ES LEY INVALIDADA O LEY ANULADA


Sobreedificando sobre el fundamento Cristo


Amada hermana Espíritu co-miembro del cuerpo de Cristo conocida en tu vestidura como Madeleine, gracia y paz de ABBA Jesús Cristo nuestra cabeza gloriosa como lo somos nosotros su cuerpo, la Iglesia, su Amada, cuyos miembros perfectos formamos los reyes que reinamos y señores que gobernamos como dioses desde los lugares celestes.

 Unas cortas palabras para contestar tu pregunta relacionada con la Carta a los Romanos 3:31. Es menester mi amada, que leas directamente desde el interlineal griego al español para tener un texto mas claro y preciso, como en varias ocasiones te he manifestado en ágape del Padre Eterno.

 Fíjate como dice la cita que das conforme a la traducción defectuosa de Reina-Valera: Luego, ¿por la fe invalidamos la ley? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la ley. Ahora leamos como dice desde la original: [31] Entonces, ¿Ley anulamos por medio de la fe? ¡No suceda!, sino que ley establecemos. Si observa amada, no es lo mismo “luego” que significa “después”, a “entonces” cuyo significado “1= indica un momento u ocasión determinados, 2- que expresa una consecuencia de lo dicho anteriormente, 3- que justifica algo de que se extraña o se queja la misma persona que lo ha dicho”. No es lo mismo “invalidar” que “anular”, parece lo mismo pero su efecto no es exactamente igual.

 Jesús, que es lo mismo que decir Cristo en los días de su carne, que conforme a la Carta a los Gálatas 4:4 vino nacido de mujer o manifestado en carne y bajo la ley de Moisés o pacto añadido que estaba vigente, conforme a su biografía según Mateo 5:17-18 dijo lo siguiente: [17] No penséis que vine a destruir (en griego katalûsai que es lo mismo que anular) la ley o los profetas; no vine a destruir, sino a completar (en griego plerôsai). [18] Porque de cierto os digo, hasta que pase el cielo y la tierra, una sola jota o una sola tilde no jamás pasará de la ley, hasta que todas las cosas se realicen. Pasando luego en los siguientes versos a explicar porque no podían suprimir un mandamiento de esos por pequeño que fuera.

 Eso es lo mismo que está revelando el apóstol Pablo en la cita que dices querer aclarar de la Carta a los Romanos 3:31. La salvación llegada a ellos por gracia por medio de la fe como revela el apóstol Pablo en la Carta a los Efesios 2:8 todavía no podía destruir o anular a la ley, porque todavía no se había cumplido ni la última tilde ni la última jota de la ley: la Fiesta de los Tabernáculos, la cual se completó el día de la destrucción final de Jerusalén y su templo ocurrida el día 22 del séptimo mes judío, que equivale aproximadamente a esa fecha en el mes de octubre de nuestro calendario.

 De acuerdo al diccionario la palabra invalidar del griego athetei, significa: Hacer de ningún valor y efecto una cosa.

 Por su parte la palabra anular, del griego katargoumen, de donde sale la declinación en griego katalûsai, significa: 1. Dejar sin fuerza una disposición. 2. Aniquilar o reducir a nada. 3. Incapacitar, desautorizar. Así que amada, tú invalidas algo que todavía está en efecto, pero anulas lo que ya está cumplido. Cristo es el fin de la ley como revela el apóstol Pablo en la Carta a los Romanos 10:4 porque primero cumplió la ley totalmente, no porque la ley fuera invalidada antes de cumplirla 100%. Satisfecho el pagaré al 100%, se exhibe como nulo, ya no tiene valor porque fue satisfecho el 100% de su demanda. Cristo no quitó la ley estando algo de ella vigente, sino que la finalizó porque primero la cumplió. Por tanto, esa ley ya fue anulada, y no cabe decir que ambas cosas, tanto la ley como la gracia, están vigentes.

Déjame ponerte un ejemplo. Digamos que tienes una hipoteca de una propiedad. Eso era lo que pasó con nosotros; en Adán, todos nosotros los hijos éramos una casa hipotecada por ley al pecado o naturaleza carne, el alma viviente en Adán. Mientras existiera algo de la deuda, la deuda en cuanto a la ley estaba vigente. Tu puedes invalidar la ley y quitar la deuda, pero fallaste en satisfacer el pago total de la deuda, por tanto no pagaste el pago o salario de la hipoteca en su totalidad, eso significa que no hubo entonces justicia satisfecha. Por eso es que Jesús como Cristo o Mesías Príncipe, no vino ni para anular la ley y menos para invalidar la ley, sino para cumplirla 100%. Luego de Cristo en la carne satisfacer el pago a la ley 100%, lo cual incluía hasta el último tilde, entonces le puso fin o anuló la ley, como revela el apóstol Pablo en la Carta a los Romanos 10:4; entonces, ya satisfecha la ley, estaba vieja o ya no tenía razón de ser por cuanto había sido satisfecha en el 100% de lo que demandaba y por tanto, desapareció, como revela el apóstol Pablo en la Carta a los Hebreos 8:13. Pero la ley añadida en Moisés desapareció delante de Dios, no de los hombres. Por eso el sistema religioso sigue pegado a la ley ya anulada y finalizada delante de Dios, porque aunque dice CREER EN DIOS, es lamentable que tenga que decirlo, NO LE CREE A DIOS. Ves amada, para tener la justicia de Dios en ti, tienes que creer lo que Dios hizo a través de su gracia para con nosotros.

Pero fíjate que no dice simplemente que Cristo es el fin de la ley como todos declaran con mucha simpleza  por no decir ignorancia. La cita que revela esas palabras del apóstol Pablo, continúa y tiene también un “para” que nos lleva a una segunda oración. Si no incluyes para que fue Cristo fin de la ley, pierdes el propósito para el que él le puso fin a la ley luego de cumplirla. El propósito es que el que cree reciba la justicia. Para tu beneficio, paso a mostrarte la cita en el original griego, la cual paso a mostrarte interlinealmente traducida al español, que dice:

      ειѕ    διқαιоσύνη   παντι   τŵ   πιστεύοντι

  para      justicia        a todo   el     que cree

Fíjate amada que la justicia es apropiada solamente por los que creen, no dice que la justicia de Dios es para todo incondicionalmente; por eso, es que el apóstol revela en la misma Carta a los Romanos 8:28-30 quienes son los favorecidos de esa gracia cuando dice: [28] Y sabemos que a los que aman de Dios todas las cosas obra juntamente Dios para bien, a los que conforme a propósito llamados son. [29] Pues a los que de antemano conoció TAMBIÉN predestinó de la misma forma a la imagen del Hijo de él, para que sea él primogénito entre muchos hermanos; [30] y a los que predestinó, a éstos TAMBIÉN llamó; y a los que llamó, a éstos TAMBIÉN justificó; y a los que justificó, a estos TAMBIÉN glorificó.

Fíjate amada, la secuencia subrayada y verás que la obra de Dios es específica por un cuerpo, por su propia imagen que llama el Hijo de Dios, ese es el que cree, el Hijo que es una cabeza  con un cuerpo de muchos miembros. La cabeza o primogénito entre muchos hermanos lo fue Jesús el Cristo, el cuerpo de muchos miembros es la Iglesia o cuerpo Cristo. El que cree ama en el Espíritu o ágape a Dios, por lo que Dios conduce todo a bien para él. Pero recuerda, que todo esto es en el Espíritu y no en la carne. Muchos tienen un concepto erróneo de la gracia de Dios. Creen que la gracia es incondicional, pero dado que ha sido dada en lo relativo, la gracia es condicional, como lo es el amor, la paciencia o cualquier fruto del Espíritu, si así no fuera no podría ser manifestado, por eso nada de esto ha ocurrido en la dimensión absoluta del Espíritu.

Como obra Dios todo a bien, pues porque de antemano o antes de nosotros ser colocados en Adán, fuimos conocidos de Dios por ser parte de su cuerpo espiritual que estaba en gloria y fuimos sacados de esa gloria para conocer los atributos de la cabeza o Padre. Dios tomó su cuerpo, el bien o Iglesia, figurada en Eva, y la colocó en humillación bajo la cabeza Adán o cuerpo de pecado, el mal. Ese es el árbol del conocimiento del bien y el mal, cuyo fruto fue el conocimiento de la muerte o separación espiritual de Dios. Pero recuerda amada, aun así, nuestro Espíritu quedó guardado con Cristo en Dios, el árbol de la vida, que nada tenía del árbol del conocimiento del bien y el mal, hasta el tiempo de restaurar todas las cosas.

Pues a todos esos que de antemano conoció o estaban en su cuerpo, TAMBIÉN los predestinó, ni uno más ni uno menos. A esos mismo que predestinó los ha llamado por el evangelio o buenas noticias de su gracia. A esos que ha llamado le imputó la justicia de su gracia por la obra única del primogénito o Dios manifestado en carne y sangre. Finalmente revela el apóstol Pablo, a esos que justificó o reconcilió consigo mismo, los ha hecho retornar de nuevo a la gloria en que estaban, antes de ser sacados o destituidos o ser hallados faltos de la gloria, por se partícipe de la naturaleza de muerte o separación llamada Adán.

Es por eso amada, fue que Jesús dijo las siguientes palabras registradas en la biografía de Jesús según Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 6:45 Está escrito en los profetas: todo el que oyó de parte del Padre y aprendió, viene a mí. Te pregunto: ¿Cuándo el que cree oyó  y aprendió del Padre o cabeza del cuerpo o Señor de la familia? Solamente cabe una respuesta: antes de la encarnación, por eso es que ahora TODOS LOS MIEMBROS DEL CUERPO REGRESAMOS A ÉL. Ese es el pacto o gracia que es antes de los tiempos de los siglos que el apóstol Pablo le revela a su colaborador en la 2da. Carta a Timoteo 1:8-10 cuando le dice: [8] Por tanto, no te avergüences del testimonio del Señor de nosotros ni de mí, el preso de él, sino comparte soportar sufrimientos por el evangelio conforme a poder de Dios, [9] que nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a las obras de nosotros, sino SEGÚN PROPÓSITO PROPIO Y LA GRACIA DADA A NOSOTROS EN CRISTO JESÚS ANTES DE LOS TIEMPOS DE LAS EDADES, [10] PERO MANIFESTADA AHORA mediante la aparición del Salvador de nosotros Cristo Jesús, que abolió por una parte la muerte y sacó a la luz, por otra, vida e inmortalidad mediante el evangelio.

Te das cuenta amada, los que participan de la gracia no lo hacen como una cosa que vino ahora, sino que el pacto de la gracia es antes de la creación, es un pacto que nos garantizó en promesa del Padre o cabeza del cuerpo, nuestra reconciliación de nuevo con él, luego de ser cumplido su propósito. Eso es lo que nos está revelando el apóstol Pablo en la 2da. Carta a los Corintios 5:18 cuando dice: [18] Y todas las cosas provienen de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y NOS DIO EL MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN.

La gracia o pacto eterno llamado por causa de la ley nuevo pacto, no es un pacto entre dos partes como el pacto añadido de la ley en Moisés, sino que es un pacto de Dios consigo mismo. Por eso, ese pacto es llamado PROMESA en Abraham, y la figura usada de CONFIRMACIÓN de ese pacto con Abraham, nos es mostrada sin que Abraham hiciera nada, sino que Dios fue el que quemó las víctimas de los animales que le dijo a Abraham que colocara, lo cual te pido que leas en el libro de Génesis 15:1-21.

Eso es lo que revela el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 2:14-15 que dice: [14] Cancelando el pagaré contra nosotros en decretos, (la ley) que nos era hostil, y lo ha quitado de en medio, (le puso fin delante de él) clavándolo en la cruz; [15] despojando a los principados y a las potestades, (el sistema sacerdotal y religioso de la ley) exhibió en público, (lo dio a conocer a todos los hijos por todas las naciones) al triunfar (sobre) ellos en ella.

Ves amada, por tanto, no podemos decir, que ambas leyes son vigentes. Para las estrellas de los cielos que nos regimos por la ley de vida eso es historia, para el polvo de la tierra que continúa en maldición, viven sujetos a esa ley mezclada con algunas cosas de la gracia, pero ley antigua + gracia = maldición de igual manera. La Carta a los Gálatas 3:10 revela: Porque cuantos de obras de ley son, bajo maldición están; porque ha sido escrito (en el pacto añadido) Maldito todo el que no continúa en todas las cosas que han sido escritas en el rollo de la ley para hacerlas.

Pero para entender las palabras del apóstol Pablo en la cita que das, es necesario leer todo lo dicho primero y seguir leyendo la cita anterior hasta el verso del capítulo 4:17. La fe no anuló la ley porque tenía que cumplirla primero para entonces ponerle fin. Por eso establecimos ley, no confirmamos la ley, pues la ley ya anulada era mediante las obras de la carne, mientras que la ley de vida establecida es mediante el ágape y se sirve mediante la fe consumada. Recuerda amada, lo que revela el apóstol en la Carta a los Romanos 15:8-9a Porque digo que Cristo servidor ha llegado a ser de circuncisión (Cristo en la carne) a favor de la verdad de Dios, para CONFIRMAR las promesas de los patriarcas [9] y los de las naciones por misericordia, glorifiquen a Dios…Lo que Cristo confirmó en la carne no fue la ley añadida, sino las promesas a los patriarcas.

De nuevo en Romanos 8:1-2 le revela y recuerda a los amados de las primicias de la Iglesia [1] Entonces, ninguna condenación (hay) ahora para los en Cristo Jesús. [2] Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te libertó de la ley del pecado y de la muerte. Fíjate bien amada, la ley que no podía todavía ser anulada es la misma que aquí llama la ley del pecado y de la muerte, que cuando fue satisfecha y se le puso fin para siempre le dio paso a la ley establecida por el Espíritu de vida.

Esa ley es llamada de pecado y de muerte, porque así lo revela el apóstol Pablo en la 1ra. Carta a los Corintios 15:56 cuando revela la resurrección de los muertos y la vida de los hijos. Allí dice: El aguijón de la muerte (es) el pecado, y el poder del pecado (es) la ley. Fíjate de nuevo amada, la ley de vida no podía operar o estar establecida todavía en posesión, por causa de que la ley de pecado y muerte estaba activa y no había sido anulada totalmente, no se había cumplido la última tilde ni la última jota de la ley.

Eso es lo que te revela el apóstol Pablo en la Carta a los Hebreos 9:8-10 cuando dice: [8] Esto mostrando el Espíritu del Santo, (en griego pneúmatos toû ayíou) que aún no había sido manifestado el camino de los santos aún la primera estancia estando en pie, (el templo y sus ritos) [9] lo cual ilustración (en griego parabolé que significa exactamente parábola o alegoría) para el tiempo presente, (el tiempo en que vivía el apóstol) conforme a la cual dones así como sacrificio son ofrecidos que no pueden respecto a conciencia perfeccionar al que practica el culto, [10] solo sobre alimentos y bebidas y diversas abluciones, normas externas (en realidad de la carne pues es la palabra griega sarkós) hasta tiempo de la renovación impuestas.

Pero ya todo está cumplido mi amada, nada tenemos de esa ley ya anulada, todo el que permanece así, sea en una jota o una tilde de ella, está caído de la gracia o en maldición = no reina en este orden relativo. La ley de muerte fue anulada que era lo que le daba poder al pecado o a la naturaleza carne. Al ocurrir eso a la ley, el pecado quedó sin poder, y la muerte se quedó sin aguijón. Por tanto amada, no puede estar esa ley vigente en paralelo con la ley de vida de la gracia, porque si así fuera continúas en el pecado, entonces declaramos que Cristo no resucitó, la muerte se sigue enseñoreando y vano sería el don de la fe consumada que recibiste.

Gracia y paz a ti y a todos los amados que son sobre-edificado con esta palabra de vuestro siempre servidor Espíritu co-miembro del cuerpo de Cristo conocido en la vestidura como Ramón Urbáez.

 

GRACIA Y PAZ ES CON CADA UNO DE VOSOTROS EN ÁGAPE SOBERANO DE DIOS

 

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