PRIMERA CONFERENCIA ESPIRITUAL DEL MREG CELEBRADA EN CUBA  

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PARA TODAS LAS NACIONES

Qué es el Ministerio de la Reconciliación

Informe de la PRIMERA CONFERENCIA ESPIRITUAL DEL MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN, celebrada en Ciudad de la Habana, Cuba, el día 24 de abril del año 2004.

Participaron las dos congregaciones de Ciudad de la Habana: la ubicada en el Cotorro y la de San Miguel del Padrón, y sus respectivos docentes conocidos en sus vestiduras como: Arsenio Marrero y Mauricio Beltrán, más una representación de la congregación de San Juan de Los Yeras en la provincia de Villa Clara, en la vestidura de su docente, conocido como Félix René Fernández.

Orden de las actividades:

  1. Palabras de bienvenida a los hermanos espíritus, a cargo del docente Arsenio

“Buenas tardes; gracia y paz a todos los espíritus justos que fueron escogidos por nuestro Padre y Señor Jesús Cristo, para ser perfeccionados en el conocimiento de su justicia, al ser enviados a  encarnar a este mundo, con la misión de llenarlo todo con su gloria. Damos gracias al Señor por esta maravillosa oportunidad de compartir con todos los hermanos este acontecimiento”.

  1. Alabanzas.
  1. Presentaciones y saludos:

El pastor Arsenio presenta al pastor Félix René, sobreedificador de la amada de nuestro Señor en Villa Clara, quien se dirige a los presentes.

Pastor Félix: Mucho gozo, gracia y paz para todos. Como es una conferencia espiritual: ¿Cuántos creen que la congregación de Villa Clara esta aquí entonces? Si somos un solo cuerpo y un solo espíritu, aquí estamos todos. Desde allá, los hermanos les envían un saludo; el deseo de que esto salga como Dios quiso porque ya Dios lo hizo: esto no es porque se nos ocurrió a nosotros, está en obras que tiene la Iglesia preparadas de antemano. Muy contento de estar aquí en esta conferencia que es parte nuestra también; somos un solo cuerpo, somos una sola Iglesia. Iglesia, nada más hay una: La Iglesia de Jesús Cristo sobre la tierra, digo sobre la tierra porque es en lugares celestiales, donde somos la Iglesia espiritual.

(Aplausos)

  1. Lectura de los mensajes recibidos vía correo electrónico, de los hermanos de las congregaciones de Puerto Rico y del Perú por parte de la hermana Espíritu Cristo, conocida en su vestidura como:

-Regina Fernández:

Gracia y paz a todos los hermanos en este precioso día que Dios ha permitido que nos reunamos. Vamos a darles las noticias que recibimos por medio del correo, de la porción de la Amada que se encuentras en Lima, Perú. Son las palabras de su docente, el amado hermano conocido entre los que peregrinamos como: Elvis Melvin Ochoa Ruiz (fragmentos de su correo):

Hoy, al sentarme en este mesón de gracia, quise admirar, alabar, contemplar, exaltar al que Yo Soy (en mí), al que es (en vosotros), al que es por toda la eternidad: todo en todos.

Dioses sois, yo mismo Soy. No está separada la cabeza del cuerpo, sino que la cabeza y el cuerpo no tienen diferencia: uno ya es Dios.

Somos lo que no se ve, por causa de lo que se ve y no es.

Me da mucha pena no poder estar y llevar esta vestidura por allá, para que ustedes la vean el día 24. Dios sabe el deseo ardiente que tengo de estar por allá, nada es más importante, pues debemos trabajar en las cosas eternas y no en las pasajeras; servir sin esperar ser servido, a gozarse en el servir y darse. Estaré allí en ustedes y me verán y oirán en ustedes mismos.

Elvis Melvin Ochoa Ruiz, pastor-maestro de la amada de nuestro Señor en Lima, Perú

(Aplausos)

Ahora el mensaje del amado hermano y Sobre-Edificador, responsable de dirigir el Ministerio de la Reconciliación desde en medio de la porción de la Amada en Puerto Rico conocido en la vestidura como Ramón Urbáez - (fragmento).

Gracia y paz bellos y amados miembros del cuerpo Espíritu Cristo que participáis juntamente conmigo y con todos los santos que hemos venido en este tiempo y espacio a este glorioso pedacito de tiempo o cuantificación de eternidad.

Es mi gozo y alegría indecible, así como mi oración ante nuestro Dios y Padre Eterno Jesús Cristo por cada uno de vosotros para que vuestras vasijas sean mantenidas llenas y rebosantes del vino nuevo o conocimiento abundante de esta sabiduría que nos fue revelada a través de Pablo nuestro apóstol, por medio del Ministerio de la Reconciliación.

Si amados, oro al Padre Eterno para que al abrir nuestras bocas, nuestras palabras sean como rayos de luz penetrante, que queme la paja, la madera y el heno de la ley, y la leche espiritual sea totalmente secada por el calor del fuego de esta palabra de verdad, en los corazones de todos aquellos a quienes llega nuestro mensaje de Gracia.

Es mi oración y declaro, que la Primera Conferencia de Gracia allá en Cuba, sea como las aguas del mar que abrazan las cálidas arenas de los hijos de Dios, para la gloria grande del Dios de dioses Jesús Cristo. Que la gracia del Señor llene todo y a todos allá en la hermosa isla de Cuba.

Muchas veces uno planifica y quisiera que las cosas sean como uno desea. Nosotros en nuestra participación hombre en carne y sangre, pensamos dirigir nuestro camino, pero Dios es el que dirige los pasos en el hombre espiritual. Como dice el proverbio 16:9 “el corazón del hombre piensa su camino, mas el Señor endereza sus pasos.”

Mucho trabajo en todos los aspectos, pero ya veis, ABBA es quien decide todas las cosas, y me gusta moverme conforme a su dirección amados. Nunca hago fuerza excesiva para que las cosas se hagan.

Un abrazo en Cristo a cada uno como miembro en particular del cuerpo.

Vuestro siempre servidor llamado Ramón Urbáez en la vestidura, pero en el Espíritu como sois cada uno de vosotros, ya que en realidad siendo Jesús Cristo la cabeza del cuerpo del que todos somos miembros y llevamos su nombre,

yo soy vuestro servidor: Ramón  Cristo. (Aplausos)

-Pastor Arsenio: Palabras bellas de nuestros hermanos de Perú y Puerto Rico. ¿Cuántos le damos gracias a Dios por conocer hermanos que participan del mismo sentir que nosotros, por andar en una misma mente, que fue revelada al apóstol Pablo: la mente de Cristo, en la que hoy queremos seguir manifestando en este lugar relativo, llevándosela a cada creyente para poder crecer en este conocimiento y volver a nuestro lugar de origen que es espiritual?

Al vestirnos de carne y sangre, la carne vino y nos engañó; empezamos a reconocernos en este orden en que vivimos, sin embargo nosotros no somos de este orden, la ciudadanía de nosotros está en Los Cielos. ¿Cuántos lo creen así? ABBA Cristo. (Aplausos)

Y ahora, para dar el mensaje del Espíritu en esta Conferencia, quisiera invitar a un compañero de milicia, a un espíritu precioso que ha compartido todos estos años junto con nosotros, en este banquete espiritual cada semana, llevando la palabra a las congregaciones. Me refiero a mi querido hermano y pastor conocido en la vestidura externa como Mauricio Beltrán, para quien pido un fuerte aplauso. (Aplausos)

-Docente Mauricio: Buenas tardes, les traigo un material sencillo y acorde con el momento, porque hoy vamos a hablar del Ministerio de la Reconciliación. Nosotros pertenecemos a una entidad, y tenemos que conocerla profundamente, es decir: hasta donde Dios lo permita, para saber en que andamos en este mundo, cual es la misión que se nos ha encomendado. Hoy os invito a conocer a mayor profundidad, el Ministerio de la Reconciliación, pero antes quisiera compartir con ustedes un pequeño saludo:

La doctrina de la gracia dispensada en esta región celestial, a través del Ministerio de la reconciliación, constituye el espíritu del Evangelio de la Paz. Es el Espíritu Santo o Espíritu de verdad derramado por la cabeza que es Jesús Cristo, en todos los miembros de su cuerpo, que son la iglesia, con la que Dios se ama a sí mismo.

Cristo da su palabra en este cielo, a través de sus espíritus ministradores de sabiduría y revelación, enviados como coyunturas y ligamentos, para servicio a favor del crecimiento de esos miembros de su cuerpo, que están peregrinando por el planeta tierra.

Hoy damos la bienvenida, a todos los llamados por ese Espíritu de Paz, a participar de la Cena de Cristo en el Nuevo Pacto, que es recibir el alimento sólido del conocimiento que llega hasta lo más profundo de Dios.

Gracia y paz de nuestro Padre y Señor Jesús Cristo, a los escogidos desde antes de la fundación del mundo para que participaran de carne y sangre y entraran con el conocimiento del bien y el mal, en el reposo que emana de la mente divina.

Hoy nos hemos reunido para escuchar y festejar el poder oír la voz de aquél que sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, primero revelada a nuestro hermano el apóstol Pablo, y dada ahora a nosotros por conducto de sus 15 epístolas, para la remoción de las mentes naturales, y la instauración en nosotros, de la Mente Divina o Reino Inconmovible que no tiene fin.

ABBA Cristo. (Aplausos)

Hoy quiero hacer un pequeño ejercicio de profundización de determinados conceptos que nosotros debemos tener lo más claro posible dentro de lo que constituye el Ministerio de la Reconciliación. Para esto me he tomado un momento y he confeccionado un pequeño glosario para dominar ciertos conceptos que son manejados por la iglesia de nuestro Señor, que peregrina en este mundo pero que todavía anda en niñez y ha desconocido el verdadero significado de algunas palabras.

Por ejemplo, hoy vamos a conocer el significado de la palabra ministro, ustedes saben que todos usan esta palabra, tanto los que tienen que ver con el gobierno manifestado según la carne como los que tienen que ver con las cosas espirituales.

Originalmente era un siervo que no trabajaba en contra de su voluntad, por lo que no era un esclavo, pero tampoco trabajaba por un salario, por lo que no era un obrero.

Entonces, ustedes se preguntarán: ¿Qué es un ministro? Bueno, mas bien se traduce como ayudante o instrumento, de manera que en este caso, los antiguos ministros de Dios (hoy hechos llama de fuego), son las herramientas que el Espíritu usa para la obra del Ministerio. Ministro se refiere además a un remero, que inevitablemente está bajo el mando de un timonel, y como ustedes bien saben, el remero, no puede guiar el barco, solo lo impulsa. El que lo guía el barco es el timonel, que para nosotros es Cristo; no es carne ni sangre, es el Espíritu quien nos guía.

La palabra diákonos, una palabra también muy usada en el vocabulario de nuestros hermanos niños en Cristo que peregrinan por este mundo, significa igualmente ministro.

La palabra obispo, una palabra también muy usada por la iglesia cristiana de los primeros tiempos, además de referirse al sacerdote principal, hablaba de este como un docente general; es decir: Un individuo dedicado a la enseñanza en una zona (no una localidad) geográfica determinada.

Ahora, los invito a conocer el verdadero significado de la palabra ministerio. Dice: Misión (encargo); o sea, un ministerio es una misión que se nos ha asignado, un encargo que se nos sido ha ordenado por alguien de mayor autoridad.

Aclara además: comisión temporal dada por el superior, a un agente escogido para determinado fin. Peregrinación en cierta cantidad de tiempo y labor, asignada a alguien señalado para lograr el fin deseado por el que le envía.

Si esto que administramos, es realmente un ministerio, entonces Ministerio de la Reconciliación equivale a decir: “Misión de comunicar a los espíritus predestinados encarnados, la obra de la Reconciliación realizada por Cristo para su participación en carne y sangre en este orden relativo y visible llamado planeta Tierra”.

Esta misión de comunicar la Doctrina de la Gracia, hace de los ministros: DOCENTES DEL MINISTERIO, de manera que la enseñanza se manifiesta aquí de dos formas básicas:

  1. En la labor de maestro: que explica la sabiduría y la revelación que están en el evangelio.
  1. En la labor de evangelizador: que predica la verdad entendida de esa sabiduría y de esa revelación.

En el Ministerio del Espíritu, los ministros dan el Evangelio del Nuevo Pacto, fundamentando la enseñanza con las 15 epístolas del apóstol Pablo, para que todo esté en perfecta armonía con la Doctrina de la Gracia.

Reconciliación: Es volver a las amistades. Es atraer y acordar los ánimos desunidos. Restituir a un cuerpo los miembros que se habían separado de él.

Para yo llegar a un acuerdo con los ánimos que se han separado, no lo puedo hacer a través de la palabra directa a la mente natural del hermano, porque estaría haciendo un tipo de exhortación en la que no media el entendimiento espiritual.

Lo único que hace que un miembro retorne a su cuerpo o no se separe de él, es el conocimiento de la palabra; no la obra personal de alguien que quiere atraer a esos miembros.

Nosotros no estamos llamados a convencer a nadie, porque sabemos que: sus ovejas escucharan su voz, de manera que no hay que hacer presión con la palabra para que la persona la acepte. El que está llamado a escucharla, al tiempo de Dios, la creerá. Para nosotros esto constituye una divisa fundamental, que evita que las palabras sean en vano, evita perder el tiempo cuando se generan contiendas, al tratar de convencer a otro hermano que no le ha llegado el momento de compartir con nosotros el punto de vista espiritual.

Así, nos ahorramos discusiones, que lejos de acercar a esos miembros al cuerpo, lo alejan. Dios, ya preparó a las personas elegidas para escuchar y creer esta palabra, por eso muy claramente profetizó el profeta Daniel 12:10: Los entendidos entenderán.

Bueno hermanos, después de haber comentado el glosario, vamos ahora a entrar en materia. Yo traigo una lista extraída de las epístolas del apóstol Pablo, formada por argumentos que el apóstol usó para defender nuestro Ministerio. Y hoy, quiero ponerla a la consideración de ustedes. Algunas de ellas se las voy a citar en sobre-edificación; y cuando digo sobre-edificación me estoy refiriendo a que nosotros sabemos, que el apóstol Pablo vivió en un período de transición entre los dos pactos, y en general hablaba en esperanza, pero nosotros ya estamos en lo que él llamó siglo venidero así que tenemos que corregir el enfoque de hablar en esperanza, para entonces hablar en fe consumada y posesión de la herencia que es: la gracia.

Entonces, el Ministerio de la Reconciliación es:

  1. Un Ministerio triunfante: 2da. Carta a los Corintios 2: 14

(14) Pero a Dios gracias, quien siempre nos conduce en triunfo en Cristo, y el olor de su conocimiento Él lo manifiesta en todo lugar mediante nosotros.

En el Espíritu somos triunfadores porque Cristo se hizo sabiduría en nosotros, y la ciencia de la Doctrina de la Gracia que es su palabra nos da el poder de su fuerza, con el que podemos anular las obras muertas de la carne que llevamos puesta por causa de nuestra peregrinación en este mundo, al que hemos venido con la misión  de servirles a Cristo de instrumentos, para que Él esparza la doctrina de su Evangelio eterno (que es su mente), en todos estos lugares celestiales, a donde ha bajado, desde el tercer cielo, una porción de la nube de estrellas que es su iglesia.

 

  1. Un Ministerio recomendado: 2da. Carta a los Corintios 3: 3

(3) siendo manifestados que sois carta de Cristo ministrada por nosotros, inscrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en tablas que son “corazones de carne.”

Las estrellas del tercer cielo y tierra nueva, bajadas por mandato de Dios a uno de estos antiguos mundos relativos o “junglas habitadas por fieras que no pueden alcanzar a comprenderlas”; nosotros, hemos sido despertados en la omnisciencia que es Cristo, para dar testimonio aquí, de que venimos de parte del Espíritu. La doctrina ministrada a través de las 15 epístolas del apóstol Pablo. El Espíritu las ha escrito en la mente que se ha formado en las vestiduras escogidas para gloria de nuestro Padre y Señor Jesús Cristo.

  1. Un Ministerio de gloria: 2da. Carta a los Corintios 3: 7-11

(7) Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, hasta el punto de que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro resplandeciente de Moisés, que perecería, (8) ¿Cómo no va a ser en gloria El Ministerio del Espíritu? (9) Porque si el ministerio de la condenación fue con gloria, mucho más abunda en gloria El Ministerio de la Justicia. (10) Porque incluso, en aquel ministerio no ha sido glorificado lo que ha sido glorificado en este respecto a causa del Espíritu. (11) Porque si lo pasajero (la ley mostrada a través de la carne) fue mediante gloria, mucho más lo permanente (el Espíritu) es en gloria.

La gloria de los milagros y las maravillas, de las señales y de los  prodigios aun tiene embrujado el entendimiento de gran parte de la iglesia de nuestro Señor, que no ha reconocido su verdadera identidad en el Espíritu, y cree ser lo que ve con sus ojos físicos. La misión de los que hemos sido despertados en el conocimiento de cual es nuestra verdadera identidad, es el abrirles los ojos del entendimiento a nuestros hermanos en Cristo, para que reinen en la gloria permanente del Espíritu.

  1. Un Ministerio honrado: 2da. Carta a los Corintios 4: 1-5 (1) Por esto, teniendo el Ministerio este, conforme a la misericordia que se nos otorgó no desmayamos, (2) sino que renunciamos a las cosas ocultas por la vergüenza, no andando en astucia ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad nos recomendamos ante toda conciencia de hombres en la presencia de Dios. (3) Pero si aún está encubierto el Evangelio de nosotros, en los que se pierden está encubierto, (4) en los que el dios de este mundo (esto es, la carne y su ministerio de muerte), cegó los pensamientos de los incrédulos para que no sean iluminados por El Evangelio de la Gloria de Cristo, quien es imagen de Dios. (5) Porque no a nosotros mismos proclamamos, sino a Cristo Jesús como señor, y a nosotros mismos como siervos de vosotros en atención a Cristo.

Dios ha enviado a sus espíritus ministradores para servicio a favor de los herederos de la salvación, y los ha equipado con la Doctrina de la Gracia, de donde extraen  el dominio propio que se requiere para llevar cautivos los deseos, las pasiones y toda obra de la carne a la obediencia a la fe, por lo que se manifiestan con la verdad de Dios ante toda conciencia de hombre, para que los que son predestinados reinen con “nuestro evangelio”, porque es sabido entre los que han despertado, que para los que se pierden o no son partícipes del Espíritu Cristo, este Evangelio siempre estará oculto.

Cegados sus pensamientos por el testimonio que reciben del mundo a través de los sentidos del cuerpo físico, los incrédulos no se pueden formar un concepto claro de la imagen de Dios. Así, en atención a aquel con el que nos hemos identificado por la misericordia que nos otorgó de entender su palabra, nos presentamos ante nuestros hermanos proclamando al Cristo resucitado y glorificado del Nuevo Pacto, como el mejor servicio que podemos prestar a la iglesia.

 

  1. Un Ministerio probado: 2da. Carta a los Corintios 4: 16-18

 

(16) Por lo cual, no desmayamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior va decayendo, con todo, el interior se va renovando día a día. (17) Porque lo pasajero de esta aflicción momentánea nos hace insuperables, al aportarnos día a día un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; (18) porque aprendemos a no poner la mira en las cosas que se ven sino en las que no se ven, porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Lejos de debilitarnos, las pruebas por las que pasamos en nuestra peregrinación por este planeta tierra, constituyen el material indispensable para el ejercicio en el conocimiento del bien y el mal. Son la oportunidad para usar la espada que es la Doctrina de la Gracia, con la que permanecemos en victoria, hasta que regresemos al lugar de nuestro origen, para llevarle al Padre celestial, la gloria de haber reinado sobre toda circunstancia en este mundo.

  1. Un Ministerio de confianza: 2da. Carta a los Corintios 5: 1

 (1) Porque sabemos (y creemos) que si nuestra casa terrestre, el tabernáculo de barro se deshace, edificio de Dios tenemos; una casa no hecha con manos, eterna, en los cielos.

Al haber sido convencida nuestra mente de que no somos lo que vemos sino lo que Dios es, se destruye en nosotros el imperio de la muerte. Lo natural deja de ser la guía en nuestras vidas, para dar paso al reino de Dios, donde el espíritu del hombre se renueva constantemente hasta identificarse con el Espíritu de Dios, en una comunión tan profunda que lo lleva a la eternidad.

  1. Un Ministerio de Comunión: Ira. Carta a los Corintios 10: 16-17

(16) El cáliz de la bendición que bendecimos ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? (17) Porque es un solo pan, un cuerpo los muchos somos; porque todos de ese solo pan participamos.

Todos los escogidos entramos a la vida eterna por el sacrificio de la cruz, donde se derramó la sangre que anuló el sacerdocio del viejo pacto y nos dio entrada a esta gracia por el don de la fe, que es el espíritu de nuestro Padre y Señor Jesús Cristo morando en nosotros. Así fuimos revestidos con un cuerpo de gloria u odre nuevo, para que estuviésemos aptos para recoger el vino nuevo que es la palabra de gracia del Nuevo Pacto.

El pan que bajó del cielo para que tuviéramos conciencia del bien y del mal es la Doctrina de la Gracia, por la que nos podemos conocer como fuimos conocidos antes de los tiempos de los siglos.

¿Y qué cosa es Cristo sino el conocimiento que llega hasta lo más profundo de Dios? Es la mente de Dios, lo que tienen en común los miembros de su cuerpo que son la iglesia, redimida en los muchos por un solo sacrificio.

  1. Un Ministerio de exhortación y alabanza: Carta a los Colosenses 3: 16(16) La palabra de Cristo habite en vosotros ricamente, enseñándolos en toda sabiduría y amonestación con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantándole a Dios con gracia en las mentes. Nota: Originalmente dice “con gracia en los corazones”.

La palabra de Cristo para el Nuevo Pacto es el Evangelio de la Paz, que anuncia la obra de la reconciliación realizada por Dios para con los miembros de su cuerpo que son la iglesia.

Para que la paz de Dios reine en nuestras mentes, El mismo reveló todos los misterios al apóstol Pablo, y por su conducto a nosotros, los continuadores del Ministerio de la Reconciliación, el que a través de la doctrina de la gracia explica la mente de Cristo.

La doctrina de la gracia, la palabra de Dios para el nuevo pacto, debe abundar en nuestras mentes hasta cubrir todos los pormenores de nuestra peregrinación en este mundo, para que se manifieste el poder y la fuerza del Espíritu en su iglesia. Así, en toda alabanza y exhortación no puede faltar la enseñanza de la sabiduría, y la amonestación espiritual que está contenida en la doctrina de la gracia, por lo que nuestros himnos y canciones de alabanza a Dios deben rebozar de vino nuevo, con el que nos embriaguemos de la vida del Espíritu, para poder hacerle frente a las aflicciones que se derivan del traje de terranautas que llevamos puesto en este mundo.

  1. Un Ministerio de oración: Carta a los Colosenses 4: 2-4

(2) En la oración perseverad, velando en ella con acción de gracias, (3) teniéndonos presentes en ella también a nosotros, para que Dios nos abra una puerta de la palabra para hablar el misterio de Cristo, a causa del cual ciertamente he sido atado, (4) para que yo lo manifieste, como es menester que yo hable.

A los despiertos y entendidos en la sabiduría de Dios, por causa de haber recibido el espíritu de revelación en sus mentes, la oración les resulta un menester necesario; un recurso insustituible, con el que perseveramos en el Espíritu a favor de “los muchos”; esa enorme porción de la iglesia de nuestro Señor que peregrina en este tiempo y espacio, por la que le rogamos al Espíritu del Padre eterno para que ponga el querer como el hacer en las mentes de ellos, como su llamado a que acudan al conocimiento de su palabra. Velamos en la oración en fe consumada, por lo que damos gracias por todo a Cristo Jesús, teniendo presente en ella a los evangelizadores, a los docentes y a todos los santos del Ministerio, para que Dios nos abra la puerta de la palabra en la mente de los creyentes, herederos de la renovación.

Cristo nos tiene atados a la verdad de Dios para que la manifestemos en todo lugar, por lo que hablamos como creemos, sin avergonzarnos de esta palabra, sino que nos gozamos conforme a la misericordia que se nos ha otorgado, dándole gracias en todo momento a Jesús Cristo, nuestro único Dios verdadero.

10.     Un Ministerio de reposo: Carta a los Hebreos 4: 9-10.

(9) Por tanto, queda un reposo sabático para el pueblo de Dios. (10) Porque el que entró en su reposo, también él mismo reposó de sus obras como Dios de las suyas.

Entre los judíos, el término sabático aludía antiguamente, a un período de reposo de un año cada siete años de trabajo. La frase “reposo sabático” aquí está empleada mas bien como alusión a un período de tiempo mucho mayor, que los sabios, magos y profetas, y la ciencia de la antigüedad en general denominaba era. Según estas ciencias antiguas, una era consiste en un período de tiempo determinado por un fenómeno producido por el movimiento de los astros. Tal fenómeno se denomina “precisión de los equinoccios” y se debe a la ligera inclinación del eje terrestre, que determina poco a poco una traslación de la posición ocupada por el eje terrestre, como si este retrocediera con respecto al entorno cósmico, lo que va fijando determinados períodos de tiempo con respecto a las constelaciones conocidas como zodiacales.

Justamente el período que está finalizando ahora corresponde a la constelación de Los Peces, por lo que a Jesús Cristo, entre otros nombres le llamaron: El Pez. En idioma griego "ICTIOS" <º )))))><

Para nosotros, que no andamos por esta dimensión según la carne, el reposo sabático comenzó, cuando entendimos que con la caída de Jerusalén y el incendio y destrucción de su templo en el año 70 DC, fuimos aviados que ya estamos liberados de la ley del viejo pacto para siempre. Aquí es que comienza el “siglo venidero”que esperaba el amado hermano apóstol Pablo; Dios está en su reposo y no obra, pero nosotros solo podemos estar en reposo en Él, y el cuerpo físico está en nosotros para que se manifiesten las buenas obras que nos preparó de antemano para que nos gloriáramos en Cristo.

11.     Un Ministerio de fe: Carta a los Romanos 1: 17

(17) Porque la justicia de Dios, en Él es revelada de fe a fe, así como está escrito: El justo a base de fe vivirá.

Vivir a base o basado en fe, sólo es posible, si aprendemos a acomodar lo espiritual a lo espiritual, no conociéndonos según la carne para no poner la esperanza en este mundo, en el que estamos como peregrinos. Los de la fe tienen su morada con Dios en el Paraíso, por lo que no se reconocen de esta realidad, y viven esta porción de eternidad en lo relativo y que puede ser medido, con la plena certeza y convicción de la verdad de Cristo, por el que sabemos que estamos perfeccionados, santificados, justificados y redimidos, revestidos del nuevo hombre creado según Dios para gloria eterna en los cielos. Vivir basado en la fe ya consumada por Cristo, es mirarlo todo con los ojos del entendimiento, que son los ojos de Espíritu y ver la realidad que los demás en los sentidos naturales no pueden percibir.       

12.     Finalmente amados, El ministerio de la Reconciliación, es un Ministerio de Reconciliación: 2da. Carta a los Corintios 5: 18-20

(18) Y todas las cosas provienen de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio el MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN, (19) a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no teniendo en cuenta las transgresiones de ellos, y poniendo en nosotros la palabra de la RECONCILIACIÓN. (20) Así, en el nombre de Cristo, somos embajadores, como si Dios estuviese exhortando mediante nosotros: rogamos en nombre de Cristo, para que se manifieste la RECONCILIACIÓN con Dios en vosotros.

Cuando dice rogamos, debemos aclarar que un ruego es una oración, entendida en el sentido de que con la boca confesamos para salvación del hermano, porque para eso Él puso en nosotros la palabra de la Reconciliación. Esta palabra Dios la da a los espíritus de los justos, escogidos para que usen sus vestiduras como útiles herramientas que operan para su gloria, al tiempo que los llama a no tener en cuenta las transgresiones de los vasos creados para desecho.

Si hermanos, Dios nos llama a la Reconciliación con el mundo, para que no suframos las pérdidas de los que se ocupan en la labor del necio, que trata de alimentar con perlas a los cerdos, y al no sacar nada provechoso, ensucia su mente de frustración y desaliento. Nosotros estamos llamados a caminar por este mundo con la conciencia limpia, por lo que debemos asumir lo que acontece en esta realidad, como la manifestación de lo que Dios preparó para perfección de los que le aman.

Y como revela el apóstol Pablo, todas las cosas provienen de Dios, todas las cosas conduce Dios para bien de la iglesia, por lo que en cuanto a los sucesos del mundo, reposamos en Cristo, para usar esta libertad en honrar la misión, o mejor dicho el Ministerio de la Reconciliación que nos dio a través de Pablo, el único apóstol de la gracia, para que ahora seamos sus embajadores aquí en la tierra.

Así, en el nombre de Cristo exhortamos y rogamos por los hermanos, para que se manifieste en sus mentes la bellísima obra de la Reconciliación y entren en el reposo de nuestro Padre y Señor Jesús Cristo, de quien es la honra y la gloria de todos los siglos en lo relativo, y en la eternidad.

Entre otros no menos esclarecedores, estos versos nos dan argumentos para creer que no hay otro Ministerio encargado por Cristo, para esta dispensación aquí en la tierra, y nosotros, nos reconocemos como una porción de ese Ministerio manifestada en este tiempo y espacio geográfico de la isla de Cuba. Nos hemos manifestado aquí y ahora, de la misma manera que otros hermanos se han manifestado para este Ministerio en otras épocas y lugares, que es lo mismo que decir: “Al tiempo de Dios y según su propósito”.

Así que, hermanos, a partir de los argumentos que hemos podido extraer de estos versos, donde aparece el testimonio claro de nuestro apóstol Pablo, con respecto a la voluntad de Dios para con su iglesia, nosotros no reconocemos otro ministerio que no sea el Ministerio de la Reconciliación. Y esto no se debe entender como un rechazo al resto de los creyentes, porque es el Espíritu quien desde dentro de nosotros da testimonio de su presencia al impulsarnos a creer.

Todos, o la inmensa mayoría, iniciamos la búsqueda de la verdad de Dios, en las costumbres familiares, tradiciones regionales, y religiones en sentido general, de tal manera que los que hemos llegado a esa verdad tenemos la misión o el ministerio, de servirles este “Pan del Cielo”, para que no tome vida en ellos, el engaño de la muerte o separación para con Dios, que Cristo ya destruyó una vez y para siempre en el pasado siglo o mundo malo, al reducir a la impotencia a la mente carnal, a través del conocimiento de nuestra verdadera identidad.

-Docente Mauricio: Ahora, le pedimos al pastor-maestro Arsenio, que nos haga un comentario al respecto.

-Arsenio: Sí, yo quiero comunicarle a la iglesia, que como bien dijo el Pastor-maestro Mauricio en el excelente estudio que nos acaba de impartir, tenemos que tener presente, que antes de la cruz, el hombre bajo la ley de Moisés, vivía bajo un ministerio de arrepentimiento, por causa de la debilidad que había en la carne. Pero ese ministerio de arrepentimiento o de la circuncisión, finalizado en el mensaje del evangelio de la circuncisión de los once apóstoles de Jesús, se constituía en un ministerio insuficiente, por no llevar a los creyentes a la madurez y mucho menos a los beneficios que nos brinda el Ministerio de la Reconciliación, que es un ministerio de paz, un ministerio glorioso, un ministerio honrado, un ministerio de reposo, etc., etc.

El hombre, se constituía pecador, cuando Dios veía su naturaleza Adámica en faltas para con él; o sea, las obras de la carne, hacían que el hombre no pudiera participar del Reino de Dios. Y como aquel ministerio de arrepentimiento bajo la ley era para la carne, por eso se constituyó en un ministerio de muerte. Pero después de la muerte y resurrección de Cristo, el Señor decidió no acordarse mas de nuestros pecados (la vieja naturaleza en Adán) y transgresiones (las obras muertas que produce esa naturaleza) como lo revela la Carta a los Hebreos en su capitulo Diez (10), versos del catorce (14) al diecisiete (17)

Ahora, para que el Ministerio de la Reconciliación pueda manifestar todo lo antes expuesto por el Pastor Mauricio, era necesario que el Señor, a partir de un DÍA, no nos conociera más según la carne, y precisamente esto fue lo que sucedió hace aproximadamente dos mil años. Pero en la actualidad, hay muchos hermanos niños en Cristo que desconocen este acto de amor hacia nosotros, desconocen cuál es el terreno donde se le dio sepultura al pecado.

En las distintas denominaciones del sistema religioso imperante actualmente, se espera un sacrificio más de nuestro Señor Jesús Cristo, para quitar de la tierra el pecado.

Nosotros preguntamos: ¿Que ha entendido el hombre al expresar el profeta Zacarías 3:10 que: mi siervo quitará en un DIA el pecado de la tierra? ¿Acaso el hombre entiende que para quitar el pecado es necesario que un DIA venga Cristo con una canasta y eche en ella los pecados del pueblo para arrojarlos en el infierno? ¿Verdad que eso no tiene sentido?

Por otro lado, algunos plantean que, cuando el Señor venga a buscar su iglesia será quitado el pecado de la tierra. Si esto fuera así, nos diera a entender, si lo relacionamos con lo dicho por el profeta, que el pecado éramos nosotros. Iglesia, hoy se nos ha encargado el Ministerio de la Reconciliación porque ya Cristo quitó el pecado al condenarlo en la carne y ya no conocernos según la carne.

El Padre de los espíritus, un DÍA trasladó a un hombre conocido como Saulo de Tarso en aquel tiempo, hoy, nuestro hermano Pablo, al tercer cielo ó paraíso, como lo revela la segunda Carta a los Corintios en su capitulo doce (12), versos dos (2)  al cuatro (4), y nos da unas instrucciones como las que acabamos de oír en la intervención de nuestro hermano y Pastor-maestro Mauricio, para que sus hijos se reconciliaran con él.

Nosotros, no podemos conocernos según la carne si es que queremos cumplir con lo que se nos ha encargado, ya que la carne es lo adverso a nuestra verdadera identidad. Nosotros no estamos reconciliando a nadie; sino cumpliendo con la misión que se nos encargó por el Resucitado, como espíritus ministradores a favor de los que son herederos de la salvación. Iglesia, nuestra misión es transmitirles a los espíritus en peregrinación por este planeta Tierra,  que nuestro Padre Jesús Cristo ruega por medio de nosotros para que entendamos que ya estamos reconciliados con él. (Aplausos)

Queridos espíritus que en esta hora hemos sido llamados por Cristo como luces del mundo a darle luz, por medio de este ministerio, oramos, para que el Señor abra puertas para la palabra y así honrar lo encargado por el Padre a sus hijos en peregrinación.

Damos gracias a Dios por nuestros hermanos Ramón, Connie, Luis, Hiram y demás miembros que se encuentran en Puerto Rico. Damos gracias a Dios por Elvis, mamá Isi, Fortunato, Yaqui, Brando y demás miembros que se encuentran en Perú y damos gracias por todos ustedes y demás espíritus que ya han hecho suyo este Ministerio de la Reconciliación, Abba Cristo. (Aplausos)

Ahora los dejo con nuestro querido hermano y pastor-maestro  conocido en lo natural como Félix René, para que nos transmita algunas palabras relacionadas con el Ministerio de la Reconciliación.

-Pastor Félix René: Pues entonces, esta es la exhortación que yo quería hacerles. Que no nos veamos separados, porque andamos en Cristo y somos los miembros de un mismo cuerpo, en el que estamos alcanzando vidas. No como obreros asalariados, sino que estamos comprometidos dentro del cuerpo, porque el cuerpo somos nosotros. El cuerpo es la Iglesia y Cristo es la Cabeza, de la que nos llegó el encargo que tenemos: El Ministerio de la Reconciliación; un Ministerio Espiritual. ABBA Cristo. (Aplausos).

-Pastor Mauricio: Pues sí, como decía hace un momento el hermano Felix René, andamos en Dios, y Dios en verdad está en este mundo en nosotros; a través de nosotros llama. Así que cada año nos reuniremos por esta fecha para compartir experiencias del trabajo en el Ministerio, porque como dice el apóstol Pablo, esta palabra es multiforme, lo que quiere decirnos que son muchas formas; que hay mucho contenido que ahora nosotros no podemos abarcar. Pero ya iremos de gloria en gloria, y el año que viene vamos a poder citar estos versos con mucha más profundidad. Cada año, recordando esta fecha, nos reuniremos para hablar del MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN.

Otra fecha que le proponemos a la iglesia celebrar, es la que para nosotros constituye el cumplimiento de la segunda venida de nuestro Señor Jesús Cristo sin relación con el pecado, que aparece con precisión si se ajusta el calendario hebreo al gregoriano. Lo que indicaría el 26 de Septiembre, si hacemos este ajuste con la fecha en la que los romanos quemaron el templo de Jerusalén.

La caída de Jerusalén y la quema de su templo hecho a mano, así como la ejecución de todos sus sacerdotes, ocurrió un 26 de Septiembre. Ese día glorioso, Dios destruyó la única institución que Él mismo había mandado a construir, para que representara al viejo pacto (la ley de Moisés), con lo que indica la manifestación de su Espíritu, quitando lo primero para poner lo último y eterno: el nuevo pacto de gracia. Él mismo borró de este mundo esa ley, y a la institución que la representaba, por lo que a partir de ese día, no existe institución sobre la faz de la tierra, con autoridad de parte de Dios para representar a aquella ley que nada perfeccionó, por lo que nosotros solo le damos crédito, a la información única que Jesús Cristo mismo le diera a nuestro hermano y apóstol Pablo allá en el Paraíso.

Es a partir de esta fecha que empezamos a disfrutar de entera libertad, porque en el tiempo del apóstol, si bien ya había “muerto Jesús y resucitado Cristo”, aun la ley no había sido abolida y convivía con la gracia como Isaac e Ismael convivieron en la casa de Abraham. A partir de que Jerusalén fue destruida y su templo devorado por las llamas, a semejanza de Agar cuando fue expulsada con su hijo, solo queda el Camino nuevo que Cristo le abrió a su iglesia, que siempre se reunirá para festejar con vino nuevo, que es la doctrina revelada de la gracia, la vida en el Espíritu.

El sistema religioso, vive aferrado a los rudimentos de la doctrina del viejo pacto, trata de darle vida en la mente de los creyentes, a todas esas cosas que el mismo Dios dio por viejas. Para hablar de libertad, alimenta con leche espiritual dada a la iglesia niña de Jerusalén al principio, por los apóstoles de Jesús del evangelio de la circuncisión, a los que les escuchan y siguen. Por eso por ejemplo, tienen señalado el día del nacimiento del niño Jesús; el “niñito Dios” como también dicen, para atrapar a las mentes niñas, en la maraña de sentimientos de las conciencias carnales, ¿verdad que es así? Pues nosotros, el gran día de libertad, lo celebraremos el 27 de Septiembre de cada año, y proponemos empezar este mismo año. (Aplausos)

Así que, entonces, a partir de este año, vamos a tener dos ocasiones para celebrar nuestra libertad en Cristo: La fecha de hoy, 24 de Abril, y el 27 de Septiembre.

Hoy, hemos fijado aquí en Cuba, un 24 de Abril, pero eso es con respecto a la manifestación de nuestro Ministerio en este país. En cada porción de este mundo donde Dios haya manifestado esta palabra de reconciliación, los santos tendrán un día señalado en el que Cristo llegó para ellos en este conocimiento ¿verdad?

Por tanto, nosotros, si bien veníamos trabajando ya desde hace casi un año con la palabra de este Ministerio, hoy es que nosotros, por causa de nuestras vestiduras, formalmente lo presentamos al resto de los creyentes, porque en Espíritu siempre hemos estado en el Ministerio encargado por Dios, así que no hemos llegado ahora, pero vamos a señalar este día para evaluar lo aprendido cada año.

Bueno, ya voy concluyendo hermanos, y quisiera hacerlo con una oración:

Oramos al Padre y Señor de todos nosotros: Jesús Cristo, dándole gracias por todos los santos que se han manifestado para la obra del Ministerio.

Te rogamos, Padre de vida y misericordia  ya realizada, para que ilumines el entendimiento, a través de tu Espíritu de sabiduría y revelación, a todos tus escogidos que enviaste en peregrinación por el planeta Tierra, para que conozcan su verdadera identidad, y manifiesten  la supereminente grandeza de tu poder, la cual operó en Cristo resucitándole de los muertos, para darle el poder de tu fuerza, y ponerlo por encima de todo principado y autoridad, y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombró en aquel pasado siglo malo, y también que se nombre en este interminable siglo bueno.

Nuestro presente incompleto es tu pasado Señor; porque para ti, no queda nada por hacer. Consumaste los siglos al reconciliarlo todo para hacer la paz.

Gracias por darnos tu mente para entender que la carne y la sangre que ahora llevamos puestas, por causa de nuestra peregrinación en este mundo, no pueden entrar en tu presente eterno, de manera que, si bien ahora vivimos en este pasado remoto, lo que se va manifestando de tu amor, por tu gracia en el Espíritu, estamos contigo en la eternidad.

Mi amor en Cristo es con todos vosotros. ABBA Cristo.

(Aplausos)

Bueno, como muchos ya conocen, hace algún tiempo que el acto de dar lo hemos desplazado para el final de nuestras reuniones, y ahora hemos llegado al momento de “LA DADIVA”, y digo así porque ya no vamos a hablar más de siembra, pues no damos para recoger productos. A partir de hoy vamos a entender el acto de dar como siendo Dios mismo aquí en la tierra. Dios viene en nosotros a dar porque Él es el dador alegre. No hemos venido a este mundo a sembrar para recoger, porque no andamos como hombres sino como dioses. Hemos venido a dar el fruto del Espíritu que es según Dios, el fruto del árbol del conocimiento de Dios que es esta palabra de gracia. Hemos venido a manifestar el fruto del Espíritu, que como ustedes saben es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, como revela el apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas 5. De manera, que cuando nosotros ponemos algún dinero en el sobre para el Ministerio, lo hacemos como resultado de lo que ha hecho esta palabra en nuestras mentes, al permitirnos comprender que es Dios el que está dando a través de nosotros.

Entonces ¿Qué estamos haciendo? ¿Sembrando? No, Dios está ofreciendo su dádiva de amor, y como ustedes saben, la palabra dádiva significa regalo, y un regalo solo se hace para tener la satisfacción de haberle expresado amor a quien va dirigido el regalo, no esperando nada a cambio ¿verdad?

Entonces los invitamos a ponerse de pie, para ejercer este privilegio acompañándolo de una oración:

Padre y Señor Jesús Cristo, en este hermoso instante, en el que nos reconocemos como tus instrumentos para hacer tu voluntad, nosotros te damos gracias por usarnos para alcanzar a los tuyos con la salvación de tu conocimiento.

Por ti sabemos que nosotros no damos, sino que tu mismo das a través de nosotros.

Gracias Señor, por darnos la oportunidad de ocuparnos de tu reino:

Donde por tu Espíritu es la fe en nosotros,

Donde por la Fe tenemos entrada a la gracia,

Donde por la Gracia nos reconciliamos con Dios,

Donde por la Reconciliación encontramos la paz,

Donde por la Paz es el amor en nosotros,

Donde por el Amor llegamos a la mente de Cristo,

Donde por la Mente de Cristo nos manifestamos como dioses.

Gracias Señor.

NOTA: Terminada la acción de “LA DADIVA”, todos los reunidos fueron invitados a compartir en lo natural, de un refrigerio preparado para la ocasión.

El material citado del viejo pacto, fue extraído de una versión Reina-Valera revisada en 1960, y el del nuevo pacto fue tomado de la traducción literal del griego al castellano, realizada por Francisco Lacueva. (Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español).

  FIN

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