EL PRIMER ADÁN

Por Ramón Urbáez Caminero


    El Señor, conforme al libro según el profeta Isaías 54:16 dice:  ...Yo he creado al destruidor para destruir.  Ese mismo Señor, Jesús Cristo en los días de su carne, parado frente a un grupo de vasos de ira preparados para destrucción, como los identifica el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 9:22; les dijo: Vosotros sois procedentes del padre de vosotros, del diablo, y los deseos del padre de vosotros queréis hacer.  Él era homicida desde el principio, y en la verdad no se sostuvo, pues no hay verdad en él. Cuando habla la mentira, de lo suyo propio habla, pues es mentiroso y el padre de ella, como registra la biografía de Jesús escrita por Lázaro, el discípulo amado, cuyo libro es llamado por error Juan 8:44.  También nos dice el Señor conforme registra el libro de Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el Señor había hecho.

    La alegoría para enseñarnos el propósito de Dios en marcha, ha sido grandemente desvirtuada de la realidad espiritual que representa, por el sistema religioso.  Por ejemplo, la Escritura dice que Dios formó al hombre del polvo de la tierra, para enseñarnos a nosotros alegóricamente la realidad espiritual desde lo natural.  El sistema religioso por ejemplo, siempre ha enseñado que físicamente Dios formó un muñeco del polvo de la tierra y le sopló aliento de vida en la nariz.  Pero precisamente, el polvo de la tierra es una figura alegórica para describir la naturaleza del hombre. Ese polvo es lo que ha servido de alimento a la serpiente o mente adversaria todos los días de existencia humana.  El polvo era solamente una figura alegórica para hacer referencia a la naturaleza de pecado, llamada también carne, humano animal o natural, para referirse a la conciencia adversaria al Espíritu en los humanos, que fue por donde entró el conocimiento del pecado a este orden relativo, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 5:12.

    El polvo de la tierra se refiere a la conciencia en la que todos participamos en la imagen terrenal o primer Adán, el destruidor, el padre de mentira, que nos mató o separó de Dios a todos los hijos de Dios en un solo día, por causa del propósito de Dios, participar en el proyecto encarnación.  Somos el Espíritu manifestado en muchos miembros para tener una experiencia humana; no humanos queriendo experimentar lo espiritual como hemos sido incorrectamente enseñados. Ese día, todos fuimos hallados faltos o destituidos de la gloria de Dios en que estábamos antes de que el mundo fuese, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Romanos 3:23.  Todos los hijos de Dios fuimos puestos en Adán en este mundo por nuestro Padre; por lo que nos convertimos por naturaleza, en hijos de ira al igual que los demás, como también revela el apóstol Pablo en la carta  a los Efesios 2:3.

    El rey y profeta Salomón dejó escrito en el libro Eclesiastés 12:7  y el polvo vuelva a la tierra como era, y el Espíritu vuelva a Dios que lo dio. Eso es así, porque nuestra primera imagen, la terrenal, muerta o separada de Dios en el primer Adán, salió del polvo y al polvo vuelve de donde salió, porque esa naturaleza fue muerta  o separada de Dios para siempre en la cruz.  Por eso revela el apóstol Pablo que todos nosotros fuimos circuncidados de esa naturaleza, de ese corazón o conciencia, en la muerte del hombre Jesús en la cruz, como lo revela el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses 2:11.  Por eso es que nosotros somos la verdadera circuncisión, que fue en Espíritu. Primero recibimos la carne en Adán, el alma viviente, y luego fuimos circuncidados de esa imagen por Cristo en Jesús, como revela el apóstol Pablo en las cartas a los Romanos 2:29 y Filipenses 3:3.  Allí en la cruz, el destruidor que era el diablo, palabra que significa simplemente "acusador o calumniador", que tenía el imperio o poder de la muerte o separación espiritual, porque nos mantenía separados de Dios, de donde venimos. Por eso, en el primer Adán donde todos fuimos muertos o separados de Dios, fue reducido a la impotencia para siempre, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Hebreos 2:14. Lo que Salomón profetizó, y fíjate en el verbo subrayado, vuelva, está en tiempo futuro en la profecía con respecto a Salomón; pero ahora en sobre-edificación puedo decirte que ya eso es algo cumplido desde el año 70, porque estamos unidos a Cristo en un Espíritu.

    Esa naturaleza de pecado o de polvo, la carne o alma con existencia, la psiqué o mente humana, fue anulada en nosotros para con Dios para siempre. En el Espíritu volvemos a Dios, porque de él salimos. Por eso fuimos destituidos o hallados faltos de su gloria cuando nos encerró a todos en el primer Adán, como revela el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 3:22-23. Nosotros hemos regresado a Dios porque él mismo nos reconcilió consigo mismo, como revela el apóstol Pablo en la 2da. carta a los Corintios 5:19.

    Todo esto le ocurrió al animal humano, en la imagen terrenal, como alma viviente, conforme revela el apóstol Pablo en la 1ra. carta a los Corintios 15:45-49.  Por eso es que fue escrito en el libro llamado Génesis 3:6-7 que cuando el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol de la ciencia del conocimiento del bien y del mal, conocieron que estaban desnudos Comer es un acto consciente que significó que sus conciencias fueron despertadas, que vinieron a la conciencia de la naturaleza adversaria al Espíritu, llamada también el pecado, el polvo de la tierra, la carne, el alma viviente, conocida hoy también como la psiqué, la mente o conciencia terrenal que al participar de carne y sangre, todos portado.  Esa era la desnudez que estaba revelando el apóstol Pablo en la 2da. carta a los Corintios 5:4, de la que decía que no quería ser desvestido, sino revestido de Cristo, la mente de la que ahora participamos en la nueva creación.  En la carta a los Filipenses 3:9 el apóstol Pablo de nuevo revela qué es estar desvestido. Estar desvestido es andar en tu justicia propia. La desnudez espiritual era evidenciada por la ley que fue añadida en Moisés, para mostrar la desnudez total del humano animal delante de Dios, porque el humano espiritual esta justificado en la obra de Cristo en Jesús.

     Fíjense amados, que en seguida Adán y Eva se cocieron hojas de higuera. Esa parte de la alegoría es lo mismo que decir que trataron de justificarse por sus obras, Se hicieron delantales de hojas para cubrir su desnudez delante de Dios, como informa el libro de Génesis 3:7. Las obras de justicia propia que enseguida obraron delante de Dios la vemos inmediatamente en el relato alegórico. Trataron de justificar su acción, Adán culpando a Eva, y la mujer Eva a la serpiente, la serpiente a nadie culpó, porque la serpiente era la figura en la alegoría de la astucia despertada para engaño en la mente de Eva, como podemos leer en la alegoría registrada en el libro de Génesis 3:11-13.

    Finalmente dice la Escritura, que Dios hizo túnicas de pieles y vistió al hombre y a la mujer, como informa Génesis 3:21.  Eso significó, que el alma viviente separada del Espíritu de Dios o muerta en el Espíritu, vino por primera vez a la conciencia de su existencia individual desde su cuerpo físico, lo que el apóstol llama: la sangre. La alegoría nos muestra que Dios cubrió a la mujer como figura de la madre de los viviente, pues ella como figura  del cuerpo espiritual, acababa de quedar separado de la cabeza Cristo, la verdadera conciencia. Digo temporalmente delante de él, porque Dios le dio promesa de reconciliación. El apóstol Pablo en la 1ra. carta a los Corintios 15:50 nos revela precisamente, que ni la carne o alma viviente que éramos en el primer Adán; ni la sangre, el cuerpo físico o biológico que nos sirve de vestidura o morada temporera aquí en el planeta tierra, ninguna de las dos cosas heredaron en el reino de Dios, porque el reino es interior, en el Espíritu como es él. Por eso fue necesario una nueva creación en Cristo, porque nuestra vida con su verdadera conciencia, estuvo guardada con Cristo en Dios hasta que se cumplieron todas las cosas que Dios ordenó conforme a su propósito en el año 70.  ABBA CRISTO.

 

RETORNAR A LISTA DE ESTUDIOS


 

 

MINISTERIO RECONCILIACIÓN EVANGELIO DE LA GRACIA - (MREG)

 

  P.O. BOX 140452 

 ARECIBO, PR 00614-0452 [TEL. (787) 466-1783]

 evangeliodelagracia@hotmail.com