LEY DE LA RETRIBUCIÓN O LEY DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA

(SECCIÓN 6)


Sobreedificando sobre el fundamento Cristo


Art. 6 – SIEMBRA LA SEMILLA EN TIERRA DE BUENA CALIDAD

             Enseñándole a los apóstoles y discípulos de la circuncisión, Cristo en los días de su carne les dijo lo siguiente: Y les habló muchas cosas en parábolas diciendo: He aquí que salió el sembrador a sembrar. 4 Y mientras sembraba él, unas semillas ciertamente cayeron junto al camino, y venidas las aves devoraron a ellas. 5 Mas otras cayeron sobre los pedregales, donde no tenían mucha tierra, y enseguida brotaron a causa de no tener profundidad de tierra; mas el sol una vez salido, se agostaron (fueron quemadas) y a causa del no tener raíz se marchitaron. 7 Mas otras cayeron entre los espinos, y subieron los espinos y ahogaron a ellas. 8 Mas otras cayeron sobre la tierra de buena calidad daban fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. 9 EL QUE TIENE OÍDOS, OIGA, Mateo 13:3-9.

            La parábola del sembrador es muy conocida aun en el ámbito no religioso. Nos relata esta parábola, que el sembrador salió a sembrar su semilla la cual cayó en cuatro tipos de terrenos. Quizás estarás pensando que ésta parábola solamente tiene un uso. Si lo haces desde el punto de vista de la letra, es así, pero te mata porque pierdes en su enseñanza espiritual toda la aplicación que tiene para el reino de Dios.

            Desde el punto de vista natural lo dicho por Jesús está relacionado con la agricultura. Un sembrador, un poco de semillas y la acción de sembrarla; un camino que localizado en el terreno que le da un uso diferente; otra porción de terreno que contiene pedregales, lo que lo hace no apto para que lo sembrado en él produzca fruto; una porción de terreno donde ya hay espinos o mala hierba que hace difícil a la nueva semilla reproducirse; y finalmente la tierra de buena calidad, la tierra preparada y apta para el cultivo de la semilla. ¿Pero crees tú que Jesús tenía interés de hablar de agricultura? Creo que sabes la respuesta.

            Dijo como todos sabían, que si su semilla se queda sin enterrar en el terreno, las aves se la comerán enseguida, por lo que no se reproduciría y menos se multiplicaría. La semilla que cayó en los pedregales, tampoco tenía la suficiente cantidad de tierra para que las semillas completaran su proceso, las semillas se quedaron en la superficie y los rayos del sol la marchitaron. La semilla tratando de reproducirse entre espinos por su parte se ahoga y no da fruto.

            Pero lo sucedido con las semillas sembradas en la tierra de buena calidad sí puede completar su proceso milagroso para crecer, reproducirse y multiplicarse que conocemos a su final como la cosecha de lo sembrado. La cosecha multiplica una sola semilla 30, 60 y hasta 100 veces. Vemos que una semilla de maíz cuando se reproduce da por los menos par de mazorcas que contienen mas de cien granos. Una grano de trigo que fue el grano usado como ejemplo, le sucede lo mismo, se multiplica en una espiga que contiene 30, 60 y 100 granos de trigos.

Art. 6.1 - ¿ERA HABLAR DE LA AGRICULTURA EL USO DE LA PARÁBOLA?

            En Mateo 13:18 se nos dice que Jesús les comenzó a explicar la parábola cuando nos dice: Vosotros, pues, oíd la parábola del que sembró. Esto significa que la parábola tenía otro uso en la mente de Jesús, tenía otra aplicación como más adelante les muestra.

            Jesús le expuso parcialmente parte de la sabiduría escondida en esta parábola a sus discípulos. Por medio de dicha parábola les enseñó que sembrar consiste en exponer el mensaje o palabra del evangelio de la gracia en los corazones u hombre interior de las personas. Pero podemos conforme al evangelio de la gracia aprender un sin número de cosas con esta parábola dependiendo de la aplicación que le demos. Por ejemplo, si siembras para la carne en tu diario vivir, es lo mismo que sembrar en el camino cuando tus acciones se desvanecen; siembras en pedregales cuando lo que haces no te edifica; o siembras entre espinos cuando vives solamente en afán de las cosas naturales de este mundo; Por tanto todo lo que siembres para la carne te produce a la larga destrucción. Si siembras en buena tierra, entonces siembras para el Espíritu, su fruto se multiplica porque permanece para siempre en aquellos que son beneficiados para siempre al 30, al 60 y al 100 por uno. Lo mismo sucede financieramente: sea que siembres para la carne o que siembres para el Espíritu.

            Como habrás notado de la enseñanza de la parábola, la semilla solamente produce cuando es sembrada en tierra de buena calidad. Todo lo sembrado en un terreno árido o en un terreno no apto, produce ninguna cosecha. Jesús enseñó que la tierra de buena calidad produce buena cosecha tanto natural como espiritualmente hablando. Por tanto tu cosecha dependerá del tipo de semilla que siembre y se multiplicará de acuerdo a l terreno donde la siembres y esto incluye por supuesto nuestra semilla financiera con su respectiva cosecha.

Art. 6.2 - ¿QUÉ ES LA TIERRA DE BUENA CALIDAD PARA SEMBRAR?

            En otra de las secciones ya estudiadas, indicamos que Cristo en los días de su carne enseñó que todo el que dejara casa, tierra, etc., por causa del evangelio, recibiría cien veces más esas cosas pero con persecución en ese tiempo del siglo malo que se estaba acabando y en el siglo venidero, siglo que estamos viviendo desde el año 70, la vida eterna, esto según la biografía de Jesús según escrita por Juan Marcos 10:29-30.

            De acuerdo a lo anterior, lo sembrado en el buen terreno que es el evangelio de la gracia del reino de Dios, multiplica o aumenta financieramente a cien veces mas o al ciento por uno. Pero quiero que notes que Jesús no prometió que esa cosecha sería en la otra vida, sino totalmente en este mismo planeta donde vivimos. Por tanto la cosecha que yo recojo ahora en este tiempo presente será el producto de lo que siembre en la tierra de buena calidad ahora en el presente, la tierra de buena calidad es todo ministerio bajo la cubierta apostólica del apóstol Pablo que té ha declarado todos los misterios del reino de Dios, cosa que no hizo nunca el ministerio de la circuncisión liderado por Pedro.

            Cuando siembras tu semilla financiera en tierra de buena calidad como sucede con este ministerio que te declara toda la verdad de lo que tú eres en Cristo, tiene doble multiplicación de tu semilla. Primero conforme declara el evangelio de la gracia, Dios multiplicará tu sementera para que tenga mas semillas para sembrar de nuevo, pan para que comas o todas tus necesidades suplidas y en abundancia para que le des a otros que necesitan por ser ignorantes de esta ley y de su herencia en Cristo. Segundo, conocerás por medio de ese ministerio donde siembras, toda la verdad de lo que tú eres en Cristo, conocerás que ya estás resucitado en tu Espíritu y viviendo la vida eterna. Cuando eres desvestidos de este traje de barro o piel que recibiste temporalmente, estás consciente de que sigues viviendo en la dimensión del Espíritu, dimensión de donde viniste a la tierra. Recuerdas que eres un miembro vivo del cuerpo del Señor porque Dios es Dios de vivos, no de muertos.

            En la dimensión espiritual o paraíso a donde regresamos, no es necesario el dinero; nada te llevarás de esta dimensión terrenal donde vives por un corto tiempo por causa del propósito de Dios. Nuestra prosperidad en este orden es aportar para que el evangelio de la gracia sea propagado, disfrutar del bien de nuestro trabajo y ayudar a aquellos que necesitan nuestra ayuda. Tus tesoros o verdaderas riquezas deben ser multiplicadas en el paraíso, en el orden del Espíritu, Mateo 6:19-21. Es sumamente importante que esté consciente de lo siguiente: para que nuestras finanzas sean multiplicadas por Dios conforme a su ley, tenemos que sembrar de nuestras finanzas para el reino de Dios primero, porque el dinero es para usarlo aquí mientras estamos en la tierra.

            Observa bien cuidadosamente que Jesús compara al que da casa, tierras y otros artículos que se valorizan con dinero, Marcos 10:29-20, con el que siembra semilla en tierra de buena calidad, Mateo 13:8. A ambos les promete multiplicar lo que sembró del ciento por uno. De igual manera dice que el que da padre, madre, hijos, etc. por él, también recibe una multiplicación del ciento por uno, porque la ley de la siembra y de la cosecha se cumple inexorablemente en todo lo que sembramos, sea bueno o sea malo. Siempre recibirás la recompensa de tu siembra. El propósito eterno de Dios es aumentar y multiplicar la semilla que es sembrada para que produzca una cosecha, por eso es que Dios no es burlado, porque todo lo que siembre un hombre eso mismo cosechará, pero sembrar en cantidad abundante en el terreno de buena calidad es el propósito.

Art. 6.3 - ¿SON TODOS LOS TERRENOS DE BUENA CALIDAD?

            Ahora sabemos lo que un terreno de buena calidad es un ministerio que propaga el evangelio de la gracia. Glorificamos al Señor Dios y Padre Eterno, el Dios Fuerte o Todopoderoso, el Señor Jesús Cristo, por cada ministerio y cada iglesia local bajo la cubierta apostólica de la incircuncisión o nuevo pacto, a través del apóstol Pablo, que predique las buenas nuevas de gracia en medio de los hombres.

            Pero desgraciadamente (fuera de la gracia) prácticamente la mayoría de los ministerios y las iglesias locales del sistema religioso están fuera de la cubierta apostólica del apóstol de este pacto. La mayoría de esos ministerios e iglesias locales lo que predican y viven es el evangelio de la circuncisión de los apóstoles llamados por Jesús en los días de su carne. Predican, enseñan y viven en un evangelio judaizante que fue para el final de la ley o antiguo pacto. Viven totalmente en la leche o enseñanzas de Cristo del principio, enseñanzas que han sido mezcladas con el vino viejo de la ley o antiguo pacto. Por tanto no todos los ministerios son terrenos de buena calidad para sembrar para el Señor.

            Es importante que entiendas bendecido que hay muchos ministerios e iglesias locales que existimos para ministrar el evangelio de la gracia a los creyentes, sean maduros o niños en Cristo. Por otra parte, la mayor parte de los ministerios e iglesias locales ministran para vivir del otro evangelio que mantiene a los creyentes viviendo como esclavos y en temor de todas las cosas de las que ya fuimos liberados por Cristo para siempre. En pocas palabras puedo decirte que unos ministerios conforme al evangelio recaudamos dinero para ministrar a los santos; mientras que otros ministerios ministran leche y sobreedifican con paja, madera y hojarasca para recaudar dinero especialmente de los niños en Cristo.

            El primer error grande del sistema religioso es predicarle a la gente para que supuestamente se salven del pecado. Pero ellos, por no conocer la revelación del nuevo pacto desconocen que se predica las buenas nuevas de gracia o evangelio de la gracia para informarle a los creyentes que ya son salvos mediante una sola ofrenda hecha por Cristo. Todos los creyentes ya estamos salvados por gracia, no hay que realizar ninguna obra. Recibimos la información y simplemente la creemos por fe, eso es todo. De quien tengo que salvarme en mi vida diaria es del hombre viejo, del viejo Adán o naturaleza muerta de pecado que el apóstol llama en 1 a los Corintios 15:45 Alma viviente.

            Esa es la información o buenas noticias del nuevo pacto en Cristo: todos hemos sido vivificados, somos una nueva creación, razón por lo que las cosas viejas como los cielos viejos y tierra nueva figura de la ley o antiguo pacto, así como el primer Adán o viejo hombre de esa creación ya pasaron, todas las cosas fueron hechas nuevas, 2 Corintios 5:17. Es por eso que el apóstol nos amonesta en Efesios 4:22 a despojarnos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos y nos invita en los versos 23-24 a renovarnos en el Espíritu de nuestra mente, que debe ser la mente de Cristo, y a vestirnos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

            Te invito a recordar las palabras del apóstol 1 a los Corintios 3:6 Yo planté, Apolos regó; mas Dios obró crecimiento. 7 De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino el que obra el crecimiento, Dios. 8 El que planta y el que riega uno son; cada cual, empero, la propia paga recibirá según el propio trabajo. El que planta no puede ganar almas para Dios, porque las almas recibieron el pago del pecado en Cristo y todas fueron muertas juntamente con él y sepultadas con él, Romanos 6:3-7. Nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios el cual estaba guardado por su misericordia, Job 10:12, porque nuestra vida estaba escondida con Cristo en Dios, Colosenses 3:3. Dios fue quien nos reconcilió con él para siempre, él fue quien nos salvó y nos justificó en Cristo delante de él, por eso él es el que obra el crecimiento. Nosotros recibimos la paga del trabajo que hacemos al ser usados por Dios en un ministerio o en una iglesia local.

            Por tanto ni el que siembra salva, ni el que riega lo plantado salva; es el Señor Jesús Cristo, el Señor de la cosecha, quien salvó a todos sus hijos con una sola ofrenda en la cruz, y quien da el crecimiento. El sembrador es un buen ministerio que predica y enseña la revelación del apostolado de este pacto. Los grandes ministerios e iglesias locales del sistema religioso están llenos de niños que aunque son herederos en nada difieren de los esclavos, porque viven en ignorancia de la revelación del evangelio de la gracia. Es mejor un ministerio o iglesia local que tiene pocos hermanos que son maduros y llenos de conocimiento, que tener muchos prosélitos que levantan las manos para aceptar vivir fanáticamente y en las tinieblas fuera del reino de Dios.

Art. 6.4 – CARACTERÍSTICAS DE LA TIERRA DE BUENA CALIDAD

1.      El ministerio bueno no tiene miedo de que los creyentes o cualquier otra persona investigue su proceder y sus enseñanzas.

2.      El ministerio bueno predica y enseña solamente de acuerdo a l evangelio de la incircuncisión o evangelio de la gracia.

3.      El ministerio bueno trabaja bajo la única cubierta apostólica que tiene el nuevo pacto, el apostolado del apóstol Pablo.

4.      El ministerio bueno administra para el reino de Dios y no para sí mismo. No busca ganancias deshonestas diciendo que predica el evangelio de la gracia el cual no entiende, cuando lo que enseña es el evangelio de la circuncisión y doctrinas de error, manteniendo a los niños en la ignorancia y en el error.

5.      Los ministerios buenos enseñan la revelación de los misterios del reino revelados por el Consolador a través del apóstol Pablo, administrador del apostolado del nuevo pacto a las iglesias locales que están bajo su cubierta.

6.      Los ministerios buenos ordenados por el Señor y no por una organización humana siempre están dispuestos a ser inspeccionados por los creyentes. Nunca temerán abrir sus libros de finanzas para ser inspeccionados, porque ministran para vivir de los creyentes, sino que viven para ministrar a los creyentes.

7.      El ministerio bueno utiliza los recursos que recibe por medio de las ofrendas voluntarias para llevar las buenas noticias a todos los creyentes. Les enseña la verdad para que sean libres, para que no sean esclavos de nada ni de nadie, y para que aprendan a distinguir entre la libertad y el libertinaje.

Art. 6.5 – TÚ ERES RESPONSABLE DE SEMBRAR EN BUEN TERRENO

            Como creyente o hijo del reino de Dios, eres llamado a sembrar de tu semilla en el terreno de buena calidad. Es por tanto sumamente importante que sepas discernir de los impostores o ministerios que son terreno malo, porque están fuera de la cubierta del apóstol Pablo, el administrador ministerial del nuevo pacto o nueva alianza de Dios que es con la Iglesia, 1 a los Corintios 4:1.

            Solamente el terreno o ministerio que predica el evangelio de la gracia; que declara sin temor ninguno todo lo que somos ahora en Cristo; que predica las buenas nuevas y enseña conforme al ministerio de la reconciliación la palabra de reconciliación que le fue dada al único apóstol de este pacto, 2 a los Corintios 5:18-19, es terreno apto para sembrar tus semillas o finanzas para que el evangelio de la gracia de Cristo sea propagado por todo el mundo, para la gloria del nombre del Señor Jesús Cristo.

            Usa el discernimiento espiritual a través de la palabra revelada; usa el sentido común espiritual que Dios te ha dado por medio de la fe; escudriña todo el mensaje que recibes por medio de todos los escritos del apóstol del nuevo pacto, como hicieron los berréanos cuando Pablo lo confrontó con las Escrituras de la ley o antiguo pacto; y el Señor te mostrará cual es el terreno apropiado para sembrar tu semilla financiera con beneficio del reino del treinta, del sesenta y hasta el ciento por uno.

            Recuerda bendecido, la única manera de cosechar una cosecha con medida buena, apretada, remecida y rebosante, Lucas 6:38, es sembrando en el terreno apropiado, sembrando en el terreno de buena calidad. Gracia y paz con todos los reyes que están en el planeta tierra y envían su dádiva de paz para el reino de Dios. ABBA PADRE.

 

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