-13, se nos declara al final que nacimos de la voluntad soberana de Dios. La herencia que recibimos en Cristo es en el Espíritu. Como puedes observar, la voluntad humana, que es lo que el hombre religioso llama el libre albedrío, nada puede hacer para participar de la vida espiritual de Dios, porque sólo se puede nacer del Espíritu por la soberana voluntad de Dios. Recuerden mis amados, solamente el Padre engendra, los hijos no pueden engendrarse en el Padre. Es por eso que nuestro apóstol nos revela tajantemente en Efesios 2:8 que: Por gracia sois salvos, por medio de la fe y la fe no es de nosotros, sino es un don de Dios. El hombre natural nada puede hacer o aportar para ser salvo, para alcanzar la salvación. Ser salvo es sinónimo de resucitar, de estar justificado o estar reconciliado con el Padre Eterno. En Efesios 2:9 el apóstol revela como una verdad absoluta, que la salvación no es por obras para que nadie se jacte o se gloríe delante de Dios de que tuvo capacidad de alcanzarla.
Para este estudio he tomado un ejemplo por la claridad que nos presenta. Ese ejemplo fue tomado de las Escrituras del antiguo pacto por el apóstol Pablo, para revelar este asunto en el nuevo pacto. Pero antes de darte el ejemplo, veamos varios puntos importantes. El Salmos 105:25 nos dice: Cambió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que contra sus siervos pensaran mal. Si té fijas en los versos 23 y 24, se nos dice que esto sucedió después que Israel entró a Egipto, donde se multiplicó y se hizo fuerte, donde el Señor por su soberana voluntad cambió el corazón de los Egipcios para que aborrecieran a los israelitas.
Es sumamente importante que recuerden la declaración de la promesa dada a nuestro padre Abraham, registrada en Génesis 12:3 que dice: Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Por tanto, los egipcios aborrecieron a los israelitas porque Dios por su soberana voluntad cambió sus corazones, que es lo mismo que cambió la voluntad de ellos. Imaginas que cuando subes en tu carro creado por ti y lo pones en marcha hacia un lugar que decidiste ir, que el carro por su voluntad es el que decide donde llevarte y que hacer contigo. Eso es lo que dice la persona que cree tener libre albedrío en el Espíritu, que él decide que hacer con Dios, porque ha confundido su hacer natural limitado con la autoridad absoluta de Dios sobre toda su creación.
Dios ha determinado el final de cada vasija de barro que él creó, así lo revela el apóstol en Hechos 17:26 cuando les habló a los atenienses en medio del Areópago y les dijo: e hizo de uno toda nación de hombres para que habitaran sobre toda faz de la tierra, determinando preordenadas sazones y los límites de la habitación de ellos.
El hombre religioso por su parte, continúa queriéndose justificar como Adán, delante de Dios después de entrar en la conciencia o conocimiento de su naturaleza de pecado, como nos muestra Génesis 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste de compañera me dio del árbol, y yo comí. Así es el hombre religioso, no entiende ni puede creer su incapacidad de ser engendrado en la familia de Dios. Argumentan de manera infantil diciendo que el hombre no es una marioneta o que Dios no hizo robots. El apóstol Pablo nos revela en Romanos 9:18 Así que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurece.
Pero al hombre que todavía quiere continuar con el argumento del llamado libre albedrío, el apóstol Pablo le informa por lo revelado en Romanos 9:19-21 lo siguiente: 19 Me dirás, pues: ¿Por qué aún halla faltas? Porque, ¿a la voluntad de él quién resistió? 20 ¡Oh hombre! En todo caso, ¿Tú quién eres el que replicas contra Dios? ¿Acaso dirá el objeto modelado al que lo modeló: por qué me hiciste así? 21 ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para de la misma masa hacer a este vaso para honor, y al otro para deshonor?
En Romanos 9:22-24, el apóstol nos revela porqué Dios hizo unos vasos para un uso honroso y a otros vasos para un uso deshonroso. El resultado final se mostró para con esa generación de la transición entre los dos pactos o de la ley o antiguo pacto a la gracia o nuevo pacto. La ira de Dios fue descargada al final del viejo mundo ocurrida en el año 70. Leamos la cita anterior: 22 Más si queriendo Dios mostrar la ira y dar a conocer lo poderoso de él, soportó con mucha longanimidad los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para dar a conocer las riquezas de la gloria de él sobre los vasos de misericordia, que de antemano preparó para gloria, 24 a los que también nos llamó no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.
Veamos un ejemplo de estos versos que acabamos de citar. El apóstol Pablo es un vivo ejemplo de un vaso de misericordia, de un vaso preparado para gloria. Pablo nos revela en 1 a Timoteo 1:15-16 Fiel es la palabra y de toda aceptación digna, que Cristo Jesús vino al mundo pecadores a salvar, de los que el principal soy yo; 16 pero por esto me fue otorgada misericordia, para que en mí el principal mostrase Jesús Cristo toda paciencia, para modelo de los que van a creer en él para vida eterna.
Dios puso a Pablo como modelo de todos los que creemos el evangelio de la gracia. Cuando el apóstol apareció en el escenario de la Escritura se llamaba Saulo, nombre que significa: Pedido. Saulo aparentaba ser un vaso de ira como los demás fariseos que finalmente en el año 70 experimentaron la ira de Dios cuando la ley o antiguo pacto llegó a su fin. Como Saulo de Tarso, antes de Cristo llamarlo era un fariseo de fariseo, irreprensible en cuanto a la justicia que era por la ley, perseguidor de la Iglesia en cuanto a celo, como él mismo declara en Filipenses 3:5-6. Sí amados, Saulo persiguió a la iglesia de Dios que estaba en Jerusalén en los días del comienzo de la transición de los dos pactos, en los días de comienzo de pasar de la ley o antiguo pacto al nuevo pacto, porque Pablo nunca persiguió a la Iglesia, sino que fue perseguido, maltratado y muerto por causa del edificador de la Iglesia Jesús Cristo.
Los hermanos que vivían en Jerusalén y sus alrededores, vivían en ese momento conforme al evangelio de la circuncisión enseñado por los Doce apóstoles de Jesús de Nazaret, pero le temían a Saulo en gran manera. Esos hermanos conocían lo que le sucedió al hermano Esteban bajo una de esas persecuciones. Leamos en el libro de biografía apostólica o Hechos de los Apóstoles especialmente las porciones 6:8-15 y 7:54-8:3 el relato de ese asunto. La sección intermedia entre el capítulo 6 y 7 nos relata la lección magistral que dio Esteban al sumo sacerdote y a los que con él estaban allí reunidos, sobre el cumplimiento de todas las cosas, a partir de la promesa dada a nuestro padre Abraham.
En una de esas persecuciones, Cristo se le apareció a Saulo y lo cambió totalmente, sin que la voluntad o llamado libre albedrío de Saulo, el judío legalista del antiguo pacto, pudiera evitarlo. ¿Sabes por qué? El mismo apóstol nos da la respuesta en Romanos 11:29 cuando nos revela: Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Te invito a leer en Hechos 9:1-19 todo el relato de como sucedió el llamamiento del apóstol Pablo y verás que el Señor tuvo control absoluto de Saulo y determinó como sería su vida hasta el final, ver especialmente los versos 15 y 16 que dicen: 15 Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que tenga misericordia, y tendré compasión del que tenga compasión. La conclusión de la revelación apostólica es: 16 Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino del que tiene misericordia, Dios. El Señor le cambió el nombre a Pablo, para revelarle que él era el más ínfimo o más pequeño de todos los apóstoles, conforme a su propósito y soberana voluntad.
Eso es lo que nos revela precisamente el apóstol Pablo en 1 a los Corintios 15:9 Porque yo soy el ínfimo de los apóstoles, que no soy competente para ser llamado apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios. También leamos Efesios 3:8-9 A mí el más mínimo (pequeño) de todos los santos fue dada la gracia esta, a los gentiles predicar la inescrutable riqueza de Cristo, 9 y sacar a luz cuál es la administración del misterio escondido desde los siglos en Dios, que las cosas todas creó. Pero a pesar de ser el más pequeño, como lo anunció Cristo en los días de su carne: El más pequeño del reino de Dios sería más grande que el más grande profeta nacido de mujer, conforma dijo Cristo en los días de su carne y registran sus biografías según Mateo 11:11 y Lucas 7:28. Pablo fue el mayor o primero de todos, porque a él le fue dada la revelación de todos los misterios del reino de Dios.
Leamos Mateo 11:11 De cierto os digo, no ha sido levantado entre los engendrados de mujeres uno mayor que Juan el Bautista; mas el menor en el reino de los cielos mayor que él es. De nuevo leamos ahora Lucas 7:28 Os digo, mayor entre los nacidos de mujeres que Juan nadie hay; pero el más pequeño en el reino de Dios, mayor que él es.
El Señor ordenó todas las cosas para dar a conocer sus atributos. Como les dije anteriormente, unos fueron ordenados como vasijas de misericordia preparadas para gloria, y otros fueron ordenados como vasijas de ira preparadas para destrucción. Esa es una revelación sencilla y directa que nos da el apóstol en Romanos 9:21-23. Es bueno que entiendan de una vez y por todas, que todos los atributos de Dios, o sea su carácter, son todos iguales, porque él no cambia. Su ira, es igual que su misericordia, que su justicia, que su santidad, que su amor, etc.
Si el Señor hubiera justificado o rechazado al 100% de todos y cada uno de los hombres, sus atributos de ira, justicia, misericordia, amor, etc. nunca los hubiéramos conocido. Ese es precisamente el mensaje del evangelio de la gracia, que declara el carácter o atributos del Señor, que declara su soberanía, a quien sea la gloria y la alabanza por toda la eternidad. Amén.
Ningún ministro del nuevo pacto es competente por sí mismo. De hecho, nos revela el apóstol Pablo en 2 a los Corintios 3:5-6 que somos ministros competentes de un nuevo pacto, pero nuestra competencia proviene de Dios conforme a su voluntad y propósito.
El apóstol Pablo nos revela otro punto importante de este asunto en su segunda carta a los Corintios 2:15-16 cuando les escribió lo siguiente: Pues de Cristo suave olor somos para Dios en los que se salvan y en los que se pierden; 16 para éstos (los que se pierden), olor de muerte para muerte, para los otros (los que se salvan), olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿Quién es competente? Esto es así porque Dios ordenó que su mensaje fuera oído por las vasijas preparadas para ira, porque de ese modo conocían lo que eran, no pudieron sujetarse y entender el evangelio de Dios, porque les fue locura. Para ver esa realidad, leamos un ejemplo paralelo registrado por el profeta Moisés en el antiguo pacto en Éxodo 7:5 Y sabrán los egipcios que Yo Soy el Señor, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.
Sí amados, Dios realmente quería que su ira fuera mostrada o conocida como nos revela el apóstol Pablo en Romanos 9:22 cuando dice: Más ¿si queriendo Dios mostrar la ira y dar a conocer lo poderoso de él, soportó con mucha longanimidad los vasos de ira preparados para destrucción?
La revelación del apóstol nos muestra primero que nada, que Dios está en control de todas las cosas. Podemos interrogar sabiamente ¿Cómo hizo Dios conocer con gran paciencia su ira, su poder y su santidad? Empecemos ahora con el ejemplo que anunciamos al principio del estudio citando las palabras escritas en Éxodo 3:9. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
La reacción de los hijos de Israel vino como consecuencia de Dios haber cambiado el corazón de los egipcios para que aborrecieran a los israelitas, como leímos al principio del estudio citando el Salmos 105:25. Los hijos de Israel gozaron de gran aceptación de los egipcios durante la vida de José que fue el segundo hombre de poder en Egipto, como declara Éxodo 1:7 que dice: Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.
Veamos ahora los personajes del ejemplo que les dije utilizaría. El primero de ellos fue Moisés, llamado por Dios para ser mediador del antiguo pacto, el pacto añadido hasta que llegara la simiente de Abraham, el cual es Cristo, como revela Gálatas 3:19-20. Recuerden bendecidos que el apóstol Pablo nos revela en Gálatas 3:23 que antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para esta fe que ya fue descubierta, que ya fue revelada a través del apóstol Pablo, que ya le fue quitado el velo de Moisés. El segundo personaje del ejemplo fue el Faraón de Egipto. Así le dijo el Señor a Moisés conforme a Éxodo 3:10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Moisés jamás imaginó siquiera que él sería el mediador que Dios utilizar para sacar al pueblo de Israel de Egipto como figura de una realidad espiritual que ocurriría varios siglos mas tarde.
El Señor determinó por su propia y soberana voluntad que él usaría y enviaría a Moisés a sacar a los israelitas de la esclavitud de Egipto. El Señor determinó el día que comenzaría el proyecto liberación de Egipto y la forma como ocasionaría su cumplimiento exacto, por eso dice Éxodo 3:20 Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con toda mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. Recuerden bendecidos, todas esas cosas que ocurrieron en Egipto y las demás cosas que le sucederían a Israel eran hasta que se terminara su pacto añadido; eran una figura de lo que más tarde ocurriría en el cumplimiento de todas esas cosas para que se revelara el reino espiritual de Dios, conforme revelan
Ø 1 a los Corintios 10:6 que dice: Todas estas cosas empero tipos de nosotros fueron, para que no seamos nosotros codiciosos de cosas malas, como ellos codiciaron.
Otro ejemplo dentro del ejemplo que estamos analizando lo es José, quien fue llevado a Egipto vendido como esclavo a costa de engañar a Jacob, por sus propios hermanos, que querían deshacerse de él. José pasó un sinnúmero de problemas en Egipto como esclavo hasta llegar a estar preso y Dios que conducía y preparaba para un trabajo especial a José lo llevó para que fuera el segundo hombre en Egipto con poder y autoridad. Leamos lo dicho por los labios de José al final de todo este asunto en Génesis 50:15-20, leamos:
15 Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizás nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. 16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: 17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban. 18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos. 19 Y les respondió José: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? 20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Terminan los dos siguientes versos narrando que José les prometió sustentarlos y los consoló y habitaron en Egipto él y toda la familia de Jacob.
A esta altura del estudio podemos hacer las siguientes interrogaciones sabias: ¿Por qué el Señor después de poner gracia en José y su familia para entrar y vivir en Egipto tornó el corazón de los egipcios para aborrecer a los israelitas? Si por medio de José el Faraón de Egipto y su pueblo aceptaron que el Dios de José y por ende de Israel, fue quien salvó a Egipto de la gran catástrofe por medio de los dos sueños que le dio al él y fueron interpretados correctamente por José, ¿Por qué luego cambió el corazón de ese pueblo para aborrecer a los israelitas?
Simplemente porque Dios lo determinó así por su soberana voluntad para la gloria de su nombre. El Señor le dijo a Moisés que después de glorificar su nombre en Egipto, ellos los dejarían ir y hallarían gracia ante sus ojos para que no se fueran con las manos vacías como registra Éxodo 3:21-22.
Cuando Moisés fue llamado por Dios, puso varias excusas delante del Señor. Primero le dijo que los israelitas no le creerían que el Señor se le había aparecido y lo había llamado para esa gran labor. El Señor le dio tres señales como testimonio de su misión. La primera consistía en convertir su vara de pastor en una culebra. La segunda en meter su mano en su seno y sacarla leprosa y volverla a meter y sacarla completamente sana. La tercera y última, coger un poco de agua del río y derramarla a la tierra, la cual se convertiría en sangre, todo lo cual está registrado en Éxodo 4:1-9. Moisés, entonces puso por excusa su problema de tartamudo, a lo que Dios le contestó diciendo: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No Soy Yo el Señor? Según registra Éxodo 4:10-11.
Por medio de este diálogo, Dios nos muestra su total autoridad sobre todos los hombres, como también lo muestra sobre toda la naturaleza. Esa es una verdad mostrada en las Escrituras por todas partes. Entonces el Señor procede hacer el asunto más difícil para Moisés, para mostrarle su total autoridad y soberana voluntad sobre el asunto, porque todas las cosas están en sus manos. Dios le hizo las cosas más difícil, para mostrarle a Moisés, que él hace conforme a su voluntad. Leamos Éxodo 4:21 para ilustrarte el asunto más claramente. Y dijo el Señor a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. Por un lado Moisés tenía que andar conforme a lo que Dios le ordenó, mientras que por el otro lado los resultados de las gestiones de Moisés aparentemente no obtendrían el resultado esperado.
Para ese proceso, el Señor realizaría una serie de eventos espectaculares o milagros que nosotros conocemos como las diez plagas de Egipto, que mostraron el poder y autoridad de Dios sobre toda su creación. El Señor le dijo a Moisés que él endurecería el corazón de Moisés para que no dejara ir al pueblo de Israel. ¿Te parece esta situación familiar a Cristo en los días de su carne? Al pueblo de Israel le fueron cegados los ojos, cerrados los oídos y endurecido el corazón en los días de Moisés, como él declara en Deuteronomio 29:2-6. Eso mismo le ocurrió a la generación viviendo en los días de Jesús para rechazarlo, a quien llevaron ante Pilato para que lo crucificara. Pilato intentó inútilmente libertar a Jesús, pero todo fue imposible.
Por eso nos dice la biografía según Juan 12:37-40 lo siguiente: 37 Pero habiendo hecho él (Cristo en Jesús de Nazaret) tan grandes señales delante de ellos, no creían en él, 38 para que la palabra de Isaías el profeta se cumpliese, la que dijo: Señor ¿quién creyó el anuncio de nosotros? ¿Y el brazo del Señor a quién fue revelado? 39 Por esto no podían creer, pues de nuevo dijo Isaías: 40 Ha cegado los ojos de ellos y endureció el corazón de ellos, para que no vean con los ojos y entiendan con el corazón y se vuelvan, y yo los sane. Así lo reconocieron los apóstoles de la circuncisión como lo registra Hechos 4:27-28 cuando dijeron que Pilato y el pueblo de Israel se juntaron para hacer todo lo que Dios había ordenado que ocurriera.
Nos continúa diciendo la Escritura en Éxodo 5:1 que Moisés y Aarón entraron en la presencia del Faraón e hicieron como Dios le ordenó. El Señor le había dado un mandamiento específico a Moisés y puso otro en el corazón del Faraón: A Moisés que le dijera al Faraón: Deja ir a mi pueblo. Al mismo tiempo endureció al Faraón para que no lo hiciera. Ese es precisamente el ejemplo que Pablo nuestro apóstol utiliza en Romanos 9:18 cuando nos revela la soberanía absoluta de Dios sobre toda la creación cuando dice: Así que de quien quiere, tiene misericordia, en este caso el pueblo de Israel, y al que quiere, endurece, en este caso el Faraón.
Lo mismo que sucedió con el apóstol Pablo en los días de su carne, es lo mismo que sucede con todos los que continuamos el ministerio de la reconciliación que le fue dado a él. Pero continuamos sobreedificando sobre este asunto sobre el fundamento puesto por el apóstol Pablo. Los que nos señalan por causa del evangelio de la gracia continúan con la misma actitud, en contra de la enseñanza dada por el apóstol. Continuemos leyendo en Romanos 9:17-21 lo que os quiero decir y que se explica por sí sólo. 17 Porque dice la Escritura a Faraón: para esto mismo te levanté, para así mostrar en ti el poder de mí, y para que así sea publicado el nombre de mí en toda la tierra. 18 Así que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere, endurece. 19 Me dirás, pues: ¿Por qué aún halla faltas? Porque, ¿a la voluntad de él quién resistió? 20 ¡Oh hombre! En todo caso, ¿Tú quién eres el que replicas contra Dios? ¿Acaso dirá el objeto modelado al que lo modeló: Por qué me hiciste así? 21 ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para de la misma masa hacer a este vaso para honor y al otro para deshonor?
Si el corazón del Faraón se hubiera endurecido por si mismo, por su propia voluntad o por el llamado libre albedrío como les han enseñado erróneamente a los niños en Cristo del sistema religioso, antes de que Dios lo hiciera, entonces todo lo revelado por el apóstol Pablo que acabamos de leer en el párrafo anterior, así como lo dicho por Moisés en relación con este asunto sería sin sentido. Sería otra porción de filosofía hueca, otra porción de fábula. Todo el énfasis del argumento del apóstol está basado directa y específicamente en el hecho de que Dios ejerció su voluntad sobre el Faraón sin que él pudiera ir en contra de lo decretado u ordenado por Dios.
De igual manera es nuestra salvación: por gracia. Está totalmente basada en la voluntad soberana de Dios sin que nosotros hayamos hecho o aportado algo, fue ordenada y realizada totalmente por Dios mismo. El apóstol Pablo nos da un ejemplo de la elección soberana de Dios con el nacimiento de Ismael e Isaac. Ismael hijo de Abraham con la esclava Agar, figura de la ley o antiguo pacto, que produjo el hijo de la carne o hijo de esclavitud, el hijo temporero en la casa de Abraham que finalmente tenía que ser echado fuera.
Por el otro lado Isaac, el hijo de la promesa, nacido de Sara la esposa, la libre, como figura de la gracia o nuevo pacto. Leamos el nacimiento ordenado por Dios de los hijos de Isaac, que es lo mismo que los hijos de Abraham, en Romanos 9:6-9 conforme a su propósito. 6 Y no es como si hubiese fallado la palabra de Dios. Porque no todos los que proceden de Israel, esos son de Israel; 7 ni porque son descendencia de Abraham, todos son hijos, sino que: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es, no los hijos de la carne, esos son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son contados por descendencia. 9 Porque la palabra de la promesa es esta: De acuerdo con el tiempo este, vendré y tendrá Sara un hijo.
Esos que dicen que Dios endureció el corazón del Faraón porque vio de antemano que el Faraón endurecería su corazón primero, parecen obviar que el apóstol Pablo establece la contestación a esa posible posición herética con el ejemplo de Jacob y Esaú. El apóstol por medio de ese ejemplo nos declara y recuerda precisamente que eso es lo que está refutando, a la misma vez que nos muestra con el mismo ejemplo dos simientes saliendo de la misma masa, veamos Romanos 9:10-13.
10 Y no sólo eso sino que también Rebeca, de uno concibiendo, Isaac el padre de nosotros; 11 porque aún no habiendo nacido ni haber hecho nada, bueno o malo para que según el propósito de Dios, su elección permanezca, 12 no basado en obras, sino del que llama, fue dicho a ella: (Rebeca) El mayor servirá al menor; 13 tal como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí.
De nuevo, si la elección de Dios hubiera dependido por lo que Esaú hubiera hecho, lo dicho por el apóstol en la cita anterior fuera totalmente sin sentido, porque entonces Dios dependería del hombre, lo que es contrario a las enseñanzas de las Escrituras: el hombre depende de Dios. Para mostrar la elección de Dios, cuando leemos la historia de Jacob y Esaú, veremos que el preferido de Isaac era Esaú y no Jacob, pero de todas maneras, la primogenitura y la bendición fueron recibidas por Jacob sin que pudiera ser evitado.
Por tanto, nuestro apóstol nos dice muy claramente con relación al Faraón, que Dios estaba haciendo exactamente lo mismo que hizo con Esaú. En el caso del Faraón, Dios endurecía su corazón con el propósito explícito de que no atendiera la petición de Moisés a nombre de Dios, para el Señor mostrar su ira y su poder sobre el Faraón, Romanos 9:17 cuando dice: Porque dice la Escritura a Faraón: Para esto mismo te levanté, para mostrar en ti el poder de mí, y para que así sea publicado el nombre de mí en toda la tierra.
Está muy claro en el verso leído anteriormente que el propósito de lo sucedido en Egipto fue para Dios mostrar su soberana voluntad sobre la voluntad o mal llamado libre albedrío del hombre, en este caso, el Faraón que he tomado como ejemplo. Fue para mostrar su poder sobre el hombre, para mostrar su ira como la mostró en Egipto y para dar a conocer su nombre por toda la tierra, como lo muestra uno entre muchos ejemplos al comienzo de la entrada del pueblo de Israel a la tierra de Canaán y que también registra Josué 2:9-11 cuando la ramera Rahab de Jericó hablo con los dos espías que había enviado Josué.
Leamos Josué 2:9-11 Sé que YHWH (el Señor) os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 10 porque hemos oído que YHWH hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. 11 Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque YHWH vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
Volvamos ahora a Éxodo 5:2 y veamos cual fue la primera reacción del Faraón ante la petición de Moisés: Y Faraón respondió: ¿Quién es el Señor, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco al Señor, ni tampoco dejaré ir a Israel.
Fíjate que la reacción del Faraón fue conforme a lo dictado por el Señor conforme a su soberana voluntad. Detengámonos un momentito a examinar la situación. Dios le dijo específicamente a Moisés: Yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo, según registra Éxodo 4:21. Ahora les haré un par de interrogaciones: ¿Qué fue lo que hizo el Faraón según relata Éxodo 5:2? ¿Hizo el Faraón exactamente de acuerdo a lo que Dios le dijo de antemano a Moisés que sucedería?
Leamos ahora Éxodo 7:3-5 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. 4 Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto con grandes juicios 5 Y sabrán los egipcios que Yo Soy el Señor, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.
De nuevo el Señor establece sin lugar a dudas su propósito de endurecerle el corazón al Faraón para que el pueblo de Egipto conociera que él es el Señor, que él es el verdadero y único Dios. El tema principal escrito en toda la Escritura, es que Dios quiere que tanto los escogidos y justificados por él como los rechazados por él, conozcan que él es el Señor, que él es Dios y no hay otro Dios fuera de él. Conforme a su propósito, Dios quiere que todos conozcan que él es el todopoderoso. En el proceso Dios muestra que desde antes de los tiempos de los siglos, escogió o preparó a unos para que fuésemos vasos de honra preparados para gloria; y a otros como vasos de ira preparados para destrucción, entre los cuales el Faraón de Egipto era uno de ellos.
Continuemos leyendo la porción de Éxodo 7:8-14. Creo que es sumamente obvio a la luz de lo antes leído que Dios ha redundado en expresar su soberanía absoluta sobre toda su creación, para que su propósito se lleve a cabo. Dios le repitió de varias maneras a Moisés este asunto, porque siendo esas cosas figuras de las cosas verdaderas que ahora vivimos por su gracia, Dios quería que quede gravado en nuestras mentes sin ninguna oportunidad de dudas, que él ha hecho como ha querido y ordenado para su propia gloria.
De nuevo el Señor le habló a Moisés y le dijo: Diles, el Señor, el Dios de los Hebreos, me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto, y he aquí que hasta ahora no ha querido oír. Al hombre natural más que difícil, le es imposible, entender la revelación de Dios. Parece ser que el Faraón tendría que sentado desde su trono decir: Yo estoy siendo endurecido por el Dios de los Hebreos y por eso no puedo dejar ir a los israelitas como me lo ha pedido Moisés. Pero en realidad Dios nos ha dado el adelanto por así decirlo, para que sepamos que él esencialmente ha hecho todas las cosas, para su gloria, no para la curiosidad de los hombres naturales que han sido cegados y hechos sordos por el Señor. Esta es la razón por lo que no pueden entender ni creer la palabra revelada de Dios, porque son naturales, son vasos preparados para destrucción, porque los vasos de gloria reconocemos la soberanía de nuestro Dios.
Es lo mismo que Dios nos muestra a través del apóstol Pablo. Por ejemplo nos revela que Dios mismo se encarnó, lo que conocemos como el Hijo de Dios para salvarnos con una sola ofrenda, Hebreos 10:14. Esa es una obra perfectamente realizada, pero muchos de los que dicen creer en el evangelio niegan ambas cosas con una supuesta trinidad y diciendo que todavía el pecado o naturaleza del primer Adán, tiene poder sobre los hijos de Dios.
Estando Cristo en los días de su carne ante Poncio Pilato momentos antes de su muerte en la cruz, registra la biografía según Juan 19:10-11 que Pilato le dijo a Jesús: 10 ¿A mí no hablas? ¿No sabes que autoridad tengo para crucificarte? 11 respondió Jesús: No tendrías ninguna autoridad contra mí si no te hubiese sido dada de arriba; por esto, el que me entregó a ti, mayor pecado tiene. La actitud de todos los que somos hijos de Dios es dar gracias al Señor por habernos escogido para salvación y no para endurecer el corazón para contender contra la soberanía de Dios, poniendo al hombre por encima de Dios. Nuestra salvación es para que glorifiquemos a Dios, recuerda que somos vasos de misericordia para gloria. Pero ¿Pero cuál es la actitud y la forma de hablar del hombre natural y religioso? Lo mismo que revela el apóstol Pablo en Romanos 9:19-20 Me dirás, pues: ¿Por qué aún hallas faltas? Porque, ¿a la voluntad de él quién resistió? 20 ¡Oh hombre! En todo caso, ¿tú quien eres el que replicas contra Dios? ¿Acaso dirá el objeto modelado al que lo modeló: Por qué me hiciste así?
Nuestro apóstol con estas palabras nos está expresando las implicaciones de la soberanía de Dios sobre los hombres y cómo reaccionan y responden los hombres con relación a esa soberanía, con aparente rebelión a Dios. Pero es que se les hace imposible entender que como masa de barro los hicieron tal y como son. Te invito a leer lo que dice el Proverbios 16:4 Todas las cosas ha hecho el Señor para sí mismo, y aún al impío para el día malo. Como puedes observar, el endurecimiento del corazón del Faraón vino como consecuencia de la soberana voluntad de Dios.
Dios le dice irónicamente más adelante al Faraón en Éxodo 9:16-17 Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. 17 ¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlo ir? De nuevo te pregunto ¿Es esto que nos dice el apóstol Pablo en Romanos 9:19-20 y Moisés en Éxodo 16-17 algo nuevo? Porque cuando es leído por el hombre natural como revela el apóstol en 1 a los Corintios 2:14, le es imposible entenderlas desde su punto de vista que no puede entender las cosas espirituales, le parece que Dios estuviera sorprendido de que el Faraón estuviera orgulloso de no dejar ir al pueblo israelita.
Veamos pues, cual fue el resultado de esta historia del Faraón que hemos tomado como ejemplo para este estudio, y cuál es el fin de Dios haberle endurecido el corazón. Leamos ahora Éxodo 10:1 El Señor dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales. ¿Cuál era la razón del Señor querer mostrar sus señales? Veamos la contestación en Éxodo 10:2 Y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que Yo Soy el Señor.
Tanto lo relatado por Moisés como lo revelado por el apóstol Pablo, nos muestra que Dios estaba en total control del Faraón. Te pido ahora que te haga esta pregunta ¿Qué rey después de haber recibido las primeras tres o cuatro plagas, después de las cuales, sus ministros y consejeros comenzaron a pedirle al rey que dejara ir a ese pueblo, como registra Éxodo 10:7, no hubiera accedido al consejo de sus ministros? Pero el Faraón dijo no por causa de que Dios era quien lo mantenía de esa manera.
Nos relata la Escritura que Dios le cambió el agua en sangre; luego llenó el territorio de Egipto de ranas; luego una plaga de piojos; luego de moscas; luego una plaga sobre el ganado; de úlceras; de granizo; de langostas que devoraron todo lo verde y luego de tinieblas. A todo esto, el territorio de los israelitas quedó libre de todos esos efectos. El Faraón fue endurecido de tal manera, que aún confesó delante de Moisés y Aarón lo siguiente: 16 He pecado contra el Señor vuestro Dios y contra vosotros. 17 Mas os ruego ahora que perdonéis mi pecado solamente esta vez, y que oréis al Señor vuestro Dios que quite de mí al menos esta plaga mortal, como registra Éxodo 10:16-17. Pero fíjense lo que dice más adelante Éxodo 10:20 luego de ese supuesto arrepentimiento del Faraón, lo que el Señor hizo al Faraón: Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel.
En Éxodo 11:1 continúa diciendo la Escritura: El Señor dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto, después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo. Este mensaje fue llevado por Moisés al pueblo de Israel según lo registra Éxodo 11:4-9.
Para cumplimiento de la sombra que representaba el pueblo de Israel sacado a libertad del poder de Faraón de Egipto, el verdadero Mediador, Jesús Cristo, sacó a libertad al Israel espiritual, el Israel de Dios, después de celebrar la verdadera pascua al sacrificar su Cordero Jesús de Nazaret. El corazón del Faraón estaba en la mano de Dios conforme enseña Proverbios 21:1 Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano del Señor; a todo lo que quiere lo inclina. Eso es precisamente lo que nos relata Moisés en Éxodo 11:10 cuando dice: Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón; pues el Señor había endurecido el corazón de Faraón y no envió a los hijos de Israel fuera de su país. Como declara el Proverbio, Dios inclina a quien él quiere como él quiere conforme a su propósito.
Cuando Dios así lo determinó por su soberana voluntad, cumplió su promesa. El Señor mandó su ángel o mensajero de la muerte a Egipto y comenzando por el primogénito del Faraón, fueron muertos en Egipto el primogénito de cada familia. Entonces, tal y como Dios lo declaró, el Faraón dejó ir finalmente al pueblo de Israel. Veamos el relato en Éxodo 12:29-31 que dice:
29 Y aconteció que a la medianoche YHWH hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. 30 Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. 31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a YHWH, como habéis dicho.
¿Cuál fue el resultado de esta acción de la muerte de los primogénitos de Egipto? Leamos primero Éxodo 12:36 Y YHWH dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios. Tal y como el Señor había profetizado, los israelitas fueron cargados para su viaje. De nuevo pregunto ¿Se cumplió lo ordenado por Dios conforme a su soberana voluntad? Y les digo que sí. Dios le había profetizado a Abraham en Génesis 15:13 lo siguiente: Entonces YHWH dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Leamos ahora en el libro de Éxodo 12:40-41 para ver su cumplimiento: 40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años. 41 Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de YHWH salieron de la tierra de Egipto. Fíjense mis amados, que cuatrocientos treinta años antes, Dios le había declarado a nuestro padre Abraham como él ejercería su soberana voluntad sobre el pueblo de Israel y de Egipto.
Pero si todavía tienes duda de si la salida de Israel de Egipto fue por voluntad soberana de Dios sobre el mal llamado libre albedrío del hombre, leamos ahora Éxodo 14:4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy YHWH. También leamos Éxodo 14:8 que dice: Y endureció YHWH el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.
Esta acción del Señor tuvo un propósito positivo para los hijos de Israel, que ellos reconocieran que el Señor es soberano y todas las cosas están en sus manos. El Faraón se fue a perseguir a los hijos de Israel tal y como lo había ordenado Dios. Leamos ahora Éxodo 14:10 para ver cuál fue la reacción de los hijos de Israel: Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a YHWH. En el verso 17 Moisés nos relata como Dios por su soberana voluntad hace que el Faraón siguiera a los hijos de Israel en el camino abierto por el mar y todos sabemos cuál fue el resultado final.
Al leer sobre el final del ministerio de Cristo en los días de su carne, de quien Moisés fue sólo una figura, te invito que observemos un momentito Hechos 4:27-28 para que observes, porqué Pilatos, el rey Herodes, el sumo sacerdote y los demás actuaron en la forma que lo hicieron contra Jesús. 27 Porque se aliaron en verdad en la ciudad ésta contra el Santo Siervo de ti Jesús, a quien ungiste, Herodes y también Poncio Pilato con gentiles y pueblo de Israel, 28 para hacer cuanto la mano de ti y el designio predestinó que sucediera.
Y les pregunto mis amados: ¿Cuál fue el propósito de que eso sucediera? El Consolador a través del apóstol Pablo nos lo revela de manera clara y absoluta en Efesios 1:4-7 cuando nos escribe: ... el que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 conforme nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para ser nosotros santos y sin tacha delante de él, en amor 5 predestinándonos para la adopción como hijos mediante Jesús Cristo par él, conforme al beneplácito de la voluntad de él, 6 para alabanza de la gloria de la gracia de él, con la que nos colmó de favores en el Amado, 7 en quien tenemos la redención mediante la sangre de él, el perdón de los delitos conforme a la riqueza de la gracia de él.
Terminaré este estudio citando la revelación ya dada al principio por el apóstol Pablo en Romanos 9:22-24 Más si queriendo Dios mostrar la ira y dar a conocer lo poderoso de él, soportó con mucha longanimidad (grandeza y constancia de ánimo en las adversidades) los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para dar a conocer las riquezas de la gloria de él sobre los vasos de misericordia, que de antemano preparó para gloria, 24 a los que también nos llamó no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles. Como han observado por todo este estudio desde su principio, Dios es soberano sobre todo lo creado y nada hay que pueda ir contra su voluntad, porque él es el único soberano Dios.
Gracia y paz en Cristo Jesús el Señor, Dios y Padre Eterno de todos los escogidos de antemano para gloria y que reinamos en el Espíritu aún desde nuestras vestiduras temporeras. ABBA Padre Eterno.
¡ABBA Cristo!
MINISTERIO
RECONCILIACIÓN EVANGELIO DE LA GRACIA - (MREG)
P.O.
BOX 140452
ARECIBO,
PR
00614-0452 [TEL. (787) 466-1783]
evangeliodelagracia@hotmail.com